Me dá pena


Me dá pena ver la tristeza 
en tus ojos de noche;
me apena la bruma de tu alma
azul verdosa.
Me apena el acento en tu voz cálida,
me apena que ya no sientas
el perfume a rosas.


Torbellino de un amor 
que no se define,
dudas de dejar lo que se amó
y no se tuvo;
ríos turbulentos sin destino
soledades de los bosques 
en la nieve.


¿Qué desprende de tí la magia
que envolvía tu cuerpo,
alejándote de lo divino ?
¿Por qué no fuiste humano
cuando sentiste
el intento fugaz 
de alejarte de ese destino?


Nunca se hubiera borrado 
el color de tu alma,
y hubieras seguido siendo 
como siempre, humano y divino...

 

      

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