Una
barcaza romana de 1.800 años de antigüedad emerge del lecho de un afluente
del antiguo curso del río Rin en las cercanía de la ciudad de Utrecht, en
Holanda.
La
nave, en buen estado de conservación, navegó las fronteras del imperio romano
y fue descubierta en 1997.
Ahora
los arqueólogos trabajan en la extracción de la reliquia, de 25 metros de
longitud y 2,7 de ancho.
La
barcaza contiene todos sus artefactos originales, desde artículos de navegación
y militares hasta ropa y objetos de cocina.
Los
trabajos de rescate de la barcaza los llevan a cabo especialistas del Instituto
Holandés de Arqueología Marítima y del departamento estatal de Arqueología.
Andre
Van Holk, quien encabeza el equipo de expertos dijo: "Se trata de una reliquia
muy especial. La mayoría de las naves romanas encontradas hasta ahora fueron
deliberadamente desmontadas y hundidas, mientras que esta es la primera
encontrada que se hundió por causas naturales". Holk
agregó: "Este es el hallazgo más fascinante de mi carrera".
Una
vez recuperada, la barcaza se exhibirá en el Instituto Nacional de Arqueología
Marítima, en Lelystad, Holanda.
Allí
será nuevamente sumergida, pero esta vez por sólo dos años y en una solución
especial que ayudará a su conservación.
BBC
en español, 9 de junio de 2003