Instalando Linux

 

 

 

 

Instalando Linux

 

Ayuda a la instalación de la distribución Slackware

   Este es un extracto de la Installation-HOWTO, orientada fundamentalmente a la instalación de Linux Slackware. Mucha de la información sobre instalación de Slackware es aplicable a cualquier versión de Linux, pero no necesariamente al pie de la letra. Aparte de otras muchas variantes que se puedan considerar, a la hora de instalar Linux en nuestro disco duro hay básicamente dos formas: UMSDOS y Partición nativa. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, pero como se verá es recomendable que todos los usuarios terminen usando el segundo método ya que es el más eficiente y el que mejor aprovecha las ventajas de Linux.

 

Instalación con UMSDOS

   Consiste en aprovechar el espacio de disco que queda libre en los PCs con MSDOS, sin necesidad de tocar las particiones de disco. Linux es un sistema operativo, y como tal totalmente independiente, no requiriendo por tanto ningun otro sistema operativo en su ordenador (aunque puede convivir perfectamente con ellos). Sin embargo es un parque muy amplio el de usuarios que ya tienen instalado MSDOS y/o MS-Windows y que, al no considerase expertos, no se atreven en un primer momento a reparticionar el disco para sustituir total o parcialmente a su sistema actual. Para ellos, o simplemente para quien quiera ver y probar Linux sin ser tan drásticos formateando discos duros, la solución es UMSDOS. Permite crear, a partir de un directorio de MSDOS, toda la estructura que tendría un disco nativo de Linux. Cuando arranque el sistema, Linux emulará su disco a partir de la información en ese directorio. Es totalmente funcional, pero puede ser ligeramente más lento en ordenadores de gama media-baja y no aprovecha la gestión de disco nativo. Una gran ventaja es que si se libera disco en Linux, implícitamente estamos creando espacio que será aprovechable cuando arranquemos MSDOS, y viceversa. Además, el día que queramos deshacernos de Linux (¡poco probable!) o que simplemente nos decidamos a hacer una instalación completa, desinstalar ese Linux es tan sencillo como simplemente borrar sin contemplaciones el directorio C:\LINUX que creó desde MSDOS.

 

Instalación en partición nativa de Linux.

   Salvo la fase inicial en la que se preparan las particiones nativas o el UMSDOS, el procedimiento restante de instalación es básicamente el mismo. Ya que puede ser el que provoque más dudas, centraremos estos consejos de instalación en la instalación con partición nativa. Pero recuerde que esto no es una guia de instalacion, sino un complemento a las intrucciones de instalacion de su version de linux. Lea la installation-howto y/o el manual que acompaña a su distribucion antes de comenzar, o de lo contrario puede fallar la instalacion e incluso inutilizar el software que pueda tener ya instalado en su ordenador. La distribucion tomada como base es linux slackware 3.0. el procedimiento puede variar de unas versiones a otras. en caso de duda acuda a los manuales de su sistema o consulte a los canales de ayuda y soporte linux habituales (en internet o a su distribuidor) los autores de esta documentacion no se responsabilizan de los posibles desastres que pueda ocasionar. si decide continuar es bajo su exclusiva responsabilidad. (¡nos gusta dormir tranquilos!).

 

Preliminares

   En esta instalación es necesario que LINUX disponga de una partición distinta a la de MSDOS para trabajar. Si ya tiene algún sistema instalado, lo más frecuente es que sea una única partición DOS que ocupe todo el disco, por lo que reparticionar supone eliminar esa partición para volver a crearla asignándole menos disco para hacer sitio a Linux (o para dárselo totalmente, según la instalación escogida). Eso supone perder como norma general todos los datos en las particiones ya existentes. Existe, sin embargo, una utilidad anexa a Linux que corre sobre MSDOS y que permite "encoger" una partición de DOS siempre que la unidad tenga espacio libre y haya sido totalmente defragmentada (con la utilidad "DEFRAG" de MSDOS 6.x o similares). Esto le permitirá crear nuevas particiones conservando sus datos en la partición MSDOS actual. Esta utilidad se llama "fips" y la encontrará en su servidor habitual en la red junto a otras utilidades de MSDOS para ayudar a la instalación de Linux.

 

Lea la documentacion de fips antes de utilizarlo

   Primero debe liberar en MSDOS el espacio que pretenda reservar parala nueva partición de Linux (y para el espacio de swap, como despuésse comentará). Después debe defragmentar la partición de DOS con lautilidad "defrag" que acompaña a las últimas versiones de DOS, obien sus equivalentes de PCTools o Norton. Ahora puede correr elprograma fips y crear una nueva partición con el espacio liberado. Lo habitual será crear dos particiones: una Linux native para el sistema, y una Linux swap con por ej. el doble que de RAM, pero en caso de necesidad incluso puede ahorrarse una partición específica para swap, y "robar" ese espacio de disco bien a MSDOS o al propio Linux.

 

Formateo de la partición

   Una vez añadida la nueva partición que destinaremos a Linux, hay que preparar la siguiente etapa, el arranque de Linux, ya que salvo el apartado anterior en el que salvaguardamos la instalación previa de MSDOS, toda la instalación se hará desde el propio Linux. Para arrancar necesitaremos dos disquetes (en algunas distribuciones como RedHat pueden ser tres), donde grabaremos tanto el núcleo del sistema operativo como los primeros programas con los que poder empezar a instalar. El primer disquete es el que etiquetaremos como "boot disk", y es donde irá el núcleo del sistema con el que arrancar. Como Linux es casi un sistema "a la carta", que puede llevar en el núcleo más o menos funcionalidades según nuestras necesidades, deberemos escoger entre los núcleos precompilados aquel que se adapte mejor a nuestro caso. En el futuro será recomendable que incluso recompilemos nuestro propio núcleo para personalizarlo aún más, añadir lo que falte y simplificar lo que sobre en nuestro caso. El siguiente disquete es el "root disk" o "ramdisk", que incluye el software mínimo que cargaremos en memoria para la instalación.

