Una persona sin hogar no tiene acceso a un alojamiento
digno,estable y adecuado a su situación. Vivir en la calle, "sin techo",
vivir en espacios públicos abiertos, alternando con albergues
nocturnos. Estar sin casa, "sin hogar", personas forzadas a vivir en
instituciones: centros de acogida o refugio, prisiones u hospitales, sin
vivienda a la salida: pisos tutelados Vivir en un alojamiento precario,
locales "okupados", pensiones ínfimas, en casa de amigos o familiares de manera
temporal, en caravanas situadas ilegalmente... Vivir en un alojamiento
inadecuado,vivienda sin condiciones de habitabilidad, elevado hacinamiento...
El número de personas que están en la calle o sin casa en
nuestro país -según el Instituto Nacional de Estadística- estaña entre 20 y
27.000.
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Estar sin techo es una situación a la que se llega a través de
circunstancias encadenadas. La mayoría de los sin techo tienen, además, otros
problemas añadidos. Pérdida de empleo, jubilación anticipada,
ruina empresarial, pensión insuficiente... Crisis
económi- co-laborales. Adolescencia, consumos de alcohol o
droga,ludopatía, enfermedad mental... Crisis psicológicas. Ruptura conyugal,
violencia doméstica, disputas con padres o hermanos.., Crisis en las
relaciones. Salidas de la cárcel, de hospitales psiquiátricos, de
orfelinatos... Crisis de las instituciones. Pérdida de amigos y de apoyo
social, después de crisis familiares, económicas o por traslado de
ciudad...
Aún puede ser más grave por otras causas: Escasez de
vivienda accesible (poca vivienda social), alquileres altos, préstamos
bancarios que acaban en embargo... Escasa protección social a enfermos,
mujeres solas con cargas familiares, jóvenes sin empleo... Descoordinación
entre los servicios públicos de vivienda, salud y servicios
sociales... |
Las personas sin hogar son ciudadanos de pleno derecho. Sin embargo, según el
Instituto Nacional de Estadística:
El 73% de los centros es de titularidad privada. En particular, el 51%
pertenece a entidades religiosas. El 64,7% de las personas que trabajan en
ellos es. voluntariado. En 1999 la inversión en los centros estaba en 18
€ por persona y día. En la actualidad ha disminuido a 12 € por persona y día.
De las 12.000 plazas ofertadas, casi 10.000 son en alojamientos colectivos.
Las prestaciones para inserción social (talleres, orientación laboral,
psicológica. ..) son bajísimas. El acceso a los centros es libre. Más de la
mitad admiten a personas que provienen de servicios sociales públicos.
El Estado español contempla, además, en el Plan Nacional de Inclusión, una
serie de medidas un tanto inconexas y con el escaso presupuesto de 0,9 € por
persona y día.
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Es urgente coordinar todas las actuaciones con cuatro
objetivos claros: Prevenir el drama del "sinhogarismo" Combatir las
causas que agravan esta situación Reducir el número de las personas sin
hogar Facilitar la vida a las personas que padecen esta situación.
y para conseguirlo, sería muy conveniente: Definir el concepto "sin
hogar". Disminuir el número de personas que llegan a esa situación,
reforzando los servicios sociales de base y de primera acogida, y
proporcionándoles una vivienda como alojamiento temporal. Nadie debería
dormir en la calle. Es importante conocer el número de plazas disponibles en
los centros. Reducir el tiempo pasado en dicha situación, analizando la
duración de las estancias en los centros de acogida y facilitando la autonomía
moral y funcional. Asegurar alojamiento estable y permanente para
situaciones crónicas,desterrando la idea de
provisionalidad.
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