SONATAS CON SABOR A BESOS

 

Otra noche
sin poder conciliar el sueño
horas vacías
en medio de las tinieblas
acosándome
empujando mis pensamientos
en un caos
enredándose con lágrimas
y sonatas.
Volátiles recuerdos tornasoles
de tu sonrisa
perdida en el tiempo de las rosas,
sediento
de beber el agua del manantial
cristalino
donde se reflejaban tus ojos
tristes.
Y las sonatas en el aire de nuevo
atrapando el sol
cada nota adentrándose en las venas
y tu risa
siempre el calor de tu risa irónica
y dulce
mientras tus manos buscan mis caderas,
fruto maduro.
Y las hojas que nacen de los árboles
gimientes
y tus brazos cerrando el círculo
en silencio
tu boca jugosa, murmura mi nombre,
y me miras
atándome ansioso a tu vida de nuevo
como enjambre.
Me dejo atar oliendo tu piel mía
siempre
enredando mis dedos en tus cabellos
y murmuras
palabras de amor no olvidadas
en el tiempo.
Volvemos a ser nuestros, únicos,
sedientos
enamorados de siempre, eternos
hambrientos
de noches ajenas que no tuvimos
y lloramos
mirando la aurora que se tiñe
dorada,
el ultimo beso, la caricia que no deja
apasionada
y aquellas sonatas, con sabor a besos
en la madrugada...

 

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