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Tecnología y educación
EL ROL DE LA TECNOLOGIA EN LA REFORMA EDUCATIVA: DE LA ESCUELA A LA EDUCACION Y DE LA ENSEÑANZA AL APRENDIZAJE.
por Dale Mann

El significado del siglo XX
Sólo podemos entender el futuro de la educación y de la sociedad en su conjunto a partir de las múltiples fuerzas que han prevalecido a lo largo del siglo XX.

El experimento económico y social más profundo de la historia fue realizado por los soviéticos entre 1917 y 1992. Millones de personas murieron, ese fue el resultado. Entre las lecciones de la experiencia soviética está la de que las motivaciones individuales son más poderosas que las motivaciones grupales, sociales o colectivas. Y, paradójicamente, las motivaciones individuales producen más capital social.
El colapso de la Unión Soviética señala lo útiles que son las instituciones centradas en, o potenciadas por, el individualismo. En este sentido, las fuerzas que dominarán el siglo que viene son:

1.la democracia, las instituciones de una sociedad libre;
2.el capitalismo, las instituciones de los mercados libres;
3. la tecnología, la extensión de la capacidad humana.
Aunque cada una de estas instituciones tiene algunas consecuencias desagradables y claras limitaciones, son mucho más útiles que perjudiciales. Para testear la idea de que el balance entre el bien y el mal que producen es positivo, imaginen tener que aconsejar a su hijo que se mude a un país sin autodeterminación política, sin mercados eficientes y sin tecnología. Por ejemplo, a Myanmar.

En el largo plazo, estas tres instituciones -- democracia, capitalismo y tecnología – son potenciadas por la educación, aunque probablemente no por la escolaridad.

La Escolaridad
La escolaridad es la provisión institucional de la enseñanza y el aprendizaje. Los niños van a la escuela y los maestros proveen instrucción. Es frecuente que el Estado exprese su interés por la escolaridad al especificar un curriculum. En los Estados Unidos, la "escolaridad" no funciona demasiado bien en general, y mucho menos para los niños más pobres. En un esfuerzo por mejorar la educación, Estados Unidos intentó a comienzos de 1965, mejorar la escolaridad. Una serie de programas de mejora fueron enviados desde el nivel Federal hacia el nivel local --- afectando a 83,000 escuelas, y a 2 millones de maestros.

Pero los maestros no consideraban que había nada malo en lo que venían haciendo, creían que el problema de aprendizaje de los niños venía de sus padres, o de la cultura (especialmente de la televisión), o de patologías sociales tales como el crimen y la violencia. De manera que detrás de las puertas cerradas de 2 millones de aulas, los maestros demostraban que la "práctica hace a la política", y no viceversa.

Otros intentos incluyeron "proyectos de demostración" y esfuerzos de investigación y desarrollo masivos. La idea que sostenía estos dos tipos de intentos de reforma era que, una vez que los maestros vieran nuevas y mejores prácticas educativas, no tardarían en adoptarlas. Sin embargo, los maestros no estaban de acuerdo con la idea de que esto era mejor que lo que venían haciendo y por lo tanto ignoraron estas potenciales mejoras.

Cuando las estrategias de arriba hacia abajo fracasaron, Estados Unidos intentó técnicas de abajo hacia arriba. La idea era que fomentar la participación en el ámbito de la escuela y del aula aumentaría las chances de mejora. Y esta estrategia también fracasó y por las mismas razones que describimos antes.

Y en el sistema americano, no hay relación entre lo que los maestros enseñan, lo que los alumnos aprenden y lo que cobran los maestros. David Kearns, de la Corporación Xerox dijo: "La Educación es la única empresa que conozco donde si la gente hace las cosas bien, no le sucede nada. Y si hace las cosas mal, no le sucede nada." Ante la falta de consecuencias que conecten los resultados de la enseñanza con el futuro profesional y personal de los maestros, no hay ningún incentivo para hacer las cosas de manera diferente.

También hay que considerar que los sindicatos docentes son la fuerza política más poderosa en muchos de los estados que conforman los Estados Unidos de América. Su poder político sumado a los puestos docentes de por vida (sistema de tenure), y la falta de consecuencias para la mala enseñanza, hicieron que la escuela se inmunice contra las mejoras propulsadas desde afuera, por ejemplo, desde el gobierno o desde ONG’s.

