El bolero y una guitarra

 

Una guitarra, un bolero que llora,
un recuerdo, una flor.
Palabras que lleva el viento
sin detenerse, como la música
que llega al alma.
Ruiseñor gritando tu amor
por una rosa ya marchita, una flor 
buscando el rocío, en la nada.

No llores guitarra porque llora el alma,
no cantes, cantor, no quiero oir tu dolor,
tu grito de soledad 
de aquella que se siente cuando se ama, 
cuando se entrega todo a cambio de nada.
Calla tus versos que llaman
quemándo las entrañas, 
indagando los sentidos
agitando la quietud y la calma.

Estoy tranquila, lo ves?
Nada inquieta mis mañanas, 
ni mis noches de insomnio
ni mis charlas con la almohada.
!Tranquila! 
Con este nudo en la garganta
con mil preguntas que nadie responde,
sólo el eco de una guitarra
una voz en la noche
y un bolero que se desgarra.

 

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