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Campańa
contra la experimentación con animales
En 1993 el Parlamento Europeo propuso al Consejo de Ministros que adoptara
la decisión de prohibir los experimentos con animales para productos cosméticos.
Los organismos europeos acordaron que el veto entrara en vigor cinco ańos
después es decir en 1998, al llegar el plazo fijado en 1998 se prorrogo
dos ańos más la experimentación en animales para la obtención de
productos cosméticos (ańo 2000).
La Directiva 76/768/CEE en su artículo 4 determina que los "Estados
miembro prohibirán la comercialización de productos cosméticos que
contengan ingredientes que se hayan experimentado con animales a partir
del 30 de junio del 2000". Esto fue recogido por el Gobierno espańol
en el Real Decreto 1599/1997de 17 de octubre sobre productos cosméticos,
en cuyo artículo 5 prohibe "La puesta en el mercado de los productos
cosméticos que contengan ingredientes o combinaciones de ingredientes
experimentados en animales a partir del 30 de junio del ańo 2000",
pero llegado el momento de aplicar esta prohibición se produce una
moratoria aplazándose esta fecha de prohibición en toda la UE al 30 de
junio de 2002, por la Directiva 2000/41/CE de la Comisión por la que se
aplaza por segunda vez la fecha a partir de la cual quedan prohibidos los
experimentos con animales para ingredientes o combinaciones de
ingredientes de productos cosméticos, el Ministerio de Sanidad y Consumo
recoge este aplazamiento en la Orden de 3 de agosto de 2000.
En la actualidad hay un borrador pendiente de la posición del
Parlamento Europeo, según el cual se va a respetar esta prohibición sólo
en lo relativo a productos cosméticos acabados, pero no a los
ingredientes o combinaciones de ingredientes intermedios, los cuales han
de ser sustituidos por métodos alternativos validados. Pero cuando no
haya un método alternativo validado se podrá seguir experimentando en
animales, lo cual va a significar una reducción de los animales
utilizados pero no una supresión, tal como se comprometieron los Estados
miembros de la UE y el Gobierno espańol en los ańos 97 y 2000. Por lo
que no parece una solución válida, sobre todo si tenemos en cuenta que
existen ya cerca de 8.000 ingredientes utilizados en la industria cosmética
que pueden considerarse como seguros con los que se pueden elaborar los más
sofisticados productos de belleza.
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