0.- Prólogo
Ésta es una historia de memorias, y esto puede recordarse...
...que Juan Pablo II, papa de la cristiandad y tipo más cachas a este lado del Potomac (lo menos), decidió, por razones todavía hoy inconcretas, limpiar la humanidad de escoria y aprovechar para apalear a un montón de frikis pajilleros en su camino a la santidad. Lo hizo con saña porque, decía, el fuego purifica y, además, calienta en invierno. Pero en realidad lo hacía porque, solía confesarse, le gustaba. Y esto demuestra que puedes mantener un punto de vista hipócrita y, por así decirlo, no saber de la misa la media. Aún tardaría en darse cuenta de que ni siquiera le gustaba.
...que más tarde contrató a una panda de holgazanes malmasones para hacer bulto en sus cada vez menos regulares cacerías del onanista patético, de las que siempre insistía en atribuirse los méritos. Entre los poco leales soldados papales y lo que en su jerga pseudomilitar éste acabó por llamar "el sujeto pasivo, sujetadlo y ponedme los piños a tiro" surgió una creciente comprensión, por no hablar del devastador efecto que tuvo la decisión de pagar la soldada de las fuerzas pontificias en Robs (exótica moneda de curso celestial en cuyo anverso una hilera de dientes quedaba por encima de la leyenda "Que diso te lo pague" escrita en el alfabeto cirílico (esto último fue un despiste con las fuentes del word y no, como más tarde dirían las malas lenguas, una malévola artimaña para confundir) y que nunca fue aceptada en bar o tienda de cómics alguna). De la lucha que enfrentó a Juan Pablo II con el grueso de los frikis con desgarros anales que tanto le querían y admiraban se cuenta que fue acompañada de una súbita y sospechosa huelga de los papa-boys (liderada por un peculiar personaje en mallas rosas que insistía en que le borraran el cerín, pero eso no viene a cuento) y que se saldó con una tremenda explosión que mandó al papa al otro barrio...
...que, por razones del todo inconfesables, más tarde se descubrió que Juan Pablo II había preparado todo aquello para intentar un plan de retiro que, a lo mejor, salió bien.
Nadie sabe por qué el papa se acabó tomando tan en serio, hasta el punto de orquestar su propia muerte, una misión de la que ya se había retirado de facto hacía años. Probablemente fue sólo aburrimiento. Incluso el más devoto exterminador de cucarachas acaba por cansarse de ver cómo éstas siguen resistiéndose a la extinción. Pero si es cierto que el acto de limpiar u ordenar el universo hace que, en realidad, éste acabe siempre más desordenado que al principio (por la entropía (o la dixtopía (no me acuerdo bien, pero era algo así, lo tengo en la punta de la lengua...))), es aún más cierto que el que limpia acaba de mierda hasta el cuello.
La antigua soldadesca vaticana se mezcló con los frikis.
Se mezcló tanto que se hizo evidente que iba a hacer falta una escoba no-entrópica para limpiar todo aquello.
Ésta también es una historia con emoción, aventuras y un prólogo vilmente plagiado a Terry Pratchett.
Bueno...
....uno de tres no está mal.
En realidad es sólo el treinta y tres por ciento, pero podría ser peor.
1.- Conversaciones en la catedral
"The slow one now will later be fast
As the present now will later be past
The order is rapidly fadin'"
El viento soplaba húmedo y frío, cortante, en uno de esos terribles días de invierno que todos conocemos bien. Llovía en la calle y también en el interior de la mayoría de los edificios de una ciudad que nunca se ha hecho a la idea de que la lluvia te cala hasta los huesos incluso en el Mediterráneo. De todos modos, no puede decirse que el principal defecto de Necromálaga sea la, siendo indulgentes, apresurada construcción de sus edificios, calles y, ya puestos, ciudadanos (si somos, de nuevo, lo suficientemente indulgentes como para llamarlos así). Por ejemplo, están las ratas fijas (de "fíjate en mis dientes", pero ésa es otra historia) que atemorizan a la población, la población que atemoriza a todo turista que se atreva a salir de su hotel y una colonia extranjera cuidadosamente seleccionada para atemorizar a los que no se dejan asustar fácilmente. ¿Goteras? Total, sólo llueve dos días al año y de todos modos hay que reconocer que iba siendo hora de tomar una ducha.
Incluso en la catedral había goteras. Algún miembro del clero, adscrito al servicio de ideas brillantes del obispado, había pensado que sería fantástico montar una cuestación popular para salvar la catedral. El aparente impedimento que suponía el razonable estado de conservación del templo fue diligentemente solucionado por un par de curas que, armados de sendos taladros, practicaron someras incisiones en este y aquel techado. Las fotografías de los asientos del coro corrompidos por la humedad levantaron el espíritu cívico de los necromalagueños y se recaudó una bonita suma. De la inversión que con ésta se hizo discretamente en un paraíso fiscal se habló mucho y se supo poco, aparte de que la desaparición de los fondos coincidió con la repentina mudanza de los gestores a países sin tratados de extradición con Chaospain. Cosas que pasan. Al final las goteras se convirtieron en otro pintoresco atractivo turístico con el que poner a prueba el ánimo de los visitantes.
