Dos
palabras, nada más
Lejano cual estrella sin rumbo
silencioso como el más allá
buscando entre versos el mundo
mira impávido el amor que se va.
Se escapa de sus manos mi latido,
mi ternura y ansiedad,
extraña el alero de mi alma
abrigo de sus noches de soledad.
Lejano cual sol escondido
tras nubes de tempestad
camina el sendero doloroso
de un orgullo sin igual.
Dos palabras bastarian
-la quiero- nada mas,
sin dudas ni reproches
ni palabras a inventar.
Volverían sus noches a ser mis noches,
sus mañanas mi despertar,
su risa el eco de mi alegria
y mi canto su cantar.
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