El
exabrupto de Bush
El presidente norteamericano fue sorprendido por un micrófono
encendido cuando decía que la solución para
Medio Oriente es que "Hezbollah deje de hacer tanta
mierda"
SAN PETERSBURGO.– El presidente estadounidense George
W. Bush fue sorprendido por un micrófono encendido
mientras decía en la cumbre del G8 que una de las
claves de la crisis en Oriente Medio es que el Hezbollah
"deje de hacer tanta mierda".
"Lo
que deben hacer es lograr que Siria haga que el Hezbollah
deje de hacer tanta mierda y esto se acaba", dijo Bush
dirigiéndose al primer ministro británico,
Tony Blair, aunque sin precisar quiénes deben hacerlo,
en un almuerzo de los dirigentes del G8 en San Petersburgo.
El
presidente estadounidense era filmado por la televisión,
pero no sabía que sus opiniones estaban siendo difundidas
a través de micrófonos.
Pocos
segundos después, Blair se dio cuenta de que el micrófono
estaba encendido y lo apagó precipitadamente, pero
demasiado tarde para impedir que esas palabras se transmitieran
por circuito cerrado y se oyeran en el centro de prensa.
Bush
habló con otros líderes, y sus comentarios
espontáneos abarcaron desde temas graves como la
escalada de la violencia en el Medio Oriente hasta asuntos
banales como su preferencia por la Coca-Cola light y un
regalo que recibió del mandatario británico.
Blair,
cuyos comentarios no fueron captados con tanta claridad,
aparentemente insistía sobre la necesidad de enviar
una fuerza de paz a la región.
Bush
expresó su asombro que algunos tardarán casi
ocho horas en llegar a sus países, más o menos
lo mismo que tardará su avión en llevarlo
de regreso a Washington.
"¿Tú,
ocho horas? Yo también. Rusia es un país grande
y el tuyo es un país grande. Le toma ocho horas volver
a casa. Rusia es grande, China también. Sí,
Blair, ¿qué haces? ¿Ya te vas?",
dijo en un momento, mientras le pedía a un mozo una
Coca-Cola light. Bush agradeció a Blair el regalo
de un suéter y dijo en broma que le constaba que
el primer ministro en persona lo había elegido. "Por
supuesto", dijo Blair con una carcajada.
Bush,
que siempre da mucha importancia a su horario, también
le dijo a Putin: "Tenemos que seguir adelante. Tengo
que irme a las 2.15. Quieren que me vaya para aliviarle
la carga a tus fuerzas de seguridad".
Bush
también dijo que algunos oradores hablan demasiado.
Agencias
AP, AFP y EFE
La
Nacion, Lunes 17 de julio de 2006