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Alarma mundial por la escalada bélica en Oriente Medio Israel realizó bombardeos en el sur del Líbano y movilizó 6.000 militares a la frontera para liberar a dos soldados capturados por Hezbollah. Hubo intensos tiroteos, que dejaron 8 efectivos muertos. Beirut, sin embargo, se desvinculó del hecho, a pesar de haber ocurrido en su territorio. EE.UU. culpó por la situación a Irán y Siria. En un clima de máxima tensión, Israel bombardeó el sur del Líbano al que acusa de estar detrás de la muerte de 8 de sus soldados y la captura de otros dos en la frontera en manos del grupo armado de Hezbollah. El primer ministro israelí aseguró que se trata de un "acto de guerra" y amenazó con "volver el reloj de Líbano 20 años atrás", cuando ambos países estaban en un sangriento conflicto bélico. Además trasladó cerca de 6.000 efectivos ante la caída de misiles de la guerrilla libanesa en el norte del territorio israelí. El gobierno de Beirut negó estar implicado en la acción del Hezbollah y pidió la urgente intervención del Consejo de Seguridad de la ONU. Los ataques se registraron en poblaciones situadas en territorio de Líbano a algunos de kilómetros de la frontera. Al menos ocho soldados israelíes murieron como consecuencia de los ataques con misiles que la guerrilla de Hezbollah lanzó contra las tropas que ocupan la región de Sheba. Minutos después, el Ejército israelí anunció que se prepara para lanzar una operación masiva "en las profundidades del territorio libanés". Los
secuestros de los soldados provocó la primera operación
militar del ejército israelí en suelo libanés
desde su retirada de este país en el 2000. Hezbollah pide
a cambio de los soldados la liberación de presos libaneses,
un intercambio que ya ocurrió en el pasado. "No negociaremos
y no cederemos ante el terrorismo", respondió Olmert,
que envió urgentemente a la frontera norte 6.000 oficiales
de reserva. "Una cosa debe quedar clara: se trata de un acto
de guerra, que no es fruto de ninguna provocación, contra
el territorio soberano del Estado hebreo", enfatizó
el premier. Además acusó al gobierno de Beirut de
ser responsable del secuestro.
El conflicto que Israel mantiene en la Franja de Gaza, sumado al cruce de ataques con el Líbano levantó el alarma en la comunidad internacional. Rusia pidió la "liberación inmediata" de los soldados secuestrados en Líbano y se declaró "preocupada" por la escalada de violencia que "amenaza con destruir la frágil en la región. También la ONU expresó su preocupación por la tensa situación en Oriente Medio. En tanto, la Casa Blanca salió a acusar a Irán y Siria por el acciónar de Hezbollah. "Condenamos en los términos más vigorosos el ataque no provocado de Hezbollah contra Israel y el secuestro de dos soldados Israelíes", dijo el vocero del Consejo de Seguridad Nacional Frederick Jones que acompañó al presidente George W. Bush en un viaje a Alemania para una visita oficial. "También consideramos responsables de este ataque a Siria e Irán, que respaldan directamente a Jezbolá'', señaló Jones. El incidente se suma a la captura de un soldado el pasado 25 de junio cerca de Gaza por militantes palestinos. Y a una escalada de violencia en la frontera entre Israel y Líbano que no se veía desde mayo del 2000, cuando los israelíes dejaron territorio libanés tras los 18 años de ocupación de una franja de unos 20 kilómetros de ancho. Tras ese respiro en las relaciones entre ambas naciones, el Hezbollah continuó sus ataques, alegando que aviones de reconocimiento israelíes sobrevuelan frecuentemente el territorio libanés y que Israel aún ocupa una zona conocida como las Granjas de Sheeba, en el extremo oriental de la frontera. En tanto, la aviación israelí disparó varios en la madrugada local misiles contra el ministerio palestino de Relaciones Exteriores en Gaza, según informaron testigos citados por las agencias internacionales. Al menos diez palestinos resultaron heridos en este ataque, que dañó casas cercanas, según fuentes médicas palestinas. Clarin, MIE 12.07.2006
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