La
Torre de Babel Argentina
por Ernesto Eduardo González (*)
-Recordando
a Martín Buber, hoy la mayoría de los argentinos estamos
"a la intemperie", sufriendo una crisis que provocaron unos
pocos, que están libres de toda culpa y cargo.
Argentina, que nuestro presidente, el Dr. Eduardo Duhalde no dejo
dudas acerca de que está quebrada y refundida, está
en un punto que podríamos denominar "el invierno del descontento",
que nos anuncia males mayores y el no retorno a un estilo de vida.
Una enorme porción de conciudadanos se hunde cada día
más en la ciénaga del hambre, la pobreza, la desocupación,
la enfermedad y la tiranía de lo económico-financiero.
Para los amigos de la libertad, esto resulta intolerable, y por esto
se necesitan propiciar cambios estratégicos para ofrecer a
todos, las más amplias oportunidades vitales, frente a los
poderes arrogantes y a un viejo y obstinado régimen, aferrado
a sus privilegios, y que ha perdido credibilidad y confianza: es la
hoy denominada "clase política", que frente al "que
se vayan todos", muestran un escenario, un panorama de estar
ante un enorme barril de pólvora social, donde cualquier chispa
provocará la explosión para que un viejo edificio se
desmorone.
Este terremoto se avecina.
Ineludiblemente, frente a una Argentina de abundancia para muy pocos
y de escasez para casi todos.
Sin ahondar mucho sobre los orígenes de tanta desigualdad,
se puede afirmar, que es el resultado de las estructuras de poder.
Hoy esas jerarquías feudales argentinas, con sus privilegios,
constituyen las pautas ininputables de la increíble desigualdad
y base del conflicto social moderno que llega a la Argentina para
centrar su batalla en los desequilibrios extremos, en la búsqueda
de un real Estado de Derecho para una verdadera ciudadanía,
con deberes y obligaciones, con derechos y responsabilidades civiles,
como condiciones indispensables para la libertad, frente a una realidad
actual de rigidez, estancamiento, de esclerosis, de exclusión
para millones de ciudadanos que ya no se "bancan" a los
Sumos Sacerdotes de la Verdad Unica, y que los autoriza a destruir
a los que no la comparten, que los obliga a hurgar en las bolsas de
basura para sobrevivir.
Un pensamiento autista de quienes detentan poder y no se dan cuenta
que se hunden como Narciso, contemplando su propia imagen, sin un
verdadero diálogo y reflexión con su pueblo.
Es tan doloroso ver esta Torre de Babel, con sus "corporaciones
políticas", aguadas, dormidas, confusas, discursivas,
anémicas, sin resultados, en medio de un ambiente social que
avecina un colapso, en razón de que los ciudadanos no confían
en sus representantes, apretados además por un clima de "juicio
final", presos del "corralito" y del apocalíptico
FMI, que marca un declive que hace difícil de sobrellevar un
escenario de paz y donde el peligro latente, el riesgo está
en un conflicto con graves consecuencias, si no salimos de esta Torre
de Babel.
Es decir: o nos encaminamos hacia un país destrozado o hacia
un cambio estratégico ya, ahora, ya que mañana puede
ser tarde y las consecuencias de nuestra inacción de hoy, las
sufriremos por años de desigualdades inaceptables, frente al
actual país que se siente inmóvil, donde falta claramente
una Política de Libertad, que ofrezca a la mayoría de
los habitantes, las más amplias oportunidades vitales, y que
hoy es una pesadilla perturbadora de millones de excluídos,
de una realidad argentina caótica.
(*)Ernesto Eduardo González es docente universitario, licenciado
en demografía, doctor en psicología y magister en drogadependencia