Pero no había visitantes aquel día en la catedral. Ésta había sido reservada para celebrar un matrimonio peculiar, notable incluso. El joven anciano Rogelio Fósil tenía el honor de invitar a sus amigos y vecinos a su boda con la bella y "adorable-cuando-llegas-a-conocerla" Xisca 100b (alias la Gran Amenaza Rumana). La elección del templo necromalagueño había tenido dos razones de peso. La primera, de orden práctico, referida a la dificultad que las dos razones de peso de Xisca 100b (no hay dolor) tendrían para pasar por una puerta que no fuera del tamaño adecuado. La segunda, sentimental, se debía al especial vínculo de la comunidad freak con necromálaga, donde Nicholas Abazathlonado había desarrollado su misión con el mesías Bazathlon, situando su cuartel general en las catacumbas de la misma catedral, gracias a su buena amistad con el desaparecido pontífice Juan Pablo II.
Era ésta la principal pena que el frío del exterior azuzaba en los corazones de los presentes en la ceremonia. Aquel día feliz se veía empañado por los recuerdos de la aún reciente muerte de su líder espiritual. Había sido un cascarrabias. Había sido condescendiente, tiránico y, hablando en plata, un perfecto hijo de puta, pero todo aquello se difuminaba en las neblinas del olvido. En un momento tan emotivo como aquel, todos sus antiguos compañeros lo añoraban de buena fe. El ambiguo Sarcástico, el carismático (aunque segundón) Serandonga, el siempre recto Capitán y todos los demás se consolaban unos a otros. Ojalá estuviera aquí, se decían. Le hubiera encantado decir esta misa, tanto Rogelio como Xisca lo apreciaban. Ojalá estuviera aquí. Pero se equivocaban. Había grietas en la historia que las lágrimas no dejaban ver. Y sólo mentes claras y desapasionadas podían verlo.
-No estoy seguro, Nick- susurró el agente Eme en uno de los bancos posteriores
-¿De qué no estás seguro?
-Ya sabes, de que realmente le hubiera gustado ver esto- y, anticipándose a la pregunta de Nicholas Abazathlonado, se respondió -A Juanpa, claro.
-Ya lo puedes decir, Eme. Fíjate en los invitados. Vale, Juanpa apreciaba al Fósil, aunque dudo que supiera su nombre. Y probablemente también a la 100b. Y aquí estamos muchos de sus amigos; Lord AlfBates, la Mostrorrata y todos los demás. Pero alguien me tiene que explicar qué hacen aquí Garrison, Juanmito y Siniest. He sabido, incluso, que LEGIÓN fue invitado, pero sabe, desde luego, que no le conviene enseñar su fea jeta por aquí.
-Son otros tiempos, Nick. Ahora nos llevamos bien.
-Demasiado bien para mi gusto.
-Eso mismo te decía. Demasiado bien para el gusto de Juanpa... otros tiempos- quizás el rostro del agente Eme tembló imperceptiblemente al decir esto, y Nicholas Abazathlonado se disponía a preguntarle si también para su gusto cuando la ceremonia alcanzó su punto culminante.
El sacerdote que oficiaba la ceremonia (nada que ver con Juan Pablo II, pensó tristemente Abazathlonado para sí) había sido traido desde Navarra por AlfBates, y era un ex seminarista del Opus que disfrutaba declamando infumables sermones sobre las relaciones palestino-israelíes y por qué había que votar al PP. Hecha su alocución, y mientras algún que otro skbron se preguntaba donde podría comprar esa bonita figura de Alan Moore crucificado que tenían puesta en el ábside de la iglesia, el sacerdote abandonó el púlpito y se situó ante los invitados y contrayentes. Carraspeó un par de veces y comenzó a hablar en voz alta.
-Si alguien sabe algo que impida este matrimonio, que hable ahora o... ¿qué dem...?
Todos los ojos se volvieron hacia la fuente de la conmoción. Su vista se centró en uno de los primeros bancos. Alguien, sin duda un amigo cercano de la pareja, se había levantado súbitamente con tan mala fortuna que había tropezado y basculaba peligrosamente sobre sus pies, amenazando con derribar una mesa cercana. Ante el estupor de todos los presentes y, sobre todo de la joven pareja, comenzó a gritar.
-¡YO! ¡YO! -dijo acaloradamente, su melena al viento. El agente Eme lo identificó al instante como Poniente, un agente local de gran capacidad pero dudosa fidelidad a las antiguas fuerzas papales (lo cual, meditó, no dejaba de ser una ventaja). Lo que no pudo identificar fue la mesa que, finalmente, cedía bajo el peso de Poniente -¡Yo tengo algo que objetar! ¡Este argumento está mal pensado!
-Ostia puta- fue lo único que alcanzó a decir Nicholas Abazathlonado, en un tono demasiado alto para una iglesia.
-Típico de Poniente- se limitó a decir el agente Eme, sin perder ni un ápice de su legendaria serenidad.
-¡Callen, felones!- bramó el Capitán, intentando poner algo de cordura en la situación- Callen, y dejen hablar al buen Poniente, pues claro está que su interrupción debe estar más que bien justificada.
-¡Gracias, buen Capitán! -Poniente trataba de zafarse de la mesa destrozada- ¡Esta trama no tiene sentido, pues la relación entre Xisca 100b y el Capitán tiene muchas más posibilidades narrativas y psicológicas!
-¡Santo ditirambo! ¿Pero que esperan para hacer callar a ese botarate?
