La escuela de escultura de Rodas | ||||||||||||||||||
Hacia
el año 150 a.C. Apolonio y Taurisco labraron en Tralles, en Caria,
un enorme grupo de bronce destinado a Rodas que hoy se conoce con el nombre
de Toro Farnesio; en el aparecen dos apuestos jovenes atando a los cuernos
de un toro bravo a la deliciosa Dirce, en castigo de haber tratado desconsideramente
a Antiope, madre de aquellos, quien contempla la escena con tranquila y despiadada
satisfaccion. |
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"Como
punto de partida del monumentalismo barroco, sin duda habría que colocar
un gran grupo que representa el Suplicio de Dirce; esta obra, de hacia 130 a.
C., fue la más apreciada en la antigüedad de cuantas realizaron
Apolonio y Taurisco de Tralles, dos escultores formados por Menécrates
de Rodas -acaso uno de los que firmaron en el Altar de Pérgamo-, y pertenecientes
por tanto a la escuela de dicha isla. Conocemos el grupo a través de
esta versión tardía y terriblemente restaurada que es el Toro
Farnesio del Museo de Nápoles.
Pese a sus infidelidades y añadidos, podemos sentir a través de esta obra la aportación básica del original: se trata de un grupo dinámico, perfectamente tridimensional, y asentado en una base paisajística. Apolonio y Taurisco lograron un indudable efecto expresivo, y ello a pesar de partir de elementos tan diversos como el realismo de los animales, las actitudes rígidas de los jóvenes, y esa compleja torsión en espiral de la figura de Dirce, verdadera síntesis del drama. El Presidente de Brosses escribió en el siglo XVIII sobre esta espectacular obra: "Aquí la acción, las expresiones, las actitudes, son de gran fogosidad y de un gran estilo griego; la ejecución tiene, por lo demás, algo de rudeza y de grosería que desagrada. Si se la coloca en la primera clase de las esculturas antiguas es más bien por el tamaño de la obra y por su ejecución prodigiosa que por cualquier otra razón"." |
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En la magnifica Nike o Victoria de Samotracia, encontrada en Melos en el año
1863 y actualmente la joya escultorica del Museo del Louvre, la diosa de la
victoria aparece como si hubiese descendido volando sobre la proa de un navio
que avanza a toda velocidad, para conducirlo al ataque; da la impresion de
que sus grandes alas impulsaran al barco enfrentando la brisa que agita las
vestiduras de la diosa. En un principio se creyo que era una ofrenda levantada por Demetrio Poliocertes en el año 305, para conmemorar su victoria sobre Ptolomeo I frente a Salamina de Chipre, en el año 306; pero investigaciones recientes propenden a relacionarla con la batalla de Cos (hacia el año 258) en la que las escuadras de Macedonia, Seleucia y Rodas derrotaron a Ptolomeo II. >> Los frisos del Partenon no se van |
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