La
economía, en una de sus más severas crisis
Los mercedinos están al borde de un ataque de nervios - El
comercio local está muy cerca de llegar a un inevitable colapso
o El gobierno provincial, uno de los empleadores más importantes
de la ciudad, podría comenzar a pagar parte de sus sueldos
con bonos o El arribo de dos cadenas de hipermercados podría
ser el golpe de gracia para la actividad comercial mercedina.
(Por Javier Guevara)
La ciudad de Mercedes no es una isla y está, al igual
que la gran mayoría de las localidades bonaerenses, sumida
en una crisis que parece no tener fin y que, por el contrario, cada
día se agudiza más.
El viernes 29 de junio el municipio anunció que iba a poder
pagar los aguinaldos y los sueldos en término. La noticia fue
tomada con beneplácito no sólo por los interesados sino
por el comercio, que ese fin de semana notó el circulante de
divisas. Un hecho que años atrás no hubiese generado
ninguna manifestación especial fue hasta producto de coberturas
periodísticas especiales y críticas de la oposición.
Es cierto que no todo lo que brilla es oro y se sabe que el municipio
realmente debió hacer un importante esfuerzo para alcanzar
ese objetivo y se vio obligado a atrasarse con varios de sus proveedores.
A propósito de la delicada situación financiera que
atraviesa el Estado (municipal y provincial) el pasado miércoles
último el gobernador Carlos Rückauf convocó a una
reunión de último momento a los mandatarios municipales
para analizar los pasos a seguir ante la demora de las coparticipaciones.
Como corolario de esa reunión anunció que a los proveedores
se les iba a pagar la deuda con bonos (se estima una deuda de 180
millones de pesos) y si bien garantizó que los sueldos de junio
se pagarán en efectivo, anunció que el medio aguinaldo
será liquidado entre el 16 y el 20 del corriente, pero se negociará
el pago de un porcentaje con estos títulos. Al mismo tiempo
se informó que "seguramente, la provincia de Buenos Aires
hará modificaciones en su masa salarial, que en términos
anuales supera los cinco mil millones de pesos".
La noticia afectará negativamente una economía local
ya bastante deteriorada, puesto que de la elevada planta estatal de
la ciudad, un alto porcentaje depende de la provincia.
Siguiendo con lo que está ocurriendo a nivel provincial cabe
señalar que desde esta semana se realizaron cambios estructurales
en la política del Banco Provincia para con sus cuentacorrentistas.
La idea del Consejo Directivo es reducir entre un 10 y un 20% todos
los acuerdos y no pagar más cheques por arriba de los mismos
si no son cubiertos con efectivo sin tener más en cuenta los
valores en tránsito como resguardo de pago. La medida se tomó
a raíz de que son muchos los descubiertos que han aumentado
por los excesivos rechazos de cheques que se están realizando
en el sistema bancario. Todo parece indicar que se está frente
a un serio crack financiero. Como muestra vale señalar que
de la totalidad de los cheques rechazados solo el 10 por ciento son
presentados por el cuentacorrentista para evitar ser 'marcado' ante
el Banco Central. Esta entidad está recibiendo un promedio
de 15.000 notificaciones de cheques devueltos por falta de fondos.
Sólo en el Banco Provincia de nuestra ciudad se rechazaron
en la semana que pasó un promedio de 30 cheques diarios.
Esta situación dejó al borde del colapso a más
de un comerciante y empresario local que encontró que virtualmente
se le cortó la última fuente de financiamiento. Encima
de males los que tienen empleados deben afrontar el pago del medio
aguinaldo más las cargas impositivas que ellos generan. Más
de un comerciante renovó sus quejas ante la Cámara Económica
Mercedina para que estos las hagan presente ante las máximas
autoridades bancarias de la entidad crediticia provincial.
La
gran crisis
La última semana estuvo sembrada de malos augurios. Las dudas
sobre la continuidad del gobierno (tanto nacional como provincial)
y/o del ministro de Economía generaban aún más
malhumor entre los habitantes de la ciudad. La intempestiva reunión
del gobernador con los intendentes fue la primera señal de
que la cosa estaba empeorando y la soledad de varias instituciones
bancarias a pesar de la altura del mes hacían notar claramente
la gran escasez de liquidez en el mercado local. El subsecretario
de comunicación Baylac admitió ante los medios que el
gobierno nacional estaba soportando fuertes presiones para devaluar
y dolarizar la economía. Y el viernes se conoció la
noticia de los bonos en la provincia.
