La
nueva política
Por
Roberto Costa (*)
Es
una de las definiciones más escuchadas hoy en día, junto
con "los nuevos políticos" o " que se vayan
todos".
Según algunas encuestas, el 50% de la población se manifestó
porque se vayan todos. La pregunta que automáticamente surge
es ¿para que venga quién?
Es muy fácil actuar como un "seguigente", mirar las
mediciones y opinar igual que la mayoría aunque uno esté
convencido de que es un error. En este momento, el desafío
de los que nos consideramos dirigentes es actuar como verdaderos estadistas,
analizando la opinión de la sociedad y opinando de acuerdo
a lo que creemos que es mejor.
Estoy seguro de que muchos se tendrían que ir, sobre todo aquellos
que han tenido mayores responsabilidades, y por lo tanto mayor exposición,
y que aunque hoy presenten la mejor propuesta o el más elaborado
proyecto, igual nadie les va a creer. Pero no todos se tienen que
ir.
El Estado y por lo tanto la gente, han invertido mucho para que muchos
de nosotros ocupemos funciones importantes. Algunos nos hemos capacitado
en el ejercicio de esas funciones, sumándole a esa experiencia
el estudio y la preparación. Por eso, es que me animo a expresar
que "los nuevos políticos" no nacen de un repollo,
hay que dedicarse, aprender y capacitarse para mayores responsabilidades,
cuestión que lleva muchos años.
Desplazar a los jerarcas y sobre todo en los partidos tradicionales,
es muy difícil, pero las internas abiertas y otras reformas
políticas harán que este recambio se produzca en el
corto y mediano plazo.
Por supuesto que hacen falta más y mejores hombres y mujeres
en la actividad política, para que juntos hagamos la nueva
política, que a mí me gusta llamar la buena política,
porque no hay que terminar con lo viejo sino exterminar lo malo.
Por una cuestión de marketing la seguiremos llamando la NUEVA
POLITICA, que va a concretarse con el trabajo sobre tres puntos fundamentales:
la transparencia, la participación y la representatividad.
Transparencia:
* todos los ciudadanos deben tener acceso directo a toda la información
oficial, para saber no sólo cuánto se gasta, sino cómo
se gasta.
* declaración jurada al iniciar y finalizar los mandatos, no
sólo de los funcionarios sino también de sus familiares
directos.
* rendición de cuentas de los partidos políticos, no
sólo en las campañas.
Participación:
* es necesario educar para la participación, propiciar el ingreso
de nuevas personas a las ONGs y fundamentalmente a los partidos políticos,
facilitando la formación de nuevas fuerzas políticas.
Representatividad:
* no dudo en afirmar que la crisis de representatividad se ha generado
por el incumplimiento de las promesas electorales. Para reafirmar
ésto voy a recordar algunas frases de diferentes actores en
distintos momentos, que todos recordarán y cada una de las
cuales generó grandes expectativas en su momento:
1. " voy a ir a levantar con los gerentes de los bancos las persianas
de las fábricas..."
2. " con la democracia se come, se cura, se educa..."
3. " revolución productiva y salariazo..."
4. " voy a ser el médico de cada enfermo..."
Cuánta esperanza generada, cuánta traición materializada...
Por eso hay que plantear :
* la obligación de nominar pocas ideas fuerza en la campaña
que sean de claro cumplimiento y que la traición a esos postulados
sea suficiente razón para solicitar la revocación de
mandatos.
* terminar con las boletas sábana, para que no exista el efecto
arrastre de los candidatos nacionales y que cada nivel de elección
genere el debate de cada uno de los temas.
* personalmente, me inclino por el sistema mixto de elección
uninominal y plurinominal (proyecto que ya he presentado)
Como hombre de la política me han invitado formar parte y así
lo hice, del GRUPO LAZARO, espacio de opinión formado por idea
de Monseñor Jorge Casaretto e integrante del Diálogo
Argentino.
A partir de la participación en este grupo y de otros seminarios
realizados últimamente, entendí que la nueva política
o la buena política somos todos los que estamos dispuestos
a trabajar y discutir para solucionar los problemas que tenemos entendiendo
que no todo lo nuevo es bueno, que novato experto no existe (como
señaló Felipe Noguera) y que debemos trabajar para capacitarnos
y regenerar la esperanza, la credibilidad, la solidaridad y la confianza
de nuestra sociedad para salir de esta crisis.
Sé que me he equivocado algunas veces y pido disculpas por
eso, también sé que he acertado algunas otras; sin embargo,
siento que no es suficiente.
Tuve la satisfacción de disfrutar de la época en que
los políticos éramos los líderes del cambio,
padezco hoy la etapa en que como chivos expiatorios somos culpables
de todos los males.
Voy a seguir en la lucha. Para enmendar los errores, reafirmar los
aciertos, trabajar y estudiar. En definitiva, capacitarme aún
más para ofrecer mi humilde aporte para que nuestra Patria
sea una verdadera Nación, para que nuestros hijos quieran seguir
viviendo en nuestro país porque les brinda verdaderas posibilidades
de bienestar y para que se recupere esa movilidad social ascendente
que tuvieron nuestros mayores.
Es difícil pero no imposible, la única forma de lograrlo
es intentándolo. (AIBA)
(*) Vicepresidente del Bloque de diputados de la UCR