   En la distribución de Linux tendremos una serie de ficheros que constituyen "imágenes" de esos disquetes. Es decir, una vez elegidas qué diquetes necesitaremos, los crearemos a partir de esas imágenes, bien desde otro sistema Linux ya funcionando (o incluso de cualquier Unix en general), bien desde MSDOS con otra utilidad complementaria de "fips": "rawrite".

   Una vez hecho esto ya puedes arrancar con tus discos. Introduce el "boot disk", arranca el ordenador y sigue sus instrucciones. Cuando finalice la fase de arranque Slackware te ofrecerá un símbolo para hacer "login" (entrar en el sistema), mientras que RedHat arrancará directamente la aplicación de instalación. Utiliza el nombre "root" como nombre de usuario (es el super-usuario que administra el sistema). La primera vez no necesitarás clave alguna para entrar.

   Ya estas en el prompt de Linux, desde donde puedes crear tus particiones y tu espacio de swap (es una zona especial de disco que Linux usa como memoria virtual que complementa a la memoria RAM del ordenador). Al igual que en MSDOS, el comando para gestionar particiones se llama "fdisk". En algunas versiones hay también una "cfdisk" con un interfaz más asequible, aunque iguales en lo básico.

   Si posees una partición de MSDOS, no te asustes, sigue adelante, no la vas a perder simplemente por entrar en fdisk, pero sí que debes tener precaución al añadir la partición linux sobre el espacio que le habíamos quitado a MSDOS, para no afectar a éste. Dentro de fdisk usa la opción 'n' para añadir nuevas particiones. Dalas de alta como particiones primarias (si ya tienes una particion de arranque con MSDOS, ésta será la partición 1 y a partir de ahí añadirás particiones Linux). Es ahora el momento de añadir el espacio de swap, conveniente siempre, e incluso imprescindible si se dispone de memoria igual o inferior a 8Mb. Como regla orientativa puede servir tener el doble de swap que RAM (para 8Mb o menos de RAM), y 1.5 veces para memorias superiores, pero depende de la disponibilidad de disco y de memoria que tengamos, así como del uso que le vayamos a dar. En realidad será tu experiencia la que te irá diciendo en sucesivas instalaciones cuánto swap necesitas. En caso de disponer de más de un disco duro es muy recomendable tener separadas las particiones de linux y de swap (por ej. DOS+swap en uno y linux en el otro), lo que mejorará el rendimiento global.

   Una vez creadas las particiones, hay que definir también en fdisk el uso que van a tener (tipo de partición), siendo obviamente "linux swap partition" (tipo 83) para el swap, y "Linux native partition" para el propio linux. Al final, y siguiendo con este ejemplo, tendrás tres particiones definidas: MSDOS, marcada como "activa", con el arranque.

 

Linux swap

   Linux Native, donde residirá el linux. No tengas miedo por tocar y probar: hasta que no uses la opción de escribir a disco, puedes hacer todo tipo de pruebas y/o cancelarlo todo hasta estar seguro y grabar la nueva tabla de particiones.

   Es probable que haya que rearrancar si modificamos las particiones, y continuar con el software de instalación de nuestro Linux. En el caso de Slackware, ese software de instalación ya necesita al menos 8Mb de memoria, por lo que si estamos justos de memoria tendremos que activar ya mismo el swap antes de ejecutarlo. Si ese es el caso, hay que hacerlo en dos pasos: formatear la partición de swap y luego activarla para que empiece a complementar la RAM. Los comandos serían:

 

mkswap -c /dev/hdXX

swapon /dev/hdXX

 

   Donde /dev/hdXX sería el nombre de la partición que hemos definido como swap. Una vez hecho esto, Slackware ya aporta una utilidad de instalación que detectará las particiones creadas y procederá con el resto de la instalación con la aplicación "setup", que nos guiará durante toda la instalación con un sencillo interfaz de menús, que no requiere muchas explicaciones. Durante una de las etapas de la instalación Setup intentará preparar el swap. Si lo hemos hecho ya a mano habrá que indicarle que se lo salte, mientras que en el resto de los casos dejaremos que setup haga todo lo que tenga que hacer.

 

Instalación de los discos

   Slackware divide la distribución del sistema operativo en "series" temáticas, y a su vez cada una de ellas en directorios que se corresponden perfectamente con disquetes de 1.44Mb. Los discos esenciales serían los de la "Serie A", con los que el sistema ya es arrancable autónomamente desde el disco duro, aunque en la práctica lógicamente instalaremos también la "AP" (aplicaciones básicas), "N" (software de red, si vamos a conectarnos con cualquier modalidad), "D" (compiladores y librerías), "X" y "XAP" para el entorno gráfico XFree86.

   Por su parte RedHat organiza el software también en "paquetes" instalables de forma independiente y también agrupados por temas, aunque no sigue ningún esquema traducible en disquetes, por lo que las únicas vías de instalación son CDROM o directamente de la red.

 

Configuración

   Una vez cargados a disco los paquetes de software, la siguiente fase será la de configuración, que se realiza desde el mismo programa de setup. Como esta parte es muy variable y depende de cada caso. Nos centraremos en dos puntos típicamente problemáticos: el arranque del sistema (incluida la posibilidad de arrancar múltiples sistemas operativos desde distintas particiones o distintos discos) y la configuración de red.

 

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