Lamentablemente no sólo nadie se atrevió a cruzarse en el camino de Poniente, si no que este se zafó de la mesa con la que había compartido caída e ignominia, y reincidió en su alocado ímpetu de modo tan desafortunado que resbaló en el primero de los escalones que llevaban al altar. Cayó de nuevo y, con un golpe sonoro, su cabeza entabló franca amistad con el tercer escalón, quedando inconsciente. La multitud se arremolinó en torno a él.
-Eme, en serio- dijo Abazathlonado con una voz queda y un tono cortante -Esto tiene que acabar. No estoy dispuesto a permitir esta podredumbre. Juré acabar con la escoria freak, al lado de Juan Pablo II o solo.
-Podrías intentarlo junto a Nick Savage... -Eme seguía impertérrito, e incluso se atrevía a hacer bromas en un momento como ese- Pero siempre podemos rescatar a Juanpa.
-¿Rescatarlo? ¡Pero si murió hace meses! ¡Y ni siquiera quedaron huesos!
-No te pongas melodramático. Esto es algo que todavía no le he dicho a nadie, pero creo que Juanpa no murió en realidad en la batalla de Expofriki.
-¡Demonios! ¡Pero eso es imposible!. De seguir vivo, nunca habría permitido que degenerásemos hasta este punto -Abazathlonado bajó el tono al ver la mirada incisiva del Capitán- Bueno, que degenerásemos sólo algunos de nosotros, no todos...
-Déjame explicarme. Todo lo que se pudo recuperar del cuerpo de Juan Pablo II tras la explosión que terminó con la batalla fue su dedo meñique del pie izquierdo. Esto me pareció raro, porque de las otras víctimas se encontraron trozos más grandes.
"Además, no pude evitar acordarme de una conversación que tuve con Juanpa poco antes de aquella desgracia. Se interesó por el tiempofriki® de un modo casual y yo le expliqué más o menos cómo funcionaba. Entonces pensé que era raro que se interesara por un tema así, pero más tarde encontré una explicación, tanto para la explosión como para la desaparición del papa. ¿Y si me preguntó por el tiempofriki® para utilizarlo si se veía entre la espada y la pared?
-¿Tiempofriki®?- el desconcierto de Abazathlonado ante la súbita locuacidad del agente Eme era patente en su voz -Por lo que he leído, resulta demasiado incontrolable como para utilizarlo en serio.
-Puede ser, puede ser...- respondió Eme dubitativo -Pero Juanpa no necesitaba controlarlo. Recuerdo que justo antes de la explosión yo estaba tumbado a unos cincuenta metros de él, herido en la lucha. Y Juanpa estaba rodeado, Nick, lo vi con mis propios ojos, y sin fuerzas para resistir. A lo mejor no podía calcular el punto temporal de llegada, pero estaba desesperado y podía lanzarse por la corriente del tiempofriki® a lo loco como última salida. Además, recuerdo que llevaba unos ejemplares de Mint Na Bokura escondidos en su tiara, y dudo que se los quisiera leer. Sé que suena a especulación, pero poco después, mientras me recuperaba de mis heridas, empecé a investigar signos de Juan Pablo II en las antiguas crónicas y los libros de historia. No fue fácil, claro, pero encontré algo...
El agente Eme calló ante una nueva conmoción. Poniente había sido levantado por algunos de sus amigos y, cuando parecía que la boda podría por fin continuar, alguien alzó la voz.
-¡Eh, mirad esto!- era la voz de Lord AlfBates -Ahí va la ostia, esto de debajo del escalón parece una inscripción.
Las airadas protestas del sacerdote ("¡estos de ADLO! siempre molestando!") no pudieron impedir que los poco respetuosos frikis se lanzaran en tromba a ver qué estaba escrito bajo el escalón que la poderosa testa de Poniente había hecho añicos. Eme y Abazathlonado dieron algún que otro codazo y se situaron discretamente para ver de cerca la inscripción. Alguien levantó las placas de mármol adyacentes al hueco y la inscripción fue, poco a poco, quedando a la luz. La sorpresa fue, esta vez, mayúscula.
-Bueno, Eme, parece que ahora tenemos algo a lo que llamar un plan- dijo Abazathlonado satisfecho.
Pero Eme no podía hablar. Estaba demasiado ocupado leyendo una y otra vez la clara y familiar inscripción:
"Venid a buscarme, copón. Ya no aguanto más esta puta época sin vodka ni tebeos.
En Málaga, a 18 de Julio de 1726
Juan Pablo II, más en el exilio que nunca"
2.- Primer interludio
En un lugar por el momento indeterminado, en el que probablemente no queráis pensar, una cabeza calva y reluciente de proporciones mitológicas dejaba que sus pensamientos fluyeran libremente. Prestaba atención a muchas cosas, incluyendo, por supuesto, los recientes acontecimientos en Necromálaga. Nada escapaba a su análisis. Meditó profundamente las implicaciones de lo que acababa de pasar y lo que esto acabaría por traer. Oteó líneas de disrupción en el horizonte. Decidió anotar cuidadosamente los detalles en su preclara mente y mantener un ojo cerca de todo aquello. Podría ser importante. Podría ser peligroso. Todo este esfuerzo intelectual fue realizado, sin embargo, en apenas un segundo. Sus neuronas del tamaño de pelotas de tenis podían hacerlo incluso más rápido.
Pero reservaba esas habilidades para cuestiones de verdadera importancia.
Por ejemplo, todo el mundo sabe que la araña siempre ha sido radioactiva...
