Tenemos que partir del hecho de que la riqueza del misterio total de Cristo es inalcanzable y los fundadores y fundadoras han sido tocados en el hondón del alma solo por alguna de las peculiaridades de la Vida de Jesús. Esa experiencia del Espíritu hecha vida ha sido dada a la Iglesia como un don transmisible. De esta gracia ha brotado esa expresión pluriforme que alienta desde la diversidad la vida y la santidad de la misma Iglesia.

Hay que tener en cuenta que lo que la Vida religiosa proclama con su ser y su hacer no le pertenece; le es confiado por Cristo y por la Iglesia. Por eso cada familia religiosa tiene obligación de dar a conocer este carisma y talante concreto de vivencia evangelica. Tiene que ser vivido, custodiado y profundizado así como desarrollado. Estas son las razones por las que ponemos ante vosotros la página web en la que te encuentras. Con ello pretendemos una finalidad: que nos conozcamos más profundamente y que valoremos lo que los otros son. Todos formamos parte de esa "Luz multicolor" que a modo de caleidoscopio representa la riqueza de las congregaciones religiosas de nuestra Diocesis