El más reciente intento por mejorar la escuela a través de la definición de "standards" ilustra claramente esta situación. Estos "standards" son medidos contra el rendimiento de los actores más vulnerables e indefensos del sistema, los niños, y no contra los adultos. Si los niños no alcanzan los estándares mas elevados, son castigados. Mientras tanto, sus maestros siguen cobrando sus sueldos.

Para resumir los esfuerzos de reforma escolar en Estados Unidos, imagine una lucha en la que tiene que enfrentar a un adversario mucho más fuerte que Usted mientras intenta mantener el equilibrio parado sobre una sola pierna y con las manos atadas detrás de su espalda. Ahora trate de comprender porqué ningún Gobierno Americano tuvo la voluntad de forzar a los maestros hacia el cambio ni tampoco tuvo la habilidad necesaria para motivar/persuadir o recompensar/reenforzar mejoras.

La escuela y los otros educadores
En 1966, James Coleman emprendió un estudio masivo para determinar cuánto del aprendizaje de los alumnos estaba asociado con la escuela y cuánto estaba relacionado con lo que Lawrence Cremin llamó "los otros educadores" – los padres, el grupo de pertenencia, los medios y la comunidad. Los resultados arrojados por su estudio demostraron que sólo 30% está relacionado con variables de la escuela y el 70% restante corresponde a la familia, los medios, etc.

La primera conclusión que podemos sacar de este estudio es que desde los años ’60, la política americana de reforma educativa se ha concentrado en la fuente de educación menos poderosa (en todos los aspectos, salvo en el plano político), que es la escuela. La segunda conclusión es que aunque no sea posible reformar la escuela, aún es posible reformar la educación.

En toda sociedad, existen muchos educadores – la televisión, los diarios, los padres, las instituciones culturales y religiosas, los video juegos, los deportes, y la cultura en general. Cada vez que escuchamos la palabra "educación" y pensamos automáticamente en "la escuela", estamos reduciendo dramáticamente el potencial de reforma.

El acto frontal de la instrucción, la aventura incierta de tratar que los niños aprendan ciertas cosas es muy difícil. ¿Porqué no reconceptualizar "la enseñanza a los niños" en términos de "la facilitación del aprendizaje"? Si lo hacemos tendremos más chances de hacer ajustes a nivel del aprendizaje de las que hemos tenido para forzar cambios en la enseñanza.

La Tecnología en la reforma educativa
Comparen la agricultura de principios de siglo con los que hoy conocemos como "agri-business". Piensen en las transformaciones en la medicina, en el comercio, en el transporte, en las telecomunicaciones. Ahora piensen como era la escuela a comienzos del siglo XX y como es hoy, casi a comienzos del nuevo milenio. La escuela es la última institución sin reformar desde el siglo XVIII, y así como estaba entonces, intacta, estamos tratando de injertarla dentro del siglo XXI.

Todas las áreas mencionadas se transformaron gracias a la tecnología. Mientras tanto, la gente de la escuela no termina de decidir si va a permitir que la tecnología cambie su institución. Y como la fuente de trabajo de los adultos parece ser más importante que el aprendizaje de los niños, el criterio más importante para determinar si es aceptable el uso de nuevas tecnologías educativas en las escuelas, es que ésta no amenace la seguridad y la continuidad laboral de los maestros.

Agregando tecnología informática y computación al papel impreso y a la palabra del maestro.
Cuando la tecnología educativa es usada con propiedad, queda claro su poder. En un estudio reciente de una iniciativa estatal que se desarrolló a lo largo de seis años en West Virginia, un tercio de la mejora en lectura y matemática relacionada con la práctica en la escuela corresponde al uso de nuevas tecnologías. Eso sólo sucede cuando la escuela concentra una masa crítica de computadoras y de software educativo dentro del aula, con los niños (y no en un centro de cómputos o laboratorio informático) y cuando se implementan iniciativas tecnológicas sustentables en el tiempo.

Agregando el hogar a la escuela, agregando los padres a los maestros.