Varias fuentes señalan que en una reunión realizada
días pasados en el Banco Central de la República Argentina
las autoridades le habrían informado a los bancos que tenían
que estar preparados ante la posibilidad de que el 10 de julio (mañana)
se decrete feriado bancario y cambiario. El rumor es tan contundente
que los empleados bancarios estuvieron cerrando hasta último
momento varios acuerdos de refinanciación de deudas.
Cuál sería el objeto de este feriado según las
fuentes: devaluar. El motivo: mañana vencen 1.200 millones
en títulos de la deuda pública y si el gobierno no las
paga entrará en el tal temido default (cesación de pagos).
El gobierno obviamente no los tiene y debería salir a pedir
a los mercados, pero también sabe que no obtendría el
100 por ciento de lo que necesita. Economía renovaría
la bicicleta financiera: pediría 850 millones y utilizaría
350 millones de la recaudación que deberán ser repuestos
antes de fin de mes para que los números cierren en línea
con el Fondo Monetario Internacional.
El fundamento del rumor es que muy posiblemente los mercados le bajen
el pulgar a este préstamo o las tasas que se deban pagar sean
extremadamente ruinosas. En ese caso el gobierno puede optar por devaluar,
que es lo que varios sectores ortodoxos de la economía le están
reclamando.
Otros
sectores
El sector comercial no es el único que está inmerso
en la crisis. La presencia de las carpas en los jardines de la plaza
San Martín recuerda en forma permanente la carencia total de
recursos municipales para solucionar la difícil situación
social en este partido. Cabe recordar que en el verano del 2000, estando
Gioscio en Mar del Plata, se plantó la primera carpa del hambre
y al retorno del viejo caudillo apareció una solución
para que los desocupados desalojen la plaza. Ahora la posibilidad
de una solución se complica mucho y está claro que no
le puede dar ninguna solución a sus reclamos.
Como muestra del alto grado de pobreza vale señalar que en
la actualidad la cantidad de domicilios que no tienen luz por falta
de pago llegó a niveles inusitados y nunca vistos en esta ciudad.
Y lo peor es la resignación de quienes se han acostumbrado
a vivir sin luz en estos fríos días de invierno.
Mercedes ya no es más aquel lugar paradisíaco donde
había trabajo, seguridad y solidaridad. Por el contrario se
parece cada vez más a las comunas del conurbano bonaerense
en donde nada se puede hacer para detener el avance de la pobreza.
Los
bajos impuestos
En medio de este panorama desolador los comercios están observando
atónitos cómo otros hipermercados (Coto y Día
Discount) preparan su arribo a esta ciudad. Uno de ellos en avenida
40 y 107 y el otro en pleno corazón de la ciudad, más
exactamente en avenida 16 entre 27 y 29.
Observan atónitos porque -salvo intentos de la Cámara
Económica- no han mostrado su verdadera ira ante esta noticia
que creen el principio del fin. A propósito de los hipermercados
cabe señalar que en la semana que pasó en el programa
Detrás de las noticias (América, de 21 a 22) el columnista
Marcelo Zlotowiazda dio a conocer cinco declaraciones juradas de empresas
reconocidas -entre ellas cuatro cadenas de hipermercados que incluyen
a Disco- cuyo monto de pago de ganancias es cero: lo que es decir
que no deben pagar impuestos a las ganancias. El movimiento y la facturación
del supermercado de la 29 es tan importante que cuesta creer que no
deba pagar impuesto a las ganancias y así lo creen los pocos
comerciantes encuestados, que a pesar de la crítica situación
han tenido que abonar no menos de 500 pesos del mencionado impuesto.
Si se tiene en cuenta que un monotributista de la categoría
más baja (una facturación de 1.000 pesos mensuales)
abona en concepto de ganancias unos 150 pesos, salta a la vista la
gran desproporción que existe entre los pequeños emprendimientos
y aquellos que tienen una facturación diaria que ronda los
50.000 dólares.
Martes
10 de Julio de 2001