Gestionar Equipos Virtuales
La Nueva Economía trae consigo
la existencia, cada vez más extendida, de equipos de trabajo virtuales.
Gestionar personas, que aunque con un objetivo común se encuentran físicamente
en lugares diferentes, tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Un equipo virtual de trabajo es generalmente un grupo de profesionales
multifuncionales, geográficamente dispersos, que trabajan en la consecución de
un objetivo común. Generalmente cuentan con algún tipo de limitación de espacio,
tiempo u organización, y se relacionan a través de las tecnologías de la
información y la comunicación.
Por estas características, su gestión resulta un tanto diferenciada de la de un
equipo de trabajo tradicional. Numerosos expertos han estudiado sus ventajas y
sus inconvenientes.
Obstáculos a superar
Entre la mayoría de profesionales reina la idea de que la deslocalización de los
miembros de un equipo de trabajo tiene más inconvenientes que ventajas. Sin
embargo, casi todos los problemas se centran en la relación humana entre los
trabajadores que forman el equipo.
• El principal impedimento se centra en la mayor dificultad para conseguir la
motivación del trabajador y en hacerle sentir que pertenece a un grupo.
• Los miembros de un equipo virtual carecen de todos los datos que la
comunicación no verbal transmite en un equipo 'cara a cara'.
• Es más difícil generar un sentimiento de confianza entre los profesionales. Un
caso común es cuando uno de los trabajadores no recibe respuesta de otros
compañeros al plantearles una duda. Surgen preguntas como: ¿No contestan?,
¿porque no han leído mi e-mail?, ¿no lo han recibido?, ¿no saben qué contestar?.
Si se logran establecer las vías de comunicación correctas, estos obstáculos
pueden superarse e incluso sacar partido de la virtualidad. ¿Cuál es el proceso?
Establecer equipos virtuales
• 1. Identidad y misión: El equipo necesita una identidad desde un
comienzo y una misión común compartida. Redactar desde un principio un documento
claro y conciso con estas premisas ayuda a establecer un sentimiento de grupo en
el equipo. Es necesario revisar la misión frecuentemente y adaptarla según sea
el curso del proyecto, siempre contando con la opinión de todos los miembros del
equipo.
• 2. Calendario: Al igual que se hace en los equipos de trabajo
tradicionales, hay que establecer un calendario de tareas y un ?deadline? para
las diferentes fases del proyecto.
• 3. Roles y metas: Es imprescindible fijar los roles de cada uno de los
miembros evitando siempre que sea posible la superposición de tareas. En los
equipos virtuales se corre el riesgo de cada uno quiera ocuparse de todo; es una
idea errónea que resulta poco productiva. Cada trabajador debe tener unas
funciones concisas y orientarse a unos resultados concretos.
• 4. Comunicación: Cuantas más vías de comunicación haya entre los
miembros del equipo mejor, aunque principalmente deben existir reuniones
presenciales y virtuales en las que participen todos los trabajadores y
contactos a través de e-mail, fax, teléfono. Sobre todo hay que sacar partido de
las facilidades que dan los medios digitales, como los chats, intranets, bases
de datos, videoconferencias, etc.
Son precisamente estas nuevas formas de comunicación las que ofrecen las
ventajas de los equipos virtuales.
Nuevas posibilidades
Con las nuevas tecnologías se abre un abanico de posibilidades:
• Un equipo virtual puede comunicarse frecuentemente tanto formal como
informalmente.
• Al trabajar en red, todos los datos pueden ser grabados y permitir el acceso a
todo el equipo de manera sencilla y regular. Esto algo muy útil sobre todo en
las reuniones virtuales.
• El desarrollo del proyecto puede llegar a ser un proceso de veinticuatro horas
en el que siempre haya alguien trabajando en algun lugar.
Hacia el éxito
El éxito en la gestión de un equipo virtual depende de si el líder o los líderes
son capaces de adaptar la manera de funcionar tradicional a la que imponen las
nuevas tecnologías.
• Antes del desarrollo del proyecto:
- Establecer un plan de comunicación especcífico que permita la interacción entre
los miembros y el desarrollo de confianza entre ellos.
- Impartir formación tecnológica específicca para aquellos miembros que no sepan
utilizar las herramientas técnicas a su alcance.
• Durante el desarrollo:
- Seguir un plan de control y disciplina ddiferente al que se aplica en equipos
tradicionales, quizás más estricto.
A pesar de la peculiaridad de los equipos virtuales, algunos autores coinciden
en que la mayoría se enfrentan a problemas similares que con los que tienen que
lidiar los equipos tradicionales: poco compromiso de los trabajadores,
sobrecarga de trabajo, roles ambiguos y ausentismo.