SERGIO
MASSA Y EL RIDÍCULO
Por
Gabriel Russo
El feriado bancario originó dificultades para el pago de haberes
a los jubilados. El Anses no tuvo mejor idea en lugar de esperar unos
días que abonarles a los abuelos en los lugares más
insólitos llevando la humillación a su más alto
esplendor.
En el estadio de Racing se pagó a los viejos el total del mes
más un vale para ver 15 minutos del segundo tiempo del próximo
partido de la Academia. También se pagó un pool, aquí
cobraron todos menos don Angel que embocó la bola negra en
la buchaca.
Una panadera también ofició de centro de pagos. Aquí
los jubilados tuvieron su haber más el derecho de oler dos
veces consecutivas vigilantes y bolas de fraile. Aquellos que tienen
jubilación de privilegio se llevaron un kilo de masas finas.
La calesita de Ezeiza también pagó. Pero acá
hubo dificultades, cobraba quien sacaba la sortija mientras los demás
aplaudían. En una cochería también se atendió.
Aquí los jubilados se llevaron su fortuna en lecops más
dos cuotas pagas para su velatorio y una corona a estrenar.
La iglesia supo reemplazar a los bancos. En Belgrano los viejos llegaron
a la Casa de Dios un día diferente al domingo. Esta vez en
vez de dar una limosna a la charola, la recibieron. Eso sí,
con el pago efectuado pudieron comulgar.
Y así se sucedieron los insólitos lugares preparados
para el pago. El responsable de Anses, Sergio Massa por tratar de
resolver un problema humilló aún más a los jubilados.
El hoy duhaldista evidentemente no tiene idea de valores como la dignidad
y la estima. En vez de esperar 48 horas para que cada pensionado cobre
en los lugares acostumbrados apuró el trámite y aumentó
la vergüenza de ser viejo.
Escasa es la experiencia de este diputado provincial en uso de licencia.
Su suegro, Fernando Galmarini, poco pudo aconsejar a este operador
de Luis Barrionuevo y socio de Raúl Othacehé.
Este joven político, hace algunos años presidente de
la juventud liberal, luego menemista y orteguista, amigo de Aldo Ducler
supo cómo arribar a un gabinete ilegítimo. Difícilmente
entienda que existen valores que están más allá
de lo material. La dignidad en las personas que están acabando
su vida hay que mantenerla hasta las últimas consecuencias.
Evidentemente sus asesores de imagen, Marcelo Mendieta (Ambito Financiero)
y Jorge García (BAE) no supieron convencerlo o quizás
ni lo intentaron (todo sea por un sueldo).
Pero tampoco hay que ser terminantes, seguramente Massa aprenderá
de la experiencia y el próximo pago se realizará en
forma normal. O también puede seguir escuchando a sus asesores,
un consejo si ha de seguir en esta línea: que se pague en restaurantes
así los abuelos tendrán derecho a oler la comida de
los parroquianos además de cobrar sus ostentosos sueldos. Como
decía Perón: se vuelve de todos lados menos del ridículo.
(Agencia NOVA)