Estratégia de Inversión
Elaborado por: Ing.
Cecilio Pineda
TRABAJO 3
CAPITAL INTELECTUAL
[Introducción] [Definición]
[Determinantes
Intangibles] [La
Gestión de los Intangibles]
[Proceso
de Identificación y Medición de los Intangibles] [Infografía]
Actualmente se acepta con carácter general que en las sociedades económicamente desarrolladas y tecnológicamente avanzadas el conocimiento constituye un pilar fundamental. Tanto en el ámbito académico como en el de la gestión empresarial, es cada vez más frecuente encontrar alusiones al término Sociedad del Conocimiento, para hacer referencia a un estadio de desarrollo de la sociedad caracterizado por la rapidez de los cambios y la importancia fundamental de la tecnología, y en el que la generación de riqueza y el bienestar se entienden estrechamente vinculados a las inversiones en innovación y, muy especialmente, a la generación de conocimiento.
En el nuevo escenario socioeconómico así configurado, la capacidad de generación de riqueza de las empresas no se entiende ya relacionada con la eficiencia en la gestión de los activos materiales; muy al contrario, la generación y el mantenimiento de ventajas competitivas que determinan la capacidad de creación de valor para los propietarios, están estrechamente vinculadas a la realización de inversiones intangibles y a la eficiencia con la que se gestionan los denominados activos intangibles.
Así pues, los gerentes de las empresas se enfrentan, por una parte, al reto de acometer inversiones intangibles que potencien la capacidad de generación de riqueza en el futuro; y, por otra, a la necesidad de identificar los activos intangibles existentes en el seno de la organización y gestionarlos de manera eficiente. Esto es especialmente difícil, dado que los sistemas de información y contabilidad empleados habitualmente en las sociedades mercantiles están orientados principalmente hacia la medición de los beneficios y el valor del patrimonio en términos monetarios y, por tanto, tienen una limitada capacidad para reflejar el valor y la importancia de las inversiones intangibles.
La consecuencia de esto es doble: en el seno de la empresa, resulta necesario dedicar esfuerzos a la mejora de los sistemas de información para la gestión, de modo que en ellos tengan cabida los activos intangibles y, muy especialmente, el capital intelectual, ya que éstos constituyen los determinantes fundamentales de la capacidad de generación de beneficios. Por otro lado, en la medida en que el modelo contable actual no permite reflejar apropiadamente en los estados financieros el valor de los intangibles, los gerentes de las sociedades deben proporcionar a los propietarios del capital información adicional a la requerida por las normas contables (obviamente, sin que ello implique riesgos de deterioro de la posición competitiva), al objeto de permitirles conocer la verdadera situación patrimonial de la firma y estimar adecuadamente su valor. Sólo así será posible mejorar la eficiencia de los mecanismos de gobierno de las corporaciones, facilitando a los accionistas una evaluación más acertada de la calidad de la labor de los gerentes.
Nuestra aproximación al análisis del Capital Intelectual está fundamentada en la creencia en que la mejora de los sistemas de información para la gestión y el enriquecimiento del contenido de las cuentas anuales, permitirán a los gerentes de la empresa identificar y gestionar eficientemente los determinantes intangibles del valor, así como informar adecuadamente a los usuarios de sus estados financieros sobre la capacidad futura de la sociedad para la creación de valor.
El texto que aparece a continuación está estructurado como sigue: la próxima sección discute brevemente la importancia de los intangibles como determinantes de la capacidad de la empresa para crear valor para el accionista; la sección tercera está dedicada al análisis del capital intelectual y justifica la necesidad de identificarlo y diseñar mecanismos para su medición al objeto de gestionarlo de manera eficiente. La sección cuarta presenta los fundamentos del modelo que pretendemos aplicar para la medición de los intangibles en el seno de la empresa, con especial referencia al capital intelectual. Finalmente, la sección quinta contiene una descripción de las etapas en la que se estructuraría el proceso de medición de los intangibles mediante nuestro modelo de análisis.
El concepto de capital intelectual se constituye de tres elementos: capital humano, capital relacional y capital organizativo. El capital humano está formado por el conjunto de conocimientos, habilidades y experiencias que poseen los empleados de la empresa. El capital relacional es el valor de las relaciones que la empresa posee con sus clientes, accionistas, socios, proveedores, etc. El tercer elemento que integra el capital intelectual es el capital organizativo, constituido por la cultura organizativa, rutinas, procedimientos y procesos.
Puesto que estos elementos no figuran en el balance contable, es necesario disponer de herramientas ad hoc capaces de medir este tipo de intangibles. Empresas como Skandia han desarrollado modelos de medición de capital intelectual conocidos internacionalmente. Las herramientas más utilizadas son Skandia Navigator, Intangible Monitor Assets, Balanced Scorecard, y Modelo de Medición Estratégica por Competencias.
