"La
implantación de GPS en los tractores y cosechadoras permitirá ahorrar
en la utilización de abonos y pesticidas lo que propiciará usos
agrarios más ecológicos" Así lo señalaba el profesor Alfonso García Ferrer en las Jornadas sobre aplicaciones GPS celebradas en la Universidad Pública de Navarra |
22 de noviembre de 2004 "La implantación progresiva de PGS en los tractores, práctica ya bastante habitual en Estados Unidos, permitirá en un futuro ahorrar en la utilización de hidrógeno, abonos o pesticidas lo que reportará no sólo beneficios económicos sino una agricultura más ecológica". Así lo afirmaba en Pamplona, Alfonso García-Ferrer Porras, profesor del Departamento de Ingeniería Gráfica e Ingeniería y Sistemas de Información Cartográfica de la Universidad de Córdoba. Este experto participó en la Universidad Pública de Navarra en unas "Jornadas sobre aplicaciones GPS", organizadas por el Departamento de Proyectos e Ingeniería Rural de esta universidad. En este encuentro profesionales e investigadores debatieron sobre los últimos avances en torno a las técnicas GPS aplicadas en áreas como la topografía, los escáneres láser 3D, la navegación portátil o en el ámbito agrario. Precisamente en esta última se inscribía la ponencia del profesor García Ferrer quien se refirió al "Uso del GPS diferencial en la agricultura de precisión". En concreto, este experto presentó el proyecto que desde hace cuatro años está llevando a cabo su equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba, conjuntamente con el CSIC, sobre la Agricultura de precisión. Un termino que define el profesor como "la tecnología de información basada en el posicionamiento satelital y que consiste en obtener datos georeferenciados en los lotes para un mejor conocimiento de la variabilidad de rendimiento expresado por los cultivos en diferentes sitios". En este sentido, "la Agricultura de precisión aporta exactitud. Por ejemplo, en un mapa de cosechas convencional se ve que una parcela produce un rendimiento de 2.000 kg/hectárea de trigo. Pero ese dato no es real, porque probablemente haya zonas que dan 3.00o kilogramos y otras que tienen 700 kg/Ha de trigo Ante esa variabilidad el planteamiento de la agricultura de precisión permite ajustar mejor la dosis de fertilización para cada parcela de manera que se haga de forma diferencial en función de las necesidades que tienen las distintas zonas". Este tipo de tecnología se implanta a través de la incorporación a tractores y cosechadotas de GPS. Aunque en España todavía se trata de una técnica experimental, el profesor García Ferrer explica que "en Estados Unidos, ahora mismo, dos de cada tres cosechadoras tienen un monitor de rendimiento que da el mapa de cosecha". Los beneficios de este tipo de tecnología son muchos, desde la variación variar de manera simultanea e independiente de la densidad de siembra a la fase de fertilización y control de plagas como resume este experto. "Se consigue una importante optimización en el uso del nitrógeno, de abonos y de todo tipo de tratamientos de pesticidas e insectidas lo que reporta no solo ahorro económico sino también importantes beneficios medioambientales". Tecnología cara El problema por el momento de la implantación de esta tecnología es su precio. "Todavía son tecnologías caras que no son rentables en todas las dimensiones de las parcelas. Por eso hay que trabajar para abaratar en la fabricación de GPS que puedan ser incorporados en la maquinaria agrícola". Precisamente el estudio que llevan a cabo los profesores andaluces trata de cuantificar el beneficio económico que esta tecnología aportaría en las condiciones de cultivo de Andalucía. "Es decir cuándo puede representar un beneficio económico para el agricultor, teniendo en cuenta que con las medidas ambientales de la Unión Europea, hay un acicate más para que el agricultor empiece a utilizar estos medios. En estos momentos yo creo que puede ser rentable en fincas grandes". Si existen estudios económicos centrados en Estados Unidos donde el uso de estas tecnologías GPS en la agricultura, está muy avanzado. "En estos informes se ha apreciado un ahorro de hasta 10 y 11 dólares por hectárea, en zonas extensivas, aplicando técnicas de agricultura de precisión". En cuanto al problema de la formación para el manejo de estas tecnologías, no parece ser un handicap en su desarrollo afirma el profesor García Ferrer. "Realmente quien conduce el tractor no necesita saber nada. Lo que pasa es que detrás, sí que tiene que haber alguien que interprete los datos que se obtienen. Pero ese puede el propio agricultor, o esos servicios se puede contratar por la cooperativa, o la propia asociación de agricultores. Después el agricultor a la vista de un plano de cosechas de tres años seguidos, inmediatamente observará qué partes de su finca tienen más o menos producción, y reaccionará instintivamente". |