El número 56 (septiembre 2002) de la revista "Le nouvel Afrique Asie", publica un artículo, "MAROC/ESPAGNE - Le retour des canonnières" (puede consultarse en Internet: http://www.afrique-asie.com/56mar1.htm) cuyo autor, Selim Malek, vierte gravísimas acusaciones contra el Jefe de Estado de España y que exigen pública e inmediata respuesta: (...) «A moins que l'objectif du tohu-bohu militaire espagnol ne soit autre pour Madrid que d'imposer une "souveraineté partagée" sur Torat-Leila, comme celle qu'elle est en train de consentir à Gibraltar en faveur de la Grande-Bretagne, et de faire oublier ainsi une autre promesse espagnole faite par le roi Juan Carlos lui-même au défunt Hassan II en 1979 de rétrocéder Ceuta au Maroc, lorsque Gibraltar sera rétrocédé à l'Espagne par Londres.» (...) [«A menos que el objetivo del caos militar español no sea para Madrid otro que el de imponer una "soberanía compartida" sobre Torat-Leila (se refiere al islote Perejil), como la que está a punto de consentir en Gibraltar a favor de Gran Bretaña, y de hacer olvidar así otra promesa española hecha por el mismo rey Juan Carlos al difunto Hassán II en 1979 de retroceder Ceuta a Marruecos, cuando Gibraltar sea retrocedido a España por Londres.»]

El Carlismo ha sostenido siempre la españolidad del norte de África. Su postura ante la presente crisis ha quedado manifiesta en el comunicado de las Juventudes Tradicionalistas de España de fecha 12 de julio y en el del Servicio de Prensa y Documentación de la Comunión Tradicionalista de fecha 17 de julio. (Pueden consultarse en Internet: http://carlismo.es/agenciafaro). Ahora resulta obligado plantear unas preguntas, a quien proceda:

¿Es cierto que el Jefe de Estado constitucional de España, Juan Carlos, ha hecho esa imposible promesa?

¿Han de entenderse en esa luz hechos como la reciente felicitación a Mohamed VI (inmediatamente después de incumplir el propio Mohamed los acuerdos que cerraron la crisis del islote Perejil), o el desinterés afectado por el sucesor de Juan Carlos, en viaje privado por el extranjero durante el desarrollo de la invasión marroquí y reconquista española del islote?

¿Ha de recordarse también el abandono del Sahara Español en 1975, por decisión del propio Juan Carlos? ¿O las lágrimas por él derramadas en el funeral de Hassán II, y los elogios que dedicó a este pertinaz enemigo de España?

¿O existe una explicación mejor? La esperamos, junto con el desmentido de las graves acusaciones marroquíes.

Madrid, 14 de septiembre de 2002

Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón

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