Sin embargo, la implementación de estrategias de gestión del conocimiento y medición del capital intelectual no es suficiente para posicionar a la empresa en el podio de los ganadores. Ésta debe contar con el apoyo emocional de los empleados: el capital emocional interno de la empresa.
DETERMINANTES
INTANGIBLES DE LA CREACIÓN DE VALOR
Las investigaciones publicadas durante las últimas tres décadas han venido constatando de manera sistemática la existencia de una relación consistente entre las inversiones intangibles en innovación (investigación y desarrollo y adquisición de tecnología incorporada) y capital humano (reclutamiento y formación del personal) y la rentabilidad futura de las empresas. En la medida en que el valor de las empresas en el mercado es función de su capacidad de creación de riqueza en el futuro, es de esperar que esas inversiones se traduzcan en el largo plazo en un aumento del valor de la firma. De hecho, los análisis llevados a cabo a partir de muestras de empresas cotizadas en los mercados de valores, han puesto claramente de manifiesto que las empresas que llevan a cabo importantes inversiones en intangibles se caracterizan por una mayor capacidad de creación de valor. Entre los intangibles que presentan una relación más consistente con la capacidad de las empresas para crear valor están las inversiones en investigación y desarrollo, publicidad, formación del personal, mejora de los sistemas de información, racionalización de la estructura organizativa, identificación, integración y sistematización del conocimiento en la organización, y fortalecimiento de las relaciones con la clientela y otros agentes relacionados con la empresa.No obstante lo anterior, las empresas españolas encuentran escasos incentivos para la realización de importantes inversiones en intangibles. Prueba de ello es la afirmación realizada recientemente por la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología en el sentido de que las actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación en España no alcanzan aún el nivel que sería deseable dada la situación que nuestro país ocupa en el contexto mundial.
Esto puede consecuencia de que las vigentes normas contables no permitan el reflejo de buena parte de las inversiones intangibles en los estados financieros de las empresas, lo que hace que éstos presenten una visión excesivamente pesimista de la calidad de la gestión de los directivos al frente de la firma. En efecto, los estados financieros no reflejan el valor de los intangibles generados internamente, tales como el capital intelectual, y únicamente muestran el coste de adquisición o producción de una proporción reducida de los intangibles relevantes de la empresa. Por ello, un incremento en los esfuerzos dedicados a potenciar los intangibles de la empresa, tendrá efectos negativos en los resultados del ejercicio, aún cuando contribuya positivamente a la generación de resultados futuros. Si los proveedores de capital y, en concreto, los inversores que acuden a los mercados financieros, no cuentan con información precisa sobre el impacto positivo que las inversiones intangibles tienen en la capacidad de la empresa para generar riqueza en el futuro, es posible que el valor de mercado de la firma se vea negativamente afectado.
En estas circunstancias, es esencial llevar a cabo iniciativas que permitan a los accionistas apreciar el valor de los activos intangibles que explican en buena medida la importante diferencia existente entre el precio de la empresa en el mercado y su valor patrimonial según el balance. Además, es necesario dar a conocer a los propietarios del capital las ventajas que conlleva la intensificación de las inversiones en innovación y en el desarrollo del capital intelectual de la empresa, ya que sólo así podrán formarse expectativas acertadas sobre el crecimiento futuro de los resultados y, por ende, del valor de la firma.
Esto es especialmente importante en empresas intensivas en conocimiento, que presentan una enorme discrepancia entre el valor de mercado de las acciones y su valor contable, ya que la incertidumbre relacionada con la solidez del valor puede verse notablemente reducida mediante el suministro al mercado de información sobre la existencia de intangibles que explican la diferencia existente esos valores. En este tipo de empresas, las relaciones entre los gerentes y sus proveedores de capital (propietarios y acreedores) pueden verse notablemente favorecidas si los primeros proporcionan a los segundos unos estados financieros que reflejen adecuadamente el valor de los determinantes intangibles del valor que permanecen ocultos a la vista de los estados financieros tradicionales. Esto puede lograrse mediante el diseño y aplicación de modelos para la estimación del valor de los intangibles de la organización que permitan proporcionar a los interesados en la marcha de la empresa una información complementaria a la legalmente exigida por las normas contables y mercantiles en el informe anual de la sociedad, que refleje adecuadamente los determinantes ocultos del valor de la compañía.
LA
GESTIÓN DE LOS INTANGIBLES: EL CAPITAL INTELECTUAL.
En la medida en que los intangibles son determinantes fundamentales del valor de las empresas, es evidente que para éstas resulta de vital importancia gestionarlos de manera eficiente. Para ello, es esencial disponer de herramientas adecuadas que permitan identificar cuáles son esos intangibles, medir su valor y registrar las variaciones que éste experimenta en el tiempo. En estos términos se ha expresado recientemente la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Presidencia del Gobierno al afirmar en la presentación del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica que las inversiones en capital humano, la valorización del capital intelectual o intangible de las instituciones y la mejora de los sistemas de información no son sino el complemento necesario al desarrollo de las nuevas tecnologías de la información.
