EL
CAMINANTE
Caminaba el hombre y su perro
lentamente a la orilla del mar,
miraba como se desvanecía el lucero
anunciando la aurora llegar.
Mucho anduvo para llegar a destino
sueños que nunca pensó alcanzar
hoy los tiene en la palma de su mano
caminando contento a la orilla del mar.
Si todos los sueños tuvieran
el poder de verlos realizar
seríamos muchos los caminantes
mirando las olas danzar.
Inciertas noches de vacíos
tratando en vano la luna alcanzar,
poco confiamos en el destino
que un día nos deja la luna tocar.
Como aquél hombre que camina despacio
podemos también un día caminar,
se siguen los sueños sin cansancio
para tocar la luna reflejada en el mar...
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