En Estados Unidos, la escuela y el hogar están aislados el uno del otro. Cada una de las partes pasa más tiempo echando culpas sobre la otra, de la que pasan tratando de ayudarse. Y, a pesar de lo central que cada una de ellas es en la vida de los niños, nunca hubo un buen puente que las conecte. Se ha implementado recientemente una iniciativa que consiste en otorgar a cada niño una Sony Playstation (precio de venta al consumidor: $100) que actúa como plataforma para el uso de video juegos educativos que son introducidos en el aula por la maestra pero que luego son utilizados por los niños y sus padres en sus casas. Un análisis experimental de esta iniciativa muestra que los niños y las escuelas que cuentan con esta conexión entre la escuela y el hogar obtuvieron mejores resultados en lectura, lengua, arte, y matemática, que aquellos que no participaron en esta iniciativa. Si la escolaridad hubiera avanzado con la misma velocidad a la que avanzaron las computadoras desde 1950, los doce años que van desde el jardín de infantes hasta el último año del secundario podrían completarse en 10 minutos y costarían 3 centavos. Lo único cierto sobre la tecnología es que será cada vez más poderosa y que parte de su poder consistirá en tomar a su cargo funciones que hoy cumplen SHRV’s (seres humanos reales y vivos). Este no es un argumento para sustituir capital por trabajo, sino para usar la tecnología de forma tal de liberar a los adultos para que desarrollen las funciones que mejor hacen.


Aprendizaje hacia el aprendiz
Una consecuencia cierta de la tecnología es que el aprendizaje irá al aprendiz. En la era primitiva, los varones iban con sus padres y con sus tíos a observar la caza, mientras que las niñas iban con sus madres y con sus tías a descubrir qué plantas eran comestibles. Los artistas que trabajaban en las paredes de las cavernas movieron el aprendizaje hacia adentro. La escuela tradicional sigue requiriendo que los aprendices vayan al lugar de aprendizaje y que dependan de los maestros del saber. La dependencia hace a la vulnerabilidad de los aprendices a los prejuicios políticos (y étnicos, y sociales, y religiosos) de los maestros.

Sin embargo, las comunicaciones digitales revierten esta dinámica (y con Internet, el aprendizaje va hacia el aprendiz) y transforman dramáticamente esa lógica política de la dependencia. Gracias a las comunicaciones digitales, el aprendizaje puede caracterizarse bajo los 4 "Todos"
TODO APRENDIZAJE
En TODO MOMENTO
En TODO LUGAR
Para TODOS
El impacto desde el punto de vista de la democratización del aprendizaje es alentador, aunque no muchos lo perciban. Y las consecuencias para las escuelas y las universidades, concebidas como espacios físicos, son todavía inimaginables, aunque uno pueda estimarlas pensando en la tecnología como en un tren -- hay dos posibilidades, que nos subamos al tren o que el tren nos pase por encima.

En consecuencia, a pesar de la falta de habilidad de los Estados Unidos para reformar la escuela pública, la revolución digital seguirá resultando en una transformación del aprendizaje. Una transformación que responderá a propósitos democráticos y probablemente económicos.

La lección para otros países es una lección de cautela y de optimismo – cautela para no confundir "escolaridad" con educación, y optimismo para interconectar a todos los educadores de la sociedad, incluyendo a la tecnología.


Referencias

Coleman, James S., Equality of Educational Opportunity, Washington DC., US Department of Health Education and Welfare, 1966.

Mann, Dale and Edward A. Shafer, "Technology and Achievement", American School Boards Journal, v 184, n 7, July 1997.

Mann, Dale, Charol Shakeshaft, Jonathan Becker and Robert Kottkamp, "The West Virginia Story: Achievement Gains from a Statewide Comprehensive Instructional Technology Program", Santa Monica California, Milken Family Foundation, 1999.

