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Diego Nicolás Eduardo (Tenerife,
1734; Tacoronte, Tenerife, 30 de enero de 1798).
Fue uno de los más sabios sacerdotes prebendados de la Catedral de Santa Ana y gloria de la
arquitectura canaria.
Hombre de felices disposiciones artísticas, fue el primer director de la Academia de
Dibujo patrocinada por la Sociedad Económica de Amigos del País.
Paralizadas las obras de Santa Ana durante casi dos siglos, se le encomendó que
continuase el desarrollo de su proyecto. Cumpliendo el encargo del Cabildo hizo unos
hermosos planos que fueron enviados para su aprobación a la Academia de Bellas Artes de San
Fernando. Esta felicitó al autor y los avaló con un elogioso informe. El Cabildo Catedral le
premió con quince mil reales de vellón. Bajo sus auspicios se construyeron la fachada
posterior, la sacristía, capilla del Altar Mayor y la obra nueva se cerró con la vieja, gótica, con la bóveda del crucero y la
cúpula del cimborio. Como no se hubiese dado a esta última la altura por él
proyectada, le ocasionó tan gran disgusto que entregó su cargo de racionero de la Catedral y se
retiró a Tacoronte, en Tenerife, donde murió. a los cuatro meses de
haber marchado a su isla natal.
El Cabildo Catedral acordó lápida y busto o retrato para
honra del dibujante y constructor de su iglesia y por el mérito
extraordinario de su obra.
En los planos de la parroquia de Gáldar se notaba el fino
trazo de la misma mano que proyectase la terminación de la Catedral.
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