Sistemas de información y comunicaciones
para la gestión del conocimiento
Por Mª Lourdes Borrajo Diz
Diciembre 1999
La lógica dominante, hasta tiempos bien recientes, en
lo referente a los sistemas de
gestión ha estado guiada por conceptos próximos
a lo que podríamos denominar
perspectiva de diseño. Estos sistemas han sido producto
de una filosofía que "busca
la minimización de incertidumbre a través de la
imposición del control racional
top-down". Una filosofía que demuestra sus limitaciones
a la hora de enfrentarse a la
complejidad, la incertidumbre y a la respuesta en tiempo real.
El objetivo primordial del diseño de estos sistemas ha
sido mantener la capacidad de
predicción de los sucesivos estados que atraviesa la organización.
El diseño tradicional de los sistemas de gestión,
orientado fundamentalmente a
procurar el control y la predicción de la organización,
logra este objetivo a costa de
provocar una disociación entre la acción y la información
en la misma. El resultado es
una visión fragmentada de la organización, incapaz
tanto de abarcar la realidad
efectiva de ésta, como de extraer los beneficios que conlleva
un planteamiento que
aprovecha de una forma casi simultánea la relación
entre acción e información en la
organización.
Es, por tanto, necesaria una traslación hacia sistemas
de gestión enfocados a la
integración: capaces tanto de ofrecer una visión
integral de la organización como de
reunir los requisitos de la gestión de información
con la acción organizativa.
Como parte de su estrategia reduccionista para lograr el control,
los sistemas de
gestión tradicionales presentan dos características:
· Atienden antes a los resultados de los procesos empresariales
que a la forma de su
desempeño. La información que consumen es la resultante
de la medida cuantitativa
de los resultados de los procesos, mientras que la información
que generan sirve para
la estandarización de estas mismas salidas.
· Abordan separadamente el estudio de las diferentes actividades
y funciones
empresariales. En la mayor parte de los casos, este hecho es
consecuencia de una
disposición de la estructura agrupada en funciones y departamentos.
Este diseño
estructural encuentra normalmente reflejo inmediato en la disposición
fragmentada de
los flujos de información.
Los sistemas tradicionales presentan limitaciones especialmente
significativas en
cuanto a:
· La capacidad y velocidad de respuesta.
· La capacidad de aprendizaje organizativo (como resultado
de la realimentación
pobre y de la divergencia acción organizativa-información).
· Las posibilidades de mejora de los procesos empresariales.
Las tres principales directrices para la construcción de
sistemas de gestión que
vengan a salvar las carencias que tienen los sistemas de gestión
tradicionales son:
· Integración de la concepción con la ejecución,
y de la planificación con el control,
es decir, integración de actividades y procesos de trabajo.
· Construir un conjunto más amplio que el existente
de medidas del rendimiento.
· Articular sistemas de información integrados
adecuados.
Sistemas de información integrados
Una causa frecuente del pobre beneficio obtenido de muchas inversiones
en sistemas
de información ha sido el criterio previo con que éstas
se han abordado: como un
simple escalamiento cuantitativo de los anteriores sistemas de
información
"manuales", amparado en la capacidad de procesamiento, órdenes
de magnitud
mayor, proporcionada por las tecnologías de la información.
Muchas inversiones en tecnologías de la información
han arrojado resultados
frustrantes debido a que las compañías tienden
a utilizar la tecnología para mecanizar
sus viejas formas de hacer negocio: dejando el proceso existente
intacto y utilizando
únicamente las computadoras para acelerarlo.
Este desconocimiento de las implicaciones cualitativas que acarrea
la incorporación
de tecnologías de la información, frente al mero
escalamiento cuantitativo propiciado
por la capacidad de procesamiento, es, de hecho, uno de los principales
agentes de
la que ha sido denominada "paradoja de la productividad de la
tecnología de la
información"
En resumen, la integración de las nuevas tecnologías
en la empresa demanda
simultaneidad en la adopción de innovaciones tecnológicas
y organizativas.