3.- La comunidad del Giant Size X-Men nº 1
"And though it's never the same after the first time
That doesn't stopt them coming back for more"
Era imposible impedir la propagación de la noticia de que Juan Pablo II seguía vivo en algún sitio del continuo espacio-tiempo. Los pocos amigos que aún le eran fieles en la ausencia lo sabían perfectamente. Del mismo modo, sabían que cualquier intento de rescate que intentaran sería torpedeado de algún modo. ¿Cómo golpearían los enemigos del papado? Era una buena pregunta a la que no podían responder con seguridad. Por lo tanto, debían darse prisa. Antes incluso de que la noticia de la buena salud (si bien en el pasado) del papa llegara a oídos poco convenientes, cuatro de sus amigos se reunían con la intención de preparar una expedición que lo rescatara del pasado.
El agente Eme y Nicholas Abazathlonado supieron lo que debían hacer tan pronto como vieron la inscripción de su amigo bajo el escalón de la Catedral. Allí mismo comenzaron a discutir los planes para el rescate. ¿Podía hacerse? No tenían ni puta (sic) idea. ¿Qué necesitarían? Muchísima suerte, probablemente. Abazathlonado no podía dejar de mirar con preocupación las canas de su amigo, provocadas por la experimentación poco prudente con el tiempofriki®. Pronto se les hizo evidente lo que les hacía falta.
-¡Eh, Serandonga!- Abazathlonado usó la mejor de sus sonrisas (que, incidentalmente, no era una gran sonrisa, aunque sí bastante meritoria para alguien cuya misión descarta el entretenimiento) para dirigirse al peculiar amigo de Juan Pablo II -Ven, ven, amigo.
-¿Estás seguro, Nick?- el susurro de Eme fue apenas perceptible -Me da que Poniente es más sacrificable...
-Necesitamos un tonto útil, ¿no? Pues, joder, tiene que ser útil. Poniente se las arreglaría para tropezar con algo en el tiempofriki® y seguramente cambiaría toda nuestra realidad. ¿De verdad quieres ver a Sánchez liado con Xisca 100b?
Pero Eme no pudo responder a esto, porque Serandonga ya se acercaba cojeando hacia ellos.
-Afú... Er Capitán la tiene tomá conmigo, hohtiah- Serandonga siempre fue leal al papado, pero es cierto que su acento nunca fue perfecto -Que si cojo por aquí que si cojo por allá. Macho, ya no puede uno ni partirse un pie sin que lo intenten linchar.
-Bueno... ya conoces al Capitán.- Abazathlonado seguía sonriendo -Tiene esa pequeña fijación con los cojos. Bueno, dime, ¿Qué te parece el mensaje de nuestro amigo Juanpa?
-Joer... qué suhto me he llevao, Nic. No sabía que entoavía estuviera vivo, er mu bahtardo.
-Pero estarás de acuerdo- terció el agente Eme -en que es nuestro deber rescatarlo...
-¿Apero cómo?, yo de viaje en er tiempo no sé na de na.
-Tranquilo, mi buen Serandonga- dijo entonces Abazathlonado poniéndole la mano en el hombro -Eme y yo nos encargaremos de todo.
Una vez Serandonga fue reclutado para la expedición que había de rescatar del pasado en el que Juan Pablo II sufría, el siguiente paso fue captar a Lord AlfBates para la misma misión. Su caso fue algo más difícil, ya que no había sido tan leal al papado ni había sido nunca considerado como un aliado especialmente útil. Pero Nick había aprendido de su maestro el arte de manipular a los que han nacido para ser manipulados (mejor no decir quien era ese maestro, Aquel Cuyo Nombre No Debe Ser Pronunciado) y se las arregló para convencer a AlfBates de que la expedición tenía como destino, en realidad, Londres, y que también era más barata y rápida que el avión. En tal caso, convino AlfBates, la cosa le convenía.
Pero fue mucho más difícil averiguar el modo en que ellos cuatro podrían desplazarse hasta el pasado. Abazathlonado y el agente Eme lo discutieron durante días enteros, perdiéndose entre hojas de apretados cálculos. Les hubieran venido muy bien los conocimientos matemáticos de Serandonga y AlfBates, pero su papel de conejillos de indias desaconsejaba que estuvieran al tanto de unos detalles que podían implicar un viaje sólo de ida hasta el neolítico. Poco a poco, sin embargo, y gracias a la ayuda de una eurocalculadora que Abazathlonado le había robado a un operador del canal #fanhunter, llegaron a una terrible conclusión.
-Sí, está claro- dijo Abazathlonado tras estudiar con cuidado una integral doble al pie de un folio garabateado -; no tengo ni puta idea de matemáticas.
-Nos hace falta una cantidad inconcebible de energía friki...- Eme fruncía el ceño -Supongo que Juanpa pudo reunirla por pura casualidad gracias a lo tenso de la situación en la que se encontraba. Y hay que tener en cuenta que la canalizó hacia un solo cuerpo, mientras que nosotros necesitaremos energía friki para cuatro.
-¿Y si...- Abazathlonado mordisqueó su lápiz una vez más mientras cogía un nuevo folio y volvía a escribir- Sí, de este modo podría conseguirse lo que nos hace falta.
La sorpresa del agente Eme fue mayúscula.
-No conozco a nadie tan friki- fue su lacónica respuesta.
