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Su
gobierno, de caracter aristocratico apoyado en una base democratica, como
la Roma republicana, regia las ciudades sinecizadas de Lindo, Camiro, Ialiso
y Rodas con habilidad y relativa justicia, dando a los residentes extranjeros
privilegios que Atenas nunca habia concedido a sus metecos, y tan humanitario
trato a la numerosa poblacion esclava que cuando sobrevenia un momento de
peligro no vacilaba en armarla, imponiendo, a la vez, a los hombres ricos
de la ciudad, la obligacion de cuidarse de los pobres.
Los
gastos publicos se atendian con un impuesto del dos por ciento sobre las importaciones
y exportaciones. Y el estado prestaba dinero generosamente, a veces, sin interes,
a las ciudades que se hallaban en situacion dificil.
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Cuando
Rodas se vio destruida por un terremoto (225) todo el mundo griego fue en
su ayuda, pues resultaba evidente que, si desaparecia del Egeo, sobrevendria
un caos comercial y financiero.
Hieron II envio cien talentos de oro y erigio en la ciudad restaurada un grupo
escultorico que representaba al pueblo de Siracusa en actitud de coronar al
de Rodas.
Ptolomeo III envio trescientos talentos de plata (un talento griego equivalia
a 26,2 kilogramos); Antigono III envio tres mil, junto con grands cantidades
de madera y de alquitran para las construcciones, y su esposa Criseida regalo
tres mil talentos de plomo y cincuenta mil hectolitros de trigo.
Seleuco III despacho cien mil hectolitros de trigo y diez quincuerremes completamente
equipados.
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