Un síntoma adicional de esta desatención hacia el
impacto organizativo de las nuevas
tecnologías, son las dificultades que muchas empresas
han encontrado para hacer
aflorar conocimiento de la colección de datos que componen
sus sistemas de
información. Es decir, para integrar, en consecuencia,
su sistema de información con
la estrategia corporativa.
Por contra, los sistemas de información han ido evolucionando
en gran cantidad de
compañías como una colección de islas desintegradas,
a menudo de difícil
compatibilidad, que trabajan con un conjunto amplio y heterogéneo
de datos. Estos
datos proliferan a partir de fuentes variadas, y están
orientados esencialmente a
satisfacer las necesidades de aplicaciones concretas antes que
a la toma de
decisiones de negocio.
El potencial de la tecnología para el desarrollo y difusión
de conocimiento difícilmente
puede, pues, aflorar en este panorama dominado por la desintegración
y por la
descalificación de la información.
Surgen por ello los denominados sistemas de información
integrados, es decir,
sistemas que con el objetivo de facilitar la integración
de los datos organizativos que
recojan la información según se va generando, la
almacenen conforme a un lenguaje
común y la hagan ampliamente disponible.
Con el paso del tiempo, las empresas se han ido encontrando con
que sus sistemas
operacionales eran capaces de generar enormes cantidades de datos.
Estos poseían
una gran potencialidad de información útil que
no era aprovechada. Los sistemas
tradicionales OLTP (procesamiento de transacciones on-line) acumulaban
información
detallada de tipo financiero, producción, control de stocks
o transacciones de ventas
para cada departamento. El resultado final era la existencia
de enormes bases de
datos que muchas veces poseían diferentes formatos impidiendo
la transferencia de
sus contenidos de un sitio a otro.
Con el paso del tiempo, las empresas se han ido encontrando con
que sus sistemas
operacionales eran capaces de generar enormes cantidades de datos.
Estos poseían
una gran potencialidad de información útil que
no era aprovechada. Los sistemas
tradicionales OLTP (procesamiento de transacciones on-line) acumulaban
información
detallada de tipo financiero, producción, control de stocks
o transacciones de ventas
para cada departamento. El resultado final era la existencia
de enormes bases de
datos que muchas veces poseían diferentes formatos impidiendo
la transferencia de
sus contenidos de un sitio a otro.
El inconveniente para los responsables de tomar decisiones con
estos sistemas, era el
de obtener respuestas de estas montañas de datos a sus
preguntas, ya que aquéllas
carecían de una estructura fácil de manipular.
Ante esta situación comienzan a aparecer estudios que pretenden
mejorar la
problemática planteada. En 1992 Bill Inmon consolida el
concepto del Data Warehouse
(DW). Actualmente la idea del DW ha dejado de ser un concepto
para convertirse en
una realidad que mejora la productividad de la organización.
Los DW son un elemento
básico sobre el que se pueden apoyar los sistemas EIS
(Executive Information
System) y DSS (Decision Support Systems), aunque no los únicos
para extraer la
información de los datos. Los EIS no necesitan obligatoriamente
un DW para su
funcionamiento, sin embargo ante la gran expansión que
está teniendo el DW es
común encontrar ambas herramientas juntas.
Una vez las bases de datos están trabajando a pleno rendimiento
es cuando los
sistemas EIS y DSS entran en juego, estableciendo criterios de
análisis y presentando
los resultados de modo adecuado. Para ello pueden hacer uso de
herramientas OLAP
(online analytical processing), DARTs (data access and reporting
tools) y técnicas de
Data Mining para obtener información útil para
la toma de decisiones.
Temas relacionados:
Los sistemas de gestión del conocimiento
Data Warehouse
Data Mining
Conclusiones
Bibliografía.
Tomado de la revista TImagazine
http://www.timagazine.com/timagazine/1a2b3c/1299/sistemas.cfm
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