-Ya, pero si usáramos un... catalizador de frikismo, podríamos llamarlo- el esfuerzo quedaba patente en la voz de Abazathlonado -... en ese caso el potencial de energía se multiplica, así como la energía efectiva disponible.
-Pero, aun así, necesitaríamos a alguien muy friki, una especie de tótem del frikismo. Oye, podría funcionar, ¿sabes? Pero me gustaría probar antes lo del catalizador ese.
-¿A quién mandamos antes? ¿A AlfBates o a Serandonga?
-Bah, da igual. Lo echamos a los dados y al que le toque. Lo importante ahora es rescatar al PutoAmo.
-¿El PutoAmo? Mierda...
-Si conoces a alguien más capaz de hacer esto- dijo Eme señalando el folio -estaré encantado de conocerlo.
Conseguir la colaboración del PutoAmo (o, mejor dicho, ex-PutoAmo) de ADLO! fue lo más difícil hasta el momento, del precipitado plan para rescatar a su Santidad. El que en tiempos comandara las acciones de la desorganización ADLO! había sido depuesto de su cargo tras un lamentable incidente que implicó la escritura de las anotaciones al Capitán América de Liefeld, lo que implicó a su vez la lectura repetida de tal magna obra, lo que a su vez redundó en daños cerebrales permanentes. Al final se hizo evidente que una reclusión indefinida en un sanatorio mental a cargo de unas entrañables monjitas era lo único que se podía hacer.
-Oh, venga- dijo el agente Eme a Sor Recepción -Se lo estoy suplicando. Necesitamos a ese hombre.
-Pues por mis cojones que ese hombre es un enfermo a nuestro cargo y no sale de aquí- dijo con voz dulce (de camionero pero dulce, que conste) Sor Recepción mientras acariciaba la culata del AK-47 que tenía sobre el mostrador -Y deja ya de tocármelos, puto capullo -el agente Eme siempre había pensado que los modos de su amigo Juanpa eran algo aislado en el clero, pero esto estaba empezando a convencerlo de lo contrario.
-Esto... si se me permite interrumpir -Abazathlonado había permanecido alejado de la discusión durante todo aquel rato, pero había decidido que si querían sacar algo en limpio, tendría que intervenir -Hermana, no, por favor, no hace falta que cargue el fusil. Estamos entre amigos. Ese hombre, es enfermo, nos hace falta para una misión importantísima: el rescate de Juan Pablo II.
-¿Juanpa?- por primera vez en toda la entrevista, la voz de Sor Recepción reflejaba algo que no era pura hostilidad -Pero si lleva muerto meses...
-No, no lo está. Mire, aquí hay una prueba de que vive y tenemos que rescatarlo- dijo mientras entregaba un sobre a la simpática monja.
-Hum... sí, claro. Y yo que pensaba que había muerto en aquella explosión...- dijo por fin tras examinar discretamente el contenido del sobre -En ese caso, tendré que fiarme de vosotros. Pero sigue siendo mi enfermo. Si no me lo devolvéis en una semana, os puedo garantizar que cenaremos estofado de huevos en el convento, si es que entendéis lo que quiero decir.
-Por supuesto que lo entendemos- alcanzó a decir el agente Eme, súbitamente pálido.
A la salida del manicomio, ya con el PutoAmo en su poder (había que llevarlo con una correa, babeaba y no paraba de repetir cosas como "lanzo mi escudo, malditos secuaces de hydra ¡chan chan!", y a Eme se le hacía difícil reconocer en ese desecho al antiguo PutoAmo, pero confiaba en que les sirviera), el agente Eme no pudo resistirse a la curiosidad. Preguntó a su compañero cómo había conseguido tan taumatúrgico cambio de actitud en la religiosa.
-Oh, Eme...- dijo Abazathlonado divertido -Se nota que no has estudiado con tanto cuidado como yo las crónicas del Santo Padre. Él mismo solía venir aquí de vez en cuando para rescatar a su amigo Nick "The Man" Savage. Y yo lo sabía, así que no fue difícil convencer a Sor Recepción.
-¿Y qué había en el sobre? ¿Una foto de la inscripción del papa? No te vi tomar ninguna foto en la Catedral de Necromálaga aquel día.
-¿Qué foto ni qué niño muerto? En el sobre había 200 euros. Copón, ¿tanto tiempo tratando con Juanpa y aún no sabes cómo funciona el clero?
-Joder, no sabía que tu lealtad por el Papa llegara hasta el punto de gastarte dinero en su rescate.
-Oh, bueno. En realidad ese dinero sale de la pasta gansa que Siniest me pasó por la foto de Kita Prenda en pelotas.
-¿Kita Prenda en pelotas?- los ojos de Eme echaban chiribitas y desmentían cualquier cosa buena que se pueda decir sobre él.
-Desengáñate. La cara es de ella, pero el cuerpo es de un oso siberiano cuya foto conseguí en la web de national geographic. Siniest no pudo resistirse a una imitación tan lograda.
-Bueno, hay que reconocer que tus montajes siempre fueron logrados- Eme esperaba que hacerle la pelota sirviera para que le pasase la foto- Cuando puedas me la mandas, ¿vale?
-Lo que sea, pero dejémonos de chorradas. Ahora ya estamos listos para nuestro primer experimento. ¿Has conseguido lo que te pedí?
-Eh... sí, lo tengo. Me ha costado bastante conseguirlo, pero ya podemos lanzar a AlfBates hacia el pasado.
