Alma

Alma de azul verdoso 
de un atardecer de verano,
ojos de noche sin luna, 
voz cálida que canta ternuras.

Sentires de hombre profundo, 
palabras sabias que calman, 
silencios llenos de respuestas,
consejos que no da...
caminos que nos indica
quizás alguna huella en el tiempo. 

Pasos que caminarán en la arena 
de un mar helado y violento. 
Quiero entonces tomar su mano,
sin prisa, con la calma y la pasión 
de un amor profundo y eterno...

Me esperará o lo esperaré,
paciente, tranquila. 
Lo veré llegar desde el mar,
tendré la luna en mis manos 
para guiarlo, le diré, has llegado! 

Y él sin volver la vista atrás,
compartirá la luna 
y seremos dueños al fin 
de ese mar profundo, helado y violento,
de las arenas infinitas
del amor compartido, soñado...

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