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Tecnología y Educación
LA EDUCACION VIRTUAL: ¿UNA ALTERNATIVA A LA EDUCACIÓN TRADICIONAL? *
por Alejandra Candia

De acuerdo con proyecciones realizadas por Merrill Lynch, el mercado estadounidense de la educación universitaria de grado a través de Internet alcanzará los 7.000 millones de dólares en el año 2003, lo cual representa un aumento de 1.200 millones respecto de 1999. Durante el año académico 1998-1999, 72% de las universidades norteamericanas ofrecieron cursos en línea.
La posibilidad de transmitir conocimientos, imágenes, textos, sonido, recomendaciones, por Internet al hogar, y a una multitud de usuarios simultáneamente a un costo más o menos reducido, y en el futuro a un costo relativamente mínimo, está revolucionando la enseñanza tradicional en sus dos modalidades – presencial y a distancia – y en medio de estas dos surge una tercera y nueva modalidad de enseñanza: la enseñanza virtual o enseñanza online. Se trata de una forma de enseñanza basada en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación - fundamentalmente en Internet - que promete "revolucionar" la educación tradicional.
En este sentido es interesante analizar si la educación virtual puede sustituir las modalidades tradicionales y por lo tanto dilucidar si presenta – o no – nuevas y concretas posibilidades de elección para el educando.
En el libro "En busca de la clase virtual", John Tiffin y Lalita Rajasingham proponen lo siguiente:
"Vivimos en un período de transición entre una sociedad industrial y una sociedad de la información. Las escuelas tal como las conocemos están diseñadas para preparar a las personas para vivir en una sociedad industrial. Los sistemas de educación preparan a las personas para ocupar un lugar en la sociedad imitando a las fábricas y oficinas de una sociedad industrial [...]
Diariamente, en todo el mundo, los jóvenes utilizan bicicletas, colectivos, automóviles o trenes para ir a la escuela, exactamente lo mismo que harán más adelante para ir a trabajar. Se supone que tendrán que fichar a una hora concreta y aprenden a trabajar en los pupitres de las aulas que son exactamente iguales a las oficinas de la industria y el comercio. El modo en que se administra el tiempo, en que se dividen las asignaturas para su estudio y en que se organizan las escuelas como burocracias son anticipaciones de la vida después de la escuela. Cuando suena el timbre al finalizar el día escolar, los alumnos salen corriendo para trasladarse a casa, exactamente igual a lo que hacen los trabajadores de las fábricas y oficinas aproximadamente una hora más tarde [...].
Una sociedad industrial depende del movimiento físico de las personas y los bienes, de manera que la infraestructura tecnológica fundamental es el ferrocarril, las rutas, el mar y el transporte aéreo. La infraestructura tecnológica fundamental de una sociedad de la información es sin embargo, la red de telecomunicaciones. Para preparar a las personas para vivir en una sociedad de la información, se necesita un sistema educativo que se base en las telecomunicaciones y no en el transporte [...]
Hoy en día, si se quiere hablar con alguien que no se encuentra presente, tenemos dos elecciones que representan las diferentes formas de hacer las cosas en una sociedad industrial y en una sociedad de la información: ir a verlo o llamarlo por teléfono. Utilizar una red de transporte o una red telefónica.
Es raro tener una elección similar en educación. Si se tiene que asistir a una clase hay que viajar hasta el aula. La educación precisa una alternativa. Alumnos y maestros deberían poder tener la opción de reunirse para la instrucción por medio de las telecomunicaciones o del transporte".
Esta es precisamente la lógica subyacente al desarrollo de propuestas educativas en Internet: las nuevas tecnologías presentan a priori una posibilidad de elección entre la educación presencial y la educación virtual.
En este sentido, a la pregunta: "una nueva opción: ¿para quién?", la educación a distancia a través de Internet responde:
1. Educación virtual para personas sin acceso al sistema educativo tradicional (por ejemplo, personas aisladas geográficamente)
2. Educación virtual para personas con acceso al sistema educativo tradicional.
Ahora bien, una vez definidos los potenciales grupos destinatarios de la educación virtual, deberíamos preguntarnos si la educación virtual es al menos tan efectiva como la educación tradicional.
Claro que esta pregunta no es tan significativa en el primer grupo de destinatarios (personas sin acceso al sistema educativo tradicional) dado que no se trata de una nueva opción (entendiendo opción como alternativa), sino de una oportunidad sin precedentes.
Gracias a Internet, los estudiantes no tienen que ir a la escuela, y pueden tener su propio ritmo de estudio de acuerdo a los horarios que más les convenga (aprendizaje asíncrono) lo cual reduce el costo de oportunidad de la educación y permite insertar dentro del mercado educativo a alumnos que nunca antes hubieran podido formarse dentro del sistema educativo tradicional.
De manera que mientras la educación virtual arroje algún resultado positivo (superior a cero) en los indicadores de aprendizaje, deberíamos sentirnos satisfechos y recibir con alegría las nuevas oportunidades que las tecnologías de la comunicación y de la información ofrecen para aquellas personas que anteriormente no tenían acceso a ninguna propuesta educativa.
Ahora bien, ¿qué sucede con el segundo grupo de análisis? (personas con acceso al sistema educativo tradicional)
Aquí el análisis de efectividad se vuelve más interesante dado que para promover la elección entre programas de educación virtual y los programas tradicionales deberíamos poder asegurar a ciencia cierta que los primeros son al menos tan efectivos como los segundos.
Y la realidad es que a la pregunta: ¿Qué tan efectiva es la educación vía Internet?
La respuesta es:
"TODAVÍA NO LO SABEMOS".
En los últimos años se observa en el mundo una tendencia importante hacia la educación con fines de lucro (la privatización de la educación) y un aumento considerable de la demanda de educación a distancia. Austan Goolsbee de la Universidad de Chicago, analiza estas dos tendencias y demuestra que si bien hubo un crecimiento rápido de la Internet educativa, su impacto en la productividad educativa no será demasiado grande en los próximos años.
Michael Dertouzos, en su libro "What Will Be", afirma que aún quedan por responder una serie de preguntas, entre ellas:
El aprendizaje mediado por computadoras:
...mejora la capacidad de retención de los alumnos?
...ayuda a construir ideas complejas a partir de bases simples?
...mejora la capacidad de resolución de problemas?
...provee nuevas perspectivas y horizontes conceptuales?
...promueve una mayor cooperación entre los alumnos?
...fortalece el sentimiento de pertenencia a una comunidad?