-Perfecto. Oh, mierda. Se ha meado encima.
-¡Cráneo Rojo, te vencheré!- dijo con voz aguda y calva reluciente el otrora sagaz PutoAmo
-Diso... anda, vamos a hacer una prueba. Enséñaselo, a ver qué pasa.
Entonces el agente Eme rebuscó entre la bolsa que llevaba y, con bastante ceremonia (no quería, por nada del mundo, que se dañaran las esquinas), sacó un viejo tebeo. Para el común de los mortales se trataba sólo de un montón de páginas con dibujos extraños, probablemente una mala influencia para los niños. Pero para los tres frikis que lo contemplaban, era algo mucho más importante, casi mítico. Se trataba de una primera edición americana del Giant Size X-Men número uno, en el que se forma la verdadera Patrulla-X. Incluso estaba firmado por Len Wein, y Abazathlonado, las lágrimas en los ojos, se maravilló de las capacidades de su compañero Eme a la hora de encontrar ese tipo de joyas. Sin embargo, el efecto más drástico se produjo en el antiguo PutoAmo, que dejó sus balbuceos y empezó a babear intensamente ante la vista del cómic en cuestión. Volviose su calva aún más reluciente, sus ojos brillantes ante semejante tótem del frikismo universal. De repente, unas chispas de color azul eléctrico empezaron a formarse a su alrededor... el tiempofriki® entraba en acción.
-¡Para! ¡Apártalo!- gritó Abazathlonado mientras escondía de un manotazo el tebeo -Si sigue mirándolo así probablemente acabemos en medio de alguna guerra carlista, por lo menos.
-Bueno, eres tú el que ha propuesto el experimento.
-¡¡¡Buaaaaa!!!- lloraba desconsolado el PutoAmo -¡¡Nene tere tebeo!!
-Sí, y ahora.. oh, mierda, ¿por qué demonios me agarra la pierna? Estoy seguro de que no hay necesidad de que me manche de babas un pantalón perfectamente limpio. Aparta, demente. En fin, por lo menos ya sabemos que esto funciona, ¿no?
-Eso espero. Somos como la comunidad del anillo. Mola.
-La comunidad del Giant Size X-Men nº 1...- dijo Abazathlonado con tono irónico, pues como todos saben, Abazathlonado es un friki declarado de la LEGION (la de Superhéroes y la de la cabra, por si había alguna duda) -Lo que hay que hacer para salir en estos putos relatos...
4.- Segundo interludio
En lo alto de un monte, más allá de cualquier rastro de civilización, donde nadie osa pisar (más que nada porque no hay ni un teléfono a mano, es imposible conseguir agua caliente y morirías antes de encontrar un bar respetable en el que desayunar), las mariposas bailaban alegres sobre la hierba. Las cabras saltaban sin motivo aparente y una pequeña niña vietnamita se sonreía.
-¡BWAHAHAHAHA!- vale, de acuerdo. Era una sonrisa intencionadamente siniestra y un poquitín excesiva -ToDo Se DeSaRRoLLa SeGúN Lo PReViSTo. ¡Y No SoY NiNGuNa Niña VieTNaMiTa! SoY uN PuTo oRáCuLo, MaMóN. Y TaMBiéN HaBLo SoLa- siguió con el demente soniquete de los malvados- PeRo Qué MaLa Que SoY. ¡BWAHAHAHAHA!
¿No es adorable?
-MuéReTe.
5.- Yo.. Lolita
"Well I'm not dumb but I can't understand
Why she walked like a woman and talked like a man
Oh, my Lola"
Zapatos de tacón que auxiliaban a la parquedad de su estatura. Ajustados pantalones de lycra (rosa) que estaban de oferta y tanto le gustaban. Una peculiar reinterpretación del clásico "camisa hawayana" que la decencia impide comentar en detalle... todo eso y mucho más venía a ser (y me callo lo de los pendientes reflectantes) el exclusivo vestuario del Señor Sarcástico (sic). Los reiterados y sensatos intentos de cambiarle el mote a "Señor Ridículo" no habían terminado por... florecer, por así decirlo, más aun desde que la única mente que realmente podría haber puesto fin a semejante despropósito se transportara al decimoctavo siglo necromalagueño. La muerte, desaparición, ausencia o escapada de Su Santidad le había venido muy bien a Sarcástico. Una jugada redonda, se decía. No es que lo hubiera planeado todo, lo que se dice todo, de acuerdo. Quizás tuvo un poco de suerte en lo del Expofriki, pero hacerse el herido había sido una gran idea para que lo dejaran en paz y el pope se enfrentara con toda aquella caterva de mamelucos. Desde entonces, se había convertido en alguien tremendamente necesario (nadie sabía cocinar nachos colombianos como él) y temido (nadie quería volver a oír su historia (anotada, por supuesto) de cómo hizo las interesantísimas anotaciones de las anotaciones del PutoAmo a Youngblood).
¿Por qué, entonces, se sentía tan excitado? La noticia de que el Papa no era del todo irrecuperable debería haberle provocado aprensión, asco, miedo, pero... ¿excitación? Volvió a quitárselo de la cabeza. Había cosas urgentes.
-Somos todos los que estamos; no estamos todos los que somos, claro, pero ya sabéis que no puedo aguantar la relativista concepción que de la inteligencia tiene Siniest.
