referimos a
aproximadamente 10.000 alumnos de pregrado, 400 de postgrado, 1000
de
postítulos,
distribuidos en 80 carreras y 20 programas de postgrado, atendidos por
270
profesores
jornada completa y 500 jornadas parciales. No se ofrece como carrera pedagogía
y
son muy pocos
quienes la han estudiado; la enorme mayoría de los profesores son
ingenieros.
Se planteó
conocer las prácticas de los buenos profesores, el problema era como seleccionar
a
los mejores,
pues nuestra universidad no cuenta actualmente con una forma de
determinar
quiénes son y
cómo se define ser un buen profesor. Si bien existen encuestas docentes,
ellas
no son iguales
para toda la institución, además no existe conciliación de los resultados
ni
definiciones
conjuntas sobre el tema.
Se logró
seleccionar profesores de todos los Campus o Sedes, siguiendo criterios como
la
encuesta
docente, recomendación de nombres dados por directivos, o ser reconocidos por
su
trayectoria en
este campo (un Premio Nacional de Sochedi, un ya jubilado meritorio
profesor,
y/o ser
nombrados permanentemente por alumnos y ex-alumnos).
En total se
contactaron 12 profesores de pregrado de toda la Universidad (de todos
sus
Campus y Sedes).
Se les envió un mail en el cual se les pedía contaran brevemente
como
realizaban sus
prácticas, y se adjuntaba a modo de referencia, un archivo que describía
la
práctica de un
colega. Se recibieron 10 respuestas en formato abierto.
Cada uno de los
colegas contó brevemente en pocas páginas su experiencia de años,
fueron
explicitando lo
que hasta ese momento era un conocimiento implícito; algunos expresaron
que
nunca se les
había preguntado cómo hacían sus clases o bien al responder fueron
dándose
cuenta de cómo
las hacían. Organizada la información recibida, se procedió a clasificarlas
por
temas que
resultaban patrones repetidos (obviamente con distintas
interpretaciones
personales):
ñ Motivación del
profesor
ñ Ambiente
generado en clase
ñ Participación
de los alumnos en clases
ñ Metodología
(antes y durante la clase)
ñ Medios de
Apoyo
ñ Formas de
Evaluación
ñ Conocimientos
requeridos.
Estudiadas así
las diversas respuestas, se filtraron los elementos claves que podrían
distinguir
una buena
práctica de un profesor de la Universidad, generándose así una referencia de
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elementos. Estos
elementos sirvieron para una nueva encuesta, enviada al mismo grupo
de
profesores, y a
otro grupo de profesores sensibles al tema de la calidad e innovación en
la
docencia; en
general ambos grupos coincidieron en las respuestas.
Estamos en la
fase final de presentar los resultados generados, para que
próximamente
empiecen a ser
usados. Así se desarrolló el proceso de Gestión del Conocimiento, referido
a
su dimensión
epistemológica y ontológica, siguiendo las fases de Externalizar y Combinar,
y
próximamente,
pasaremos a realizar el Internalizar y Sociabilizar, siempre y cuando
la
Universidad
valore esta experiencia.