Un poema
de amor
Cuando los rios
sean de tierra
los mares de arena, la noche sea día,
cuando el amor sea odio y el odio amor,
brillará el sol en la noche
florecerán las estrellas de día
y te diré te quiero, con toda mi voz.
Nada acallará las palabras
ni los versos de amor,
aunque el viento aulle en mi ventana
y en el jardín no haya una flor,
entre los bosques de piedras azuladas
te diré te quiero, con toda mi voz.
Cuando las luciérnagas no iluminen las rosas
ni haga su nido cantando el ruiseñor,
cuando no tengan fragancia los claveles
y en el ocaso se haya ocultado el sol,
mirando la primera estrella que asoma
te diré te quiero, con toda mi voz.
Nada romperá el círculo de tus brazos
ni tus ojos de ternura ni tu sonrisa,
me adentraré en tu alma, la uniré a la mia,
y sólo para que tú me oigas,
susurraré a tu oido, te quiero, mi amor.
Volver
Siguiente
|