-Protesto enérgicamente- interrumpió entonces la oronda voz del gordo Juanmito mientras deglutía una porción de pizza que había encontrado en la calle de camino a la secreta reunión- Siniest es un aliado útil y poderoso, como quedó demostrado en Crónicas de Historias Aún por Ocurrir, capítulo 14 (insertar publicidad aquí).
-¡Aquello provocó el advenimiento del anticristo!- terció entonces Gruman, que era Nadie, Alguien y Ninguno a la vez.
-Vale, pero yo le cogí una teta a la gata.
-Sí, lo que sea, pero olvidando por un momento la única vez que en tu vida *cogiste* algo- repuso con mala baba Sarcástico -quiero dejar claro que Siniest es un maldito gordo con el que no trabajaré nunca.
Juanmito refunfuñó, enfadado, algo acerca de lo pequeñas que hacían las porciones de pizza últimamente, pero pareció darse por contento. Aquellos locos decían que Juan Pablo II seguía vivo. Él no los creía, por supuesto, pero dejar pasar una oportunidad, por remota que fuera, de ponerle la mano encima al injuriante Papa era un lujo que no iba a permitirse. Sobre todo si era verdad que él estaba en el pasado y su famosa BADM® en el presente, con una prudente distancia de casi tres siglos entre ambos.
Sarcástico apartó la mirada del trasero de nadie en particular y se centró en su tarea. Estaban en la frontera latveriana, dispuestos a entrar a reclutar la ayuda del mismísimo Víctor Von Muerte, el cual, sin duda, estaría deseoso de abandonar sus deseos de dominio mundial, galáctico y universal para inmiscuirse en las broncas infantiles de cuatro frikis sin vida social (¡por supuesto!). El monstruoso ser de mallas rosa se acercó al androide de seguridad que guardaba la frontera de Latveria con Hungría (o Austria, o Villaconejos de Arriba, uno nunca esta seguro con estos reinos imaginarios) y esbozó lo que él consideraba que era una sonrisa abierta y simpática, cuando en realidad sólo era una horrorosa mueca que dejaba al descubierto sus podridas encías repletas de una sustancia blanca que distaba mucho de ser sarro:
-Venimos de las lejanas tierras de Chaospain-Callao a las Siete para alistar la ayuda de...
-Lo siento, no puede permanecer en este país.
-¿Que no puedo entrar? -la sorpresa del Señor Sarcástico era mayúscula, y sus ademanes de locaza eran mas exagerados si cabe- ¡Llévame ante tu Líder! ¡Exijo que se me entregue la máquina del tiempo inmediatamente!
-La máquina del tiempo que desea adquirir no existe -el androide, número de serie c-H4N, seguía impertérrito- Hagan el favor de despejar la frontera, por favor.
-¡Nadie había sido capaz de ofenderme así!
-¿Yo te he ofendido? -gimió Nadie, con lágrimas en los ojos.
-No me refiero a... -Sarcástico estaba visiblemente rojo de ira, cosa harto difícil con su tez atocinada- ¡Quiero que me traigas a Muerte inmediatamente!
-Esta bien -el androide emitió un zumbido- Está en camino.
Sarcástico sonrió complacido. En cuanto Muerte llegara allí, tendría la Máquina del Tiempo a su disposición, un igual con el que conversar, un pene metálico que... No, había que ser profesional. Había que ser...
-¡Buenas noches! -dijo la voz metálica de alguien que desde el cielo descendía en majestad, aunque lo majestuoso para Sarcástico fuera lo que podía vislumbrar bajo aquellos faldones verdes, esa obra maestra de la grifería que... - ¡He dicho buenas noches!
-Erm... Sí, buenas noches -Sarcástico se repuso del impacto de haber vislumbrado aquella magnífica... visión- Gran Líder de los Latverianos, deseamos comunicaros que...
-Lo siento, pero soy un monarca ocupado.
-Pero...
-Lo siento, pero soy un monarca ocupado.
-¡Maldita sea! -Sarcástico podía soportar muchas cosas, pero esto de que no le hicieran ni puto caso era demasiado para su cutis refinado- ¡Exijo tu máquina del tiempo, maldito gitano!
-Lo siento, pero soy un monarca ocupado -el rey de los latverianos hizo una pausa- Ah, ¿pero es usted racista? ¿Tiene algo contra la nación gitana?
-¡Por supuesto que tengo algo que decir contra la nación gitana! -Sarcástico recibió una patada de Juanmito, que como buen friki sabía de los orígenes de Muerte- Eeeh... Lo que tengo en contra de la nación gitana es lo mismo que tengo en contra de cualquier nación que no sea la latveriana, porque...
-Hola, me llamo Puck, ¿es usted la última?
Al ser interrumpido, Sarcástico se giró, y no vio nada. Bajó la vista, y no vio nada. Bajó la vista aún mas, y no vio nada... Un momento, sí, vio algo. Allí estaba un tipo bajito y sonriente, vestido con un sugerente mono azul oscuro, luciendo una enorme "P" que cubría su diminuto aunque fuertecito cuerpo:
-Es que quería pedir hora para pelear con el Doctor Muerte, porque para que me den una serie regular necesito villanos de empaque, y de momento sólo he encontrado a uno y es un poco desastroso.
-¡Pues ahora estoy hablando yo con Muerte, enano de mierda! -Sarcástico no podía tolerar ser interrumpido por semejante mamarracho, así que volvió a su conversación con Muerte- Muerte, necesito la máquina del tiempo, porque Juan Pablo II...
