Ocaso
En el ocaso de una inconciente primavera
veo llegar el otoño a mi vida,
impávida veo como llega
de manera precisa e intempestiva.
Me he llenado de sueños,
como una adolescente cultivé anhelos,
debí haberme llenado de metas
cuando aún florecía la primavera .
Me he ganado el derecho a soñar,
a envolver con ellos el vacío de mi vida;
les he hecho cómplice de mis horas
siendo ellos los que acompañan mis noches,
y estrenan mis auroras.
Ilusiones que he guardado celosamente
en una cajita hecha de nomeolvides,
destellos de un amor que no se entrega
tormentos de querer lo que no tienes.
No es un fantasma lo que amo,
es un presente que también fué pasado
es una luz que estaba escondida,
en otros planos, muy lejos de mi lado.
Llegará el ocaso luego que pase el otoño
y con él mis ojos cerrados, mis mejillas pálidas
y una última sonrisa en mi labios helados.
Moriré para vivir, para retomar el pasado.
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