¿Cómo Afectarán los Cambios Económicos a la Adopción de Tecnología?

Andrés del Pino - Comunicaciones INTA Marcos Juárez

De concretarse los recortes en el paquete tecnológico que muchos productores harían para poder mejorar los números de frente a la campaña fina, las consecuencias no solamente harían impacto en los rindes: se estaría perdiendo mucho de lo ganado en los últimos diez años, donde los avances en tecnología permitieron al sector enfrentar momentos de zozobra económica similares al actual.

El tiro por la culata

Los diversos trastornos que la devaluación de la moneda y la actual inestabilidad económica provocan al campo y llevan al productor a afinar el lápiz hasta límites impensables, pueden traer consecuencias indeseables si descartando tecnología y alternativas de manejo -cuyos precios de insumo se han incrementado varias veces- se prefiere salvar el presente a toda costa, arriesgando un futuro que con recortes de ese tipo augura tropiezos mayores en la productividad.

Según los especialistas, la incertidumbre sobre el futuro inmediato y con la campaña fina en ciernes puede repercutir ampliamente en la adopción de tecnologías impactando tanto en superficie cultivada como en rendimiento. Lo que califican de "estado de confusión", adjetivo de preferencia a la hora de otear el horizonte económico del país, tal vez pueda aclararse o al menos remar hacia puertos más seguros con un adecuado asesoramiento técnico y planificar más ajustadamente que nunca la campaña de forma de no resignar los avances tecnológicos incorporados en los últimos años -que han permitido optimizar los rindes- y aplicar los insumos con el menor margen de error posible. Al respecto, la fertilización y la siembra directa, dos herramientas de importancia decisiva, están en la mira de todos.

 

No aflojarle a la tecnología

" Con respecto al impacto de la nueva realidad económica en el desarrollo de la próxima campaña agrícola, el panorama es bastante incierto", opina el Ing. Gabriel Espoturno, del INTA Corral de Bustos. "La indefinición en cuanto a medidas para el campo, que varían permanentemente, dificultan la toma de decisiones y uno sospecha y hasta puede prever un impacto negativo con respecto a la adopción de tecnología, con correlato en la caída de productividad".

El Ing. Alejandro Saavedra, del INTA Justiniano Posse, destaca el rol del técnico asesor para que en este tipo de situaciones acerque la mejor salida al productor agropecuario. "Los planteos de rotación y de paquetes tecnológicos se podrían resentir y justamente ahora es el momento afianzar un poco estos temas, mas allá de la conveniencia o no del paquete de insumos. No deberíamos perder todo lo que hemos hecho con la siembra directa en rotación por incrementar un área de soja que implica un monocultivo".

Hugo Ghío, técnico y productor miembro de AAPRESID y referente en técnicas de fertilización y en siembra directa, coincide en que a pesar de que los números pinten feo, no hay que aflojarle a la tecnología porque el retraso se paga caro. Y hasta tiene tiempo para encontrar índices alentadores. "Estamos viviendo un momento especial en el que hay cambios constantes, tenemos claro que algunos insumos como fertilizantes, herbicidas, fungicidas, como consecuencia de las retenciones que han tenido nuestros productos, han elevado sus costos en relación a los mismos productos. Pero por otro lado, algunos costos de producción aún están algo por debajo de los históricos, lo que nos hace pensar que los precios a nivel de productos se mantienen o se han incrementado ligeramente". En cambio, aunque se haya resentido el ingreso de la producción por hectárea, Ghío sostiene que "no por eso tenemos que cambiar todo el modelo de producción".

El área agrícola de la región pampeana central evolucionó en los últimos diez años en lo que a adopción de tecnologías se refiere, básicamente con el paquete de siembra directa, rotaciones, fertilización, uso de genética mejorada e inclusive los adelantos en el proceso de almacenaje y comercialización. "La planificación de un establecimiento es un proceso que demanda mucho esfuerzo y horas de discusión, y una diferencia a favor de uno u otro cultivo puede significar un ahorro en los costos que no siempre se efectivizará en la cosecha seis meses después", apunta el Ing. Carlos Rampello, Coordinador del Area Economía, Estadística e Informática del INTA Marcos Juárez.. "No hay que olvidar que, aún en la agricultura, la diversificación de actividades es siempre beneficiosa porque incrementa la productividad en el cultivo siguiente, disminuye el riesgo climático, el económico, y mejora la perfomance de la empresa en su conjunto. "Ahorrar" en las rotaciones o en el cambio de sistema de siembra, a mediano o largo plazo es una mala inversión".

