Es
una aventura épica. La llevan a cabo arqueólogos que siguen la pista de una
antigua flota de Persia que fue destruida por una violenta tormenta en el
norte de Grecia hace 2.496 años.
El equipo
busca los restos hundidos de los barcos enviados por el rey persa Darío para
conquistar el territorio griego en 492 antes de Cristo.
La armada
resultó completamente aniquilada antes de llegar a su destino.
Las aguas
cercanas al mítico monte Athos -donde se hundieron las naves- entregaron a
los expedicionarios su primera recompensa: trozos de una flecha de bronce
que un pulpo había arrastrado hasta el jarrón moderno que le servía de "hogar"
en el fondo marino.
El objeto
fue hallado en la misma área donde en 1999 pescadores sacaron del mar dos
cascos de la Grecia clásica.
"Se trata
de una zona extraordinariamente rica en naufragios de la Antigüedad", explicó
a la BBC Robert Hohlfelder, arqueólogo marítimo de la Universidad de Colorado,
en Estados Unidos.
"Generalmente,
cuando se hallan barcos que han naufragado se nos pide que recreemos la historia
que lo rodeó. En este caso, tenemos la historia y ahora debemos encontrar
los restos", dijo Hohlfelder.
Los expertos
regresarán al lugar en junio para seguir con la exploración.
Lista
de sueños
El desastre
que afectó a la armada de Darío es contado con detalles en "Historias", del
escritor griego del siglo V Heródoto, quien afirma que las naves se estrellaron
contra el monte Athos.
El año
pasado, el grupo de arqueólogos descubrió un barco hundido que contenía ánforas
y cajas de cerámica utilizadas para transportar alimentos.
Si tienen
relación o no con la flota persa es algo que aún no se sabe, pero los expertos
confían en que de todas maneras les servirán para estudiar cómo griegos y
persas construían sus galeras de guerra o triremes.
En las
batallas con triremes, la victoria se lograba atacando otras naves con un
pesado espolón de bronce.
Hasta
ahora jamás se han encontrado restos de este tipo de galeras y en este estudio
los investigadores están divididos por las probabilidades.
"No hallaremos
un trireme. Tenían muy poco lastre, por lo que flotaban y en general eran
rescatados y reparados. Lo que sí puede haber en el fondo del mar son espolones",
señaló Michael Wedde, uno de los participantes del proyecto organizado por
el Instituto de Arqueología de Canadá y el Servicio de Arqueología de Grecia.
La posición
de Robert Hohlfelder es más romántica: "Los arqueólogos tenemos una lista
de deseos. Los triremes es uno de los favoritos y yo creo que este es uno
de los mejores sitios para buscarlos".
Unos
20.000 hombres perdieron la vida en la tragedia de la armada, golpeando a
Persia en momentos en que estaba enfocada a conquistar y asimilar a los griegos
a su imperio.
BBC
en español, 19 de enero de 2004
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