Hezbollah
sorprendió con su poderío y su capacidad ofensiva
El gobierno israelí no esperaba encontrar un enemigo
que le causara tanto daño
HAIFA.- El movimiento islámico Hezbollah, apoyado por
Siria y por Irán, ha sorprendido a los mejores estrategos
y analistas de los Servicios de Información israelíes
por su alta precisión y por la capacidad ofensiva que
ha demostrado hasta ahora en la guerra que Israel libra contra
esa organización desde el miércoles.
Ni
la peor de las pesadillas de los altos mandos del ejército
israelí contemplaba un escenario como el que Israel
vive estos últimos días: más de veinte
muertos, un tercio del país paralizado, su tercera
ciudad por tamaño y segunda en importancia económica
amenazada por cohetes, y la impotencia de no poder frenar
militarmente a una siempre desafiante milicia Hezbollah.
"Tras
la precisión con la que atacaron la fragata lanzamisiles
Saar-5 empezamos a comprender que nuestros temores se estaban
concretando", reconoció ayer un oficial de los
servicios de información del ejército que pidió
no revelar su identidad.
El
militar sostuvo que tras el ataque en Haifa, en el que murieron
ocho civiles israelíes, el ejército parte de
la premisa de que todo lo que hasta ahora creyó que
estaba en poder de Hezbollah, "realmente lo está".
El
militar se negó a ser más específico,
pero se refería a las advertencias de los Servicios
de Información desde hace ya varios años acerca
de que Hezbollah tiene en su poder misiles de largo alcance
y con cabezas de más de 100 kilos. La milicia, que
comenzó como una guerrilla, ha desarrollado una compleja
infraestructura militar.
Y
es que, apadrinado por Irán y con la connivencia de
Damasco, Hezbollah ha conseguido armarse hasta los dientes
y dispone ahora de una capacidad quizá superior a la
del ejército libanés, según los Servicios
de Información.
"Tenían
razón: todo lo que creían que teníamos,
lo tenemos en realidad", confirmó ayer a los israelíes
el jeque Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, en un
amenazante discurso por televisión desde Beirut, antes
de anunciar que "habrá más sorpresas".
Aunque
en 1991 Irak puso de manifiesto cuál era el talón
de Aquiles de Israel -la población civil-, el Estado
judío no se veía en una situación como
la actual con ninguno de sus países vecinos desde 1973,
en la Guerra de Yom Kippur.
Hoy,
lo más frustrante para los israelíes es que
una mera organización armada, ni siquiera un Estado,
es la que osa alzarse contra el poderío militar de
Israel, y la que consigue paralizar una ciudad como Haifa,
algo sin precedente en la historia de este país.
El
gobierno israelí ha dicho estar decidido a poner fin
a esa organización mediante una guerra sin cuartel,
pero los analistas creen que es imposible y que el primer
ministro israelí, Ehud Olmert, se ha puesto una meta
demasiado alta. |