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La
Argentina del tango o del folklore era un país más despoblado,
pero más tranquilo, con menos agresiones. Todo era más placentero,
más agradable. En eso sí que cabe aquello de que todo tiempo
pasado fue mejor. Evidentemente, la televisión ha cambiado todo. Ver
tanta violencia, tanta agresión...
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"...Volviendo
a los tiempos de vacas gordas, en 1920 (nuestra ganadería se sumaba
al éxito del tango) aparecieron excelentes bailarines amateur, de
alto linaje social, y danzarines de lujo, como Vicente Madero, Ricardo Guiraldes
y el mismo embajador Marcelo T. de Alvear, con su esposa y partenaire, la
distinguida dama Regina Pacini. Ellos fueron habitués ilustres del
cabaret Garron, de rue Fontaine número 6, en Montmartre. Y más
tarde llegó Gardel. París amó siempre esa música
para los franceses de ultrapampa, y desde su adopción le dio puesto
de honor en las tradicionales fiestas de caridad anual en el baile de las
pequeñas camas blancas, en la Opera. Acaban de cumplirse 90 años
de tango en París." |
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