No sé cómo llegó el olvido

 

No se cómo llegó el olvido 
a todo lo que no fuera su presencia
ni cuándo el corazón latió 
más a prisa cuando dijo -te amo-

Palabras dormidas en la memoria
despertaron a la vida
trayendo la tibieza a las manos
indagando los sentidos
acariciando el alma
poniendo en ella, verdor de álamos.

Amor que llegó sin llamarlo
refugiándose en el pecho
con un rumor de olas 
con un suave perfume a sándalo.

Noche de azahares
tarde de cielos dorados,
murmullo de estrellas celosas
cantar de los cantares
cuando a viva voz dijo;
!Te amo!

 

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