Silenciosos
y quietos, el cuerpecito inerte,
Los niños muertos tienen un singular misterio,
parece que con ellos se fuera al cementerio
El futuro quebrado por mano de la muerte
De
sus calladas bocas fluye una esencia extraña...
¿Interrogan?... ¿Se quejan con sus labios de hielo?
¿Quien les cubre la vida con el tragico velo?...
¿De quien es aquel grito que mis nervios araña?...
De
"Los niños muertos", de A. Storni