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Francisco González Díaz (Teror
1864; 1945).
Hombre de ideas siempre en lucha y de vida viajera,
mostró su clara vocación desde los 15 años cuando empezó su
carrera en el "Diario".
Sus viajes por América lo llevaron a La Habana, donde
la Asociación Canaria de la Isla de Cuba le proporcionó la
oportunidad de hacer vibrar sus dotes naturales de artista con el
discurso que pronunció en 1915, en los Juegos Florales patrocinados
por aquella entidad isleña de tanto raigambre.
Rasgo esencial de su vida literaria y de prohombre
isleño fue indudablemente su poderosa defensa del árbol, fuente de
vida de las islas, amigo de la sombra perdurable.
Fue el iniciador de toda la juventud de 1900, pues
fundó con Febles Mora "La Atlántida" que representó en
Las Palmas de Gran Canaria el movimiento juvenil de la época.
Publicó en 1916 "Un Canario en Cuba", en La
Habana, y ya había editado "Siluetas de Animales"
(definiciones humorísticas), obra que alcanzó gran popularidad.
También dio a luz en Las Palmas de Gran Canaria "En la selva
oscura", "Diario íntimo"; y numerosos folletos que
por sus títulos nos muestran claramente la trayectoria del
autor.
En verso publicó "Luces del poniente" y
"Pasionarias".
Cuando murió preparaba en Teror un libro titulado
"Definiciones" , del cual iba publicando algunos retazos
en los diarios de las islas.
Su confianza en la fiesta del árbol, su melancolía
como escritor y desesperanza como hombre, nos dan los rasgos
fundamentales de su manera de ser literaria.
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