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Si se toma en cuenta que internet es un medio de distribución donde no sólo pueden hacerse compras sino también ofrecerse productos y servicios, el problema de la seguridad a la hora de realizar diversas transacciones representa una preocupación importante para quienes de una u otra manera están involucrados con el comercio electrónico. A nivel técnico, la manera más fácil de proteger la información transmitida a través de este tipo de redes abiertas es garantizar la seguridad de la conexión con un sistema de "encriptación" del canal en el cual se están transmitiendo datos confidenciales. Como explica Day Jiménez, vicepresidente sénior de tecnologías emergentes de Visa International de la región América Latina y el Caribe, esta compañía trabaja activamente para impulsar el desarrollo de una solución de seguridad que facilite el avance del comercio electrónico a nivel mundial. "Para realizar transacciones en línea, Visa escogió el protocolo de Transacciones Electrónica Seguras (SET), que no sólo garantiza la transferencia del pago, sino que también es la única solución que incluye a emisores y adquirentes en un mismo proceso de autenticación de datos", indicó. Comenta que la idea es garantizar seguridad y confidencialidad al negocio electrónico, promoviendo un único estándar dirigido al consumidor que emplea su tarjeta de crédito y al comerciante que ofrece sus productos. "Este protocolo de seguridad se basa en un
sistema que verifica tanto la clave del tarjetahabiente como de los
comercios afiliados, mediante certificados digitales que impedirán que los
pedidos por internet sufran de algún tipo de alteración", añadió. "El cliente tendrá que acudir al banco emisor de su tarjeta para solicitar este servicio y hacer efectiva su firma física. Luego ésta será codificada y trasladada al banco de datos de la red de certificación digital", agregó. Comenta que este servicio apenas cuesta un dólar al año y está dirigido a cada persona o usuario de internet que quiera contar con más seguridad para realizar sus compras a través de la red.
Plataforma venezolana. Los problemas o vacíos legales que pudieran suscitarse a raíz del comercio electrónico pueden ser los mismos de cualquier otro tipo de actividad comercial donde la poca regulación a través de normas expresas se justifica en el libre juego de la oferta y la demanda. En Venezuela la plataforma normativa para el comercio electrónico está siendo promovida por la Comisión de Técnica y Modernización de Fedecámaras que adelanta un proyecto en esta materia, guiándose por experiencias de derecho comparado de Colombia, México y España. Asimismo, este proyecto implica el diseño de los mecanismos, software y soporte técnico para que la administración pública (en especial, el Seniat), que viene trabajando la empresa Terabrain en conjunto con el gremio empresarial. En materia legal, la firma Anzola, Bóveda,
Raffalli y Rodríguez es la encargada de desarrollar esta plataforma que
permitiría que las facturas electrónicas y los documentos mercantiles
empleados en esta forma de comercio adquirieran reconocimiento
fiscal. "No hay que olvidar que el comercio electrónico es una fuente de ingresos y por lo tanto de impuestos que implica el pago de ISLR, aranceles y nacionalización de la mercancía. Por ello hay que crear un soporte legal que permita reconocer y validar sus instrumentos mercantiles ante el Fisco, ajustándolos a la vez a la normativa vigente en esta materia", añadió. Raffalli señala que la plataforma legal no es más que una especie de "notaria pública virtual" que le permitirá al Seniat contar con un sistema válido de verificaciones y certificación de información contenida en facturas, notas de crédito y otros documentos mercantiles. "Este mecanismo puede lograrse a través de dos vías: una engorrosa que implica el desarrollo de un marco legal completo sobre comercio electrónico, y otra más rápida que tiene que ver con la aplicación de ciertas disposiciones contenidas en la Constitución de la República, el Código Orgánico Tributario y diversas leyes fiscales especiales". Para Raffalli, el comercio electrónico debe regirse por las leyes del mercado y las costumbres mercantiles. Para resolver disputas recomienda la aplicación de la Ley de Arbitraje Comercial, pues este tipo de negociaciones no está exenta de delitos y responsabilidades penales y civiles que se rigen por el derecho común y por el código penal. "También debe tomarse en cuenta las fuentes
de derecho mercantil a nivel internacional y los tratados internacionales
y regionales que ya traen capítulos especiales sobre comercio
electrónico", puntualizó.
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