en el País Vasco. En
Gipuzkoa, esta problemática ha descendido del 34 al
27 por ciento en cuatro años, convirtiéndose en la
provincia con menor conflictividad, frente a la
media estatal del 60 por ciento.
Sin embargo, los miembros de Kidetza denunciaron
hoy en San Sebastián la "escasa implicación" del
Gobierno vasco con este plan de prevención "global,
integral, no discriminatorio, integrador y
consensuado", destinado a familias en proceso de
separación o que ya la han consumado.
El presidente de Kidetza, Justo Sáenz, explicó
que "estamos trabajando sin recursos y con buenos
profesionales que dedican su tiempo libre a la
asociación". Por ello, solicitó más ayudas
económicas, y la extensión de este plan, que
"trabaja la violencia familiar con todos los
miembros, padres, madres y menores".
Este programa, que atendió durante este año a 900
personas en Euskadi, cuenta con un presupuesto anual
de 36 mil euros en Gipuzkoa y 18 mil euros en Alava.
Justo Sáenz indicó que "el plan ha conseguido
reducir los índices de conflictividad en las tres
provincias vascas desde su implantación".
En Gipuzkoa, el programa se implantó en 1997, y
ha reducido el nivel de conflictividad del 34 por
ciento al 27 por ciento. Igualmente, en Alava, de
1998 a 2000, se redujo del 44 por ciento al 38 por
ciento, mientras que en Bizkaia, descendió en dos
puntos desde su puestta en marcha, en 1999.
SERVICIOS
Justo Sáenz aseguró que el éxito del plan se debe
a que la mediación familiar se realiza en base a "la
coordinación de los servicios y el seguimiento de
las personas". "Nos solicitan información sobre el
plan, y se está convirtiendo en un modelo para otras
comunidades autónomas. Además cuenta con el apoyo de
asociaciones de madres y separados del Estado",
añadió.
El programa se compone de un servicio de
asistencia primaria, en el que una trabajadora
social realiza el primer análisis, para después
derivar a la familia a los servicios adecuados,
entre los que se encuentran los de asesoría
jurídica, mediación familiar, terapia de pareja,
atención psicológica, atención psicopedagógica,
grupos de autoayuda, escuela de padres en hábitos
parentales y un taller de ocio y tiempo libre.
El presidente de Kidetza denunció, a modo de
ejemplo, que "el Gobierno vasco no pone un duro en
el servicio de Punto de Encuentro Familiar", cuyo
fin es resolver los problemas de régimen de visita
para el progenitor no custodio. En Gipuzkoa existen
dos servicios, uno en San Sebastián y otro en Irún,
"gracias al apoyo económico de los ayuntamientos de
estas dos localidades, de la Diputación Foral de
Gipuzkoa y del esfuerzo de los voluntarios", indicó.
Kidetza mantendrá una reunión con el consejero de
Trabajo, Joseba Azkarraga, el 16 de enero, en la que
le trasladará estas peticiones porque consideran
que, "a pesar de ser competencia del Gobierno vasco,
en la atención a familias en crisis hace poco y
llega tarde".
La asociación también dio a conocer algunos datos
alarmantes, como que "el 37 por ciento de los
menores de CAV no reciben la pensión alimenticia
tras la separación de sus padres", y "que el 50 por
ciento de los hombres separados no tienen donde
vivir mientras pagan media hipoteca de la casa donde
reside el progenitor custodio y sus hijos".
