En
el siglo III tuvo Rodas una peculiar escuela de escultura.
Alzabanse en la isla un centenar de enormes estatuas, cada una de las cuales,
segun Plinio, seria capaz de dar renombre a una ciudad.
La
mayor de ellas era el coloso de bronce, que representaba a Helios, la deidad
solar, levantado por partes por Cares de Lindo hacia el año 280.
Una
ingenua tradicion refiere que Cares se suicidio al comprobar que el costo
de la obra excedia considerablemente a lo previsto, habiandola concluido Laques,
tambien de Lindo.
El coloso
no estaba puesto a horcajadas sobre el puerto sino que se erguia en uno
de sus costados a una altura de cuarenta y cinco metros.
Sus dimensiones dan pie a suponer que los rodios gustaban de lo ostentoso
y descomunal; pero acaso haya sido su intencion hacerlo servir de faro y de
simbolo.
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