Desde el punto de vista de la evaluación, las nuevas tecnologías presentan un gran desafío para los académicos y los investigadores. No sólo es necesario evaluar el rendimiento académico, sino también otras variables que son extremadamente difíciles de medir, por ejemplo: el aprendizaje emocional de los estudiantes, la incorporación de modelos de rol, la identificación del alumno con la comunidad educativa, etc.
A pesar de que se han realizado cientos de experimentos en los últimos 20 años, todavía no podemos responder con certeza la pregunta respecto de su efectividad a nivel del aprendizaje. Todavía no está demostrado que las tecnologías informáticas y las nuevas comunicaciones alteren el proceso de aprendizaje de manera significativa. En el mejor de los casos, la educación virtual es igualmente efectiva que la educación tradicional, y como señala Phipps, muchos investigadores opinan que es peor.
Además, tomar cursos a distancia vía Internet no presenta ventajas a nivel de costos (más allá del ahorro en transporte). Datos del Departamento de Educación de los Estados Unidos muestran que 77% de las instituciones con programas de tele-educación aplica los mismos aranceles que en sus cursos convencionales, 6% aplica aranceles más elevados, y sólo 3% aplica aranceles inferiores.
Visto desde esta perspectiva, Goolsbee señala que la educación virtual cuesta lo mismo que la educación tradicional, y provee una instrucción que es por lo menos ligeramente inferior en calidad respecto de la educación convencional.
El efecto total de la introducción de la educación vía Internet no es demasiado significativo y en el mejor de los casos será una alternativa válida para aumentar las posibilidades de elección del primer grupo de análisis (aquellas personas sin acceso a la educación convencional), expandiendo los horizontes y las posibilidades de la educación a distancia. Pero en los próximos años, no tendrá efectos considerables en la cuota de mercado de la educación tradicional en su modalidad presencial.

* Adaptación para Eduforum de la participación de Alejandra Candia en el Coloquio Universidad Torcuato Di Tella - Atlas Economic Research Foundation - Fundación República: "Reforma Educativa para el Siglo XXI: Promoviendo la Libertad de Elección para una Vida Mejor", realizado en la UTDT en Noviembre de 2000.

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