GUERRA
EN ORIENTE MEDIO : LA OFENSIVA DE ISRAEL Y LOS ATAQUES DE
HEZBOLLAH
La
manía de remar contra la corriente de la racionalidad
En
1984 la brillante historiadora estadounidense Barbara Tuchman
publicó su obra "La marcha de la locura"
("The March of Folly") en la que intentó
demostrar —con casos que cubrieron desde la guerra de
Troya, 1200 años AC, hasta la más contemporánea
de Vietnam— una tesis audaz. En momentos de las peores
crisis, los gobiernos se empeñan —dijo—
en remar contra la corriente de la racionalidad, aún
cuando esto asegure la derrota de sus intereses.
Dejemos
que hable Tuchman: "La humanidad, parece ser, hace del
gobierno una tarea más pobre que cualquier otra actividad
humana. En esta esfera la sabiduría, definible como
el ejercicio de actuar sobre la experiencia, el sentido común
y la información disponible, es menos operativa y más
frustrada de lo que debiera ser. ¿Por qué los
que tienen altos cargos actúan tanto contra la dirección
hacia la que apunta la razón y lo que sugiere el propio
interés más iluminado? ¿Por qué
el proceso mental de la inteligencia parece no funcionar tan
frecuentemente?"
Dejar
entrar a la ciudad fortificada la estatua de un caballo cargado
de enemigos o empantanarse militarmente en el Asia hasta la
derrota por un ejército mucho menos poderoso, son hechos
que se proyectan sobre el actual drama en Oriente Medio y,
en especial, después de la reciente cumbre en San Petersburgo
del G-8. Nada de lo sucedido en las últimas horas,
en el escenario de la crisis ni en la vieja capital imperial
rusa, corrió en la dirección que resulta más
urgente y más evidente: detener las hostilidades, evitar
la destrucción de el Líbano y limitar la posibilidad
de que la crisis se extienda en la región. |
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El
brazo de una joven francesa es sellado como miembro de la
embajada francesa luego de habersele chequeado su pasaporte |
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Todo lo contrario, el gobierno de Ehud Olmert prosiguió
arras trando su ofensiva hacia el peligroso territorio del
crimen de lesa humanidad y utilizando como blindaje su demanda
de devolución apriorística de los tres soldados
secuestrados —dos por Hezbollah y uno por Hamas—
sin siquiera medir la desproporción de su acción.
La experiencia en la materia tampoco contó; los años
pasados (1982-2000) ocupando una franja de territorio en el
sur libanés y la promesa hueca —en esa oportunidad—
de terminar con la amenaza de las facciones que se oponen
al estado judío tampoco contaron en la ecuación.
Presumiblemente
Siria e Irán están manejando los hilos ocultos
de Hezbollah y la tentación de complicarle la situación
a Israel, pero sobre todo a Estados Unidos como compensación
por la invasión a Irak, está cegando también
a sus dirigentes en la lectura de la historia. Nadie puede
descartar acciones militares israelíes contra Siria,
que no está en condiciones militares de contenerlas.
En cuanto a Irán, que presenta una posición
geopolítica más complicada, puede llegar a aprender
que los debates en el Consejo de Seguridad sobre su programa
nuclear son mejores que las acciones devastadoras de las escuadrillas
de aviones de combate israelíes, estadounidenses o
de ambos países. |
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El
pequeño frances Daniel Pierret (6) abraza a su abuelo,
Mohammed Soubra, mientras su madre, Sawsan, llora, en las
cercanias de la embajada francesa en el Libano |
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George
W. Bush es quien ofrece el mejor estudio de caso para la teoría
de Tuchman. Bloqueó un comunicado contundente del G-8,
no obtuvo tampoco el texto que quería y lo hizo —está
visto— sin pensar en una vida, libanesa, judía
o palestina. Apenas si se alegró de haber "vendido"
a medias su quimérica "guerra contra el terrorismo".
Se opuso al recurso de una fuerza de cascos azules con atribuciones
y armamento contundentes y se limitó a forcejear con
el ruso Vladimir Putín intentado demostrar que Washington
es más poderoso que Moscú. ¿Resultado?
Un empate vergonzoso por que Putín le escupió
el triunfo del comunicado.
En
tanto, las alas más radicalizadas de Hezbollah y Hamas…
bien, gracias. La crisis sigue pidiendo a gritos que alguien
desmienta a Tuchman.
Por
Oscar Raúl Cardoso, Clarin, 18 de julio de 2006 |
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Cientos
de ciudadanos franceses, la mayoria de origen libanes o con
familiares de este origen aguardan a ser evacuados |
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