Una
región donde las voces extremistas acallan a las moderadas
Países y grupos de línea dura, favorecidos
EL CAIRO.- Hace unos meses, los representantes de cada facción
política libanesa se reunieron en el centro de Beirut
para debatir sobre las cuestiones que las dividían,
incluyendo cómo y cuándo desarmar al grupo terrorista
Hezbollah.
Dispuesto
a conservar las armas, Hezbollah frustró ese debate
al cruzar a territorio de Israel, matar y secuestrar a soldados
israelíes y provocar una feroz represalia israelí
que mantiene a todo el Líbano a la defensiva.
"Es
extraño que un hombre que representa a una facción,
Hassan Nasrallah, tenga de rehén a toda la población
libanesa", señaló Elie Fawaz, un analista
político libanés crítico de Hezbollah,
refiriéndose al líder de ese grupo.
Con
tres soldados israelíes secuestrados -uno en Gaza y
dos en el Líbano- y con la decisión israelí
de lanzar una intensa represalia militar, queda ahora menos
espacio en Medio Oriente para las voces moderadas, las voces
de la paz, según observadores políticos y funcionarios
de gobierno y de seguridad de Siria, Jordania, y Egipto.
El
curso de acción política de la región
es en gran medida establecido por los extremistas, con masas
arrebatadas por la ira y la venganza. "Están muy
contentos", expresó Marwan Shahadeh, un investigador
en Ammán, Jordania, refiriéndose a los grupos
en favor de la guerra contra Israel. |
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6
de julio, un doctor recorre la sala de heridos en el hospital
Shifa de Gaza, entre ellos, un joven de 29 años (izq.)
quien ha perdido parte de su pierna |
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El
mismo proceso ocurre en el caso de los gobiernos. Los líderes
de Egipto y de Jordania, los únicos dos países
árabes que firmaron tratados de paz con Israel, afrontan
una creciente hostilidad en los medios de prensa y en sus
propias calles, mientras que Irán y Siria, que se oponen
con firmeza a la paz con Israel, han visto crecer su credibilidad
en el aumento de las manifestaciones en las calles.
Los
funcionarios egipcios y jordanos incrementaron las medidas
de seguridad internas. En Egipto, las autoridades resolvieron
censurar a los medios de prensa e impedir las manifestaciones
callejeras. En Jordania presionaron a miembros del Frente
de Acción Islámica, brazo político de
la Hermandad Musulmana, para que disciplinen a los militantes
más jóvenes.
"Están
en una situación sumamente embarazosa", comentó
el ex primer ministro jordano Taher al-Masry refiriéndose
a Jordania y a Egipto.
"Los
dos países -añadió- firmaron tratados
de paz, pero firmar y respetar la paz con Israel no es lo
mismo que dejar que los israelíes hagan lo que les
plazca porque firmamos la paz con ellos. Pienso que un gran
peso recae sobre ambos países para que hagan algo.
No sé qué, pero algo".
El
impulso regional respalda a los partidarios de la línea
dura. En los diarios y la TV, ciertos comentaristas embistieron
contra Egipto y Jordania por tratar de negociar una solución
pacífica entre el grupo Hamas e Israel. El presidente
palestino, Mahmoud Abbas, que tenía previsto llamar
a un referéndum para votar en favor o en contra de
la solución de dos Estados, es cada vez más
silenciado. |
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7
de julio: miembros de las fuerzas palestinas en el funeral
de sus camaradas caidos frente al hospital en Beit Lahiya,
en Gaza |
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Otros
intereses
Incluso
la conducción de Hamas en Gaza, que había tratado
de generar un consenso con otras facciones palestinas, se
vio silenciada por sus miembros más extremistas. Aunque
los acontecimientos recientes parecen haber beneficiado los
intereses de Hezbollah, existe la profunda sensación
de que la decisión de emprender esa acción fue
guiada por los intereses de Irán.
Las
principales potencias mundiales, incluyendo a Rusia y China,
coincidieron esta semana en arrastrar nuevamente a Irán
hasta el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por lo
que, según dijeron, pareció ser su resistencia
a negociar de buena fe sobre los esfuerzos para interrumpir
su enriquecimiento de uranio.
"[Irán]
tiene muchos intereses, estratégicamente, en el secuestro,
a la luz de su actual posición, que es muy incómoda
en lo que respecta a su capacidad nuclear", indicó
Jonathan Fighel, del Instituto de Política Internacional
para el Antiterrorismo.
Quienes
más se benefician con el estallido de las bombas y
el derramamiento de sangre son los grupos que quieren ver
la proliferación del extremismo en toda la región.
Hoy,
esos grupos -desde Hamas a Hezbollah y a la Hermandad Musulmana-
tratan de aprovechar los acontecimientos en el Líbano
y la Franja de Gaza para ganar apoyo. En su sitio de Internet,
la Hermandad Musulmana destacó: "Hezbollah, con
sus modestos recursos militares comparados con la capacidad
de los ejércitos nacionales, pudo lograr lo que varios
gobiernos árabes no hicieron, mientras prefirieron
callar acerca de la matanza de nuestros hermanos en Palestina".
Por
Michael Slackman
De The New York Times
Traducción de Luis Hugo Pressenda
La
Nacion, Sábado 15 de julio de 2006
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29
de junio: soldados israelies esperan las ordenes de abrir
fuego en Gaza, cerca del kibbutz Nahal Oz |
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