La lucha por la libertad
Cuando
Tolomeo I estaba en guerra con Antigono, rey de Macedonia, los rodenses lo
apoyaron con sus barcos.
Antigono no olvido esto y en el 307 a.C. envio una fuerte expedicion punitiva
a Rodas comandada por su hijo Demetrio.
Cuarenta mil hombres se hicieron a la mar con Demetrio -mas que toda la poblacion de Rodas- quien, ademas, llevo consigo las maquinas sitiadoras mas poderosas de su epoca: la catapulta, el ariete y cosas por el estilo.
Parecia
imposible que una isla tan pequeña pudiese soportar semejante escuadra.
Pero los rodenses no se inmutaron y emprendieron sus preparativos.
Los historiadores nos dicen que se entregaron armas a los esclavos y que se
les prometio la libertad si se rechazaba la invasion.
Demetrio Poliorcetes Demetrio Poliorcetes,"El que toma ciudades", sitio a Rodas en un epico asedio que se extendio -infructuosamente- durante seis largos años. Admirador del pintor Protogenes, se nego a interrumpir su trabajo e incendiar la villa donde trabajaba para no destruir sus obras
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Las
mujeres dieron sus cabelleras para hacer cuerdas para arcos, y trabajaban
de noche para hacer pertrechos.
para reforzar los muros, los rodenses demolieron templos y usaron las piedras
de estos.
Asediados, aislados y sin esperanzas de ayuda, los rodenses se resistieron con denuedo mientras Demetrio y sus cuarenta mil hopmbres lanzaban ataque tras ataque, abriendose paso poco a poco hacia la ciudadela.
Las exhortaciones para que se rindieran fueron rechazadas con desprecio.
Ni el hambre ni las enfermedades lograron debilitar la resistencia. Despues de todo, los rodenses eran griegos y tenian los ejemplos de Maraton y las Termopilas.
Como
los espartanos en las Termopilas, lucharon encarnizadamente y sin esperanzas,
pero, a diferencia de los espartanos, que dieron la vida hasta casi el ultimo
hombre, la valentia de los rodenses obtuvo su recompensa.
En 306 a.C. Tolomeo, recordando los servicios que los isleños le habian
prestado, llego a la isla con una poderosa flota y Demetrio se vio obligado
a retirarse.
De este modo obtuvo Rodas su salvacion.
Los rodios enfrentaron a un ejercito que superaba a toda la poblacion de la isla. Con denuedo y valor todos, amos y esclavos, principes y artesanos, unidos bajo un objetivo comun, lograron derrotar al invasor.
Indecibles habran sido sus padecimientos entonces; aunque luego, con la inmensa alegria que proporciona la victoria, los rodios erigieron, celebrandose a si mismos, la mas esplendida estatua de la que hablaria el mundo y la posteridad
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