"Esperemos que esto sea una coyuntura y no una situación estructural", prefiere pensar Espoturno, ampliando sobre lo complicado que parece ser el realizar recomendaciones de parte de los asesores privados y aventurando una baja en la superficie de los principales cultivos. El permanente contacto del extensionista del INTA con productores y proveedores de insumos aporta al diagnóstico de la situación: "Un análisis muy rápido que hace el productor es cuál es el dinero o el flujo financiero que va a necesitar para afrontar la próxima campaña y cuando hace los números gruesos ve que trigo y maíz se han transformado en dos cultivos de alto uso de insumos por fertilización y control de enfermedades y plagas. En una situación en la que uno sospecha que no va a haber financiamiento -o que el que haya va a ser muy caro- lo que puede disminuir es el uso de insumos, preferentemente los fertilizantes, y los que son más drásticos están pensando en no realizar el cultivo directamente".

Agrega Saavedra que "también, para aquellos productores que están mejor situados, hay ciertas tecnologías como el caso de agricultura precisión, que aunque hoy algunos la vean difícil de aplicar por su costo dolarizado, tiene como objetivo principal hacer un uso eficiente de insumos, en el lugar y momento apropiado".

Ghío apunta a su vez sobre otros perfiles del futuro inmediato: habrá plata en mano?. "Debemos concentrarnos en ver si tenemos el capital circulante para enfrentar la próxima campaña porque creo que ahí habrá serias limitaciones y probablemente ni de los bancos ni de las compañías tendremos la financiación de los últimos años. Eso nos preocupa bastante mas que los mayores costos de algunos insumos. Por otra parte, perdimos la tranquilidad para hacer las compras y los pagos. Esto genera incertidumbre, ansiedad y precisa de mayor dedicación a lo que es el manejo financiero de una empresa".

Desde el punto de vista productivo pero también sostenible, el Ing. José Marcellino, del INTA Río Cuarto, lamenta las consecuencias que ya se advierten en una zona cuya adopción de la directa venía ayudando a paliar los hondos efectos de la erosión. "En los últimos 7 años tuvimos un vertiginoso ritmo de adopción de labranza cero tanto en producción agrícola como ganadera, con gran proporción en alfalfa y avena. Transitando los caminos de la región podemos observar hoy que la mayoría de los lotes han sido removidos para siembra convencional". En su panorama, no obstante no descarta que en algún nivel la directa subsista para los cultivos de cosecha gruesa, advierte que "hay un alto riesgo de volver a las épocas de voladuras de suelo y a atrasos en la época de siembra, porque para nosotros la siembra directa tiene la ventaja de poder implantar un maíz 20 o 30 días antes que en la convencional, escapando a los problemas de Diatraea y al Mal de Río Cuarto", ejemplifica.

Por su parte el Ing. Guillermo Resch, del INTA Huinca Renancó, apunta que en el extremo sur cordobés la cero también está en la picota, aunque allí "normalmente el productor tiene sus herramientas de labranza convencional de manera que le es más sencillo cambiar. Las modificaciones no son tan dramáticas como la zona núcleo porque nuestra zona tiene la opción, a través de pasturas de alfalfa, de renovar y realizar la rotación de cultivos".

El paquete tecnológico ganadero, en una zona cuyo fuerte es ese sistema, igualmente muestra sus golpes y además perfila una posible reducción de cabezas, según enumera Resch. "Ha disminuido el uso de granos en la suplementación de la hacienda, y muchos productores están pensando aumentar la superficie agrícola. Además, este año están entrando con mas peso los pools de siembra, incluso para un cultivo nuevo para nuestra región sur como es el maní, con valores realmente sorprendentes".