CAMBIOS TECNOLÓGICOS Y FORMACIÓN PROFESIONAL
Aunque la introducción de nueva tecnología puede resultar beneficiosa para los trabajadores, mejorando la competitividad de la empresa y aportando una mayor seguridad en el empleo y mejores condiciones de trabajo, también puede tener graves consecuencias sociales y conlleva una mayor reducción de plantillas en la industria.
Lamentablemente, los sectores del textil, vestuario y cuero no han aprovechado al máximo la tecnología disponible y muchas veces siguen dependiendo en la reducción de los salarios para disminuir los costos laborales. En general, los sindicatos han sido ignorados en el proceso de introducción de nueva tecnología y una formación profesional inadecuada ha dejado a los trabajadores sin la preparación necesaria para hacer frente a las consecuencias de la búsqueda de mayor productividad. En muchos países en vías de desarrollo las compañías multinacionales, que se ha ido instalando en Zonas Francas de Exportación, no han cumplido sus promesas de transferencia de tecnología.
La FITTVC debe:
• instar a los afiliados para que exijan la plena participación a todos los niveles de toma de decisiones con relación a la introducción de nueva tecnología, asegurándose de que cualquier reducción de personal se realice de forma voluntaria, mediante jubilación anticipada o adoptando una política de no cubrir las vacantes que vayan surgiendo, en lugar de recurrir a reducciones de plantilla; y que los cambios tecnológicos conlleven mejoras en las condiciones de trabajo para compensar por una mayor productividad;
• asistir a los afiliados a que logren compromisos sobre formación y readaptación profesional, a fin de equipar a los trabajadores para los cambios asegurándose de que reciban la formación adecuada para llevar a cabo las nuevas tareas o trabajar con nuevo equipo, ayudando así a evitar el desempleo;
• trabajar con los afiliados en campañas en favor de una mayor atención por parte de los gobiernos y empresarios con respecto a la formación y readaptación profesional;
• presionar sobre los gobiernos para garantizar que las inversiones extranjeras den como resultado un auténtico desarrollo industrial y que la transferencia de tecnología esté acompañada por la formación adecuada y por una transferencia de conocimientos sobre el efecto que el nuevo equipo y los nuevos procesos de trabajo pueden tener sobre aquellos que los emplean.