De entre todos los activos intangibles, el capital intelectual es el más importante y, a pesar de ello, el que pasa desapercibido con mayor frecuencia. El capital intelectual se entiende como el conocimiento, la sabiduría, las habilidades y la experiencia que constituyen para la organización una fuente de ventajas competitivas sobre sus competidores y determinan en buena medida su potencial de crecimiento futuro y, en definitiva, su valor. Así pues, la identificación y la gestión eficiente de ese capital intelectual son vitales para la generación y el mantenimiento de ventajas competitivas.
Los expertos en gestión del capital intelectual consideran que el conocimiento se encuentra disperso en el seno de la organización y que es necesario diseñar mecanismos que permitan identificarlo, sistematizarlo, transmitirlo a los miembros que la integran y lograr que éstos lo internalicen. La aplicación del modelo MERITUM facilita esta tarea y genera información útil sobre el conocimiento en la organización. Pero los resultados de la aplicación del modelo van más allá, dado que tanto el proceso de análisis que se lleva a cabo en su aplicación, como la difusión de sus resultados, tienen una notable influencia en las personas integrantes de la organización. En efecto, al ser necesaria la participación activa de los miembros de la organización a diferentes niveles para llevar a cabo el proceso de integración y sistematización del conocimiento, se produce un efecto motivador que potencia el valor del capital intelectual de la firma. Si a esto se añaden los efectos positivos que sobre la marcha de la empresa tienen las mejoras resultantes en los mecanismos de gestión, planificación y control, es fácil comprender el potencial que la aplicación del modelo a la medición de los intangibles en la empresa tiene para el fortalecimiento de su posición competitiva y, en definitiva, de su capacidad para crear valor para los accionistas.
EL
PROCESO DE IDENTIFICACIÓN Y MEDICIÓN DE LOS INTANGIBLES
El gráfico que aparece al final del documento presenta un esquema básico para comprender el proceso de análisis de los intangibles en la empresa. El proceso consta de dos fases: la primera consiste en la labor preparatoria necesaria para adaptar el modelo a las características específicas de la empresa y la segunda consiste en la aplicación del modelo a la medición de los intangibles de la empresa.
La labor preparatoria está dividida en dos etapas: la primera, que hemos denominado aproximación a la empresa, consta a su vez de tres pasos. En primer lugar, es preciso realizar de un inventario de las competencias fundamentales de la empresa, esto es, identificar todas las posibles fuentes de creación de valor para el accionista a través de:
- La optimización de los procesos en la organización.
- La mejora en la calidad de los servicios.
- El desarrollo de nuevas oportunidades de negocio.
- La reducción de los costes.
- La creación de valor para los clientes.
- El desarrollo de ventajas competitivas.
- La diferenciación de la empresa y sus productos.En segundo lugar es necesario identificar los intangibles asociados con esas competencias fundamentales. En tercer lugar, deben diseñarse indicadores adecuados para la medición de los intangibles y el análisis de su evolución en el tiempo.
Como resultado de la aproximación a la empresa se obtendrá una versión adaptada del modelo.
La segunda etapa consiste en la evaluación de la viabilidad del modelo. En ella, la versión adaptada del modelo se someterá al análisis de los responsables de la organización con el fin de evaluar su adecuación a la empresa y su viabilidad operativa. La realización de las modificaciones que pudieran entenderse necesarias como consecuencia de esa evaluación, conducirá a la obtención de la versión operativa del modelo.
Es en este momento cuando estaremos en condiciones de acometer la segunda fase, esto es, proceder a la aplicación del modelo al análisis de los intangibles de la empresa. La segunda fase consta de cuatro etapas: la medición de los intangibles en la organización, la elaboración del mapa de intangibles de la empresa, discusión de resultados y la presentación definitiva de los resultados del análisis.
En la primera de esas cuatro etapas se recopilará toda la información necesaria para el cálculo de los indicadores diseñados para la medición de los intangibles en la fase preparatoria. Tras procesar los datos y contrastar las posibles inconsistencias detectadas, procederemos en una segunda etapa a elaborar un mapa de los intangibles de la empresa en el que presentaremos el valor atribuido a cada uno y describiremos la estructura de relaciones existentes entre ellos. La tercera etapa consiste en la discusión de los resultados preliminares sintetizados en ese mapa, con diferentes miembros de la organización. La incorporación de las sugerencias y comentarios recibidos en la etapa anterior permitirá obtener una versión definitiva del mapa de intangibles de la empresa, que será el centro del informe final que presentaremos a los responsables de la empresa y que constituirá un punto de partida sólido para la evaluación continua del valor de los intangibles en la empresa en el futuro.
Meritum (Capital Intelectual): http://www.meritum.es/CI/CI.html