-No te molestes en convencerlo, ese muertebot no te va a dar nada.
-¿Muertebot?
-Sí, son los robots clónicos que el Doctor Muerte usa para hacer tonterías sin que luego le tomen el pelo por ahí.
-Hum... -Sarcástico se quedó lívido.
-Éste es muy simpático, es n1ngune_
-Tsk...
-Sabe hablar de política, y registra todas las conversaciones, y vigila a todas horas y hasta creo que es amigo de David Macho.
Sarcástico se alejó de la escena lloroso, intentando ocultar su rabia y su frustración. Eme y Abazathlonado ya estaban poniendo en marcha el rescate con el tiempofriki®, y mientras tanto él estaba encoñándose de una tostadora llamada n1ngune_ Pero es que aquel pene cromado era demasiado para él, no podía dejar de pensar en lo que debía ser sentir en su recto aquel... Un pestilente olor inundo las narices de Sarcástico, y para variar no era el suyo propio. Era mas hediondo, rancio, de heterosexualidad mal comprendida:
-Ñiej, ñiej, ñiej... -no, no podía ser Él. Ahora no- El Mal nunca muere...
-¡Siniest! ¿Pero que haces tú aquí?
-Oh, veo que ya conocías a mi supervillano -Puck se acercó a la pareja feliz, con un pedazo de una de las pizzas de Juanmito en la comisura de los labios- Siniest y yo íbamos a enfrentarnos al Doctor Muerte en una de esas historias en las que el héroe une fuerzas con el villano contra la amenaza común, pero n1nuge_ dice que el Doctor Muerte esta ocupado gobernando los EEUU gracias a los contactos de David Macho.
-¡Apártate de mi, microbio insufrible! -Sarcástico lloraba a lágrima viva- Sin la máquina del tiempo ¿cómo podré hacerlo? ¿Como podré volver a sentir la mítica BADM® en mi interior?
-Ah, ¿quieres una máquina del tiempo? Reed Richards tiene una, y es muy amigo mío.
-¿Que me importa la máquina del tiempo de...? -Sarcástico se detuvo- Un momento, ¿has dicho que tu amigo tiene una máquina del tiempo?
Viajar hasta Nueva York para usar la máquina del tiempo de los 4 Fantásticos ya estaba resultando ser una experiencia tan frustrante como la de Latveria. La recepcionista (que para variar, era otro robot) no les hacía el menor caso, a pesar de que Puck exhibía una y otra vez sus credenciales de superhéroe canadiense homologado que hasta era amigo de Lobezno. Mientras tanto, y como nadie le hacía mucho caso, Juanmito se había ido con Gruman al Fantastic Burguer de al lado, y se trataba de intentar deducir los ingredientes de la maxiburguesa con doble de queso y parte de pollo al alioli con criadillas de muflón. Para Sarcástico la vida era mucho peor, no solo su esfínter se sentía solo y abandonado, si no que ahora tenía que soportar los desvaríos pseudo rumanos de Puck y padecer las dudas filosóficas del Sini.
-Xoxeteeeeeee... ¿Por qué te vistes de Xoxete, si no eres un xoxete?
-Porque de niño todos los... -Sarcástico se repuso de su depresión y descubrió que estaba siendo psicoanalizado por un friki apestoso- ¿Pero a ti qué coño te importa?
-Ñiej, ñiej, ha dicho xoxete...
¿Podían las cosas estar peor? El vacío que Sarcástico sentía su recto se hacía mas y mas insoportable, y lo peor era que hasta Siniest empezaba a hacérsele atractivo. Había algo especial en aquellas greñas grasientas, en aquel neanderthalismo casposo y falangista que empezaba a excitarle. Después de todo, sería una locura pasajera, otra cosa mas que añadir a su lista de cosas vergonzosas, como aquella vez que se introdujo la barra de un autobús o aquella otra que trató de succionar con el trasero los cuernos del casco del Profesor Loki.
-¡Pero conozco a Reed Richards! -Puck, inasequible al desaliento, seguía discutiendo con la recepcionista.
-Por favor, no se altere.
-¡No estoy enfadado!
-Su presión sanguínea ha aumentado de forma notable. En la planta 4 tenemos una clínica de relajación y adelgazamiento que podría...
-¡QUE NO ESTOY ENFADADO, HOSTIAS!
-Me temo que voy a tener que pedirle que abandone el edificio, señor Puck.
-¡Joder! ¡Soy Puck, soy simpático, todo el mundo me quiere! ¿Y ni el puto Doctor Muerte ni el idiota de Richards son capaces de hacerme caso a mí?
-¿Ha dicho Doctor Muerte? -la recepcionista cambió de expresión súbitamente- Espere un minuto, por favor. Su solicitud esta siendo...
-¿Cómo? -interrumpió Sarcástico- ¿He oído bien? ¿Acaso lo has conseguido, mi queridísimo amigo Peck?
-Oh, gracias, no fue nada, pero mi nombre es...
-¡No hay palabras que puedan describir mi agradecimiento! -interrumpió de nuevo (interrumpir era una de esas cosas que se le daban bien. De quedar bien en las fotos, nada, pero de interrumpir sabía cantidad) el Señor Sarcástico- ¡Nadie había hecho por mí un favor semejante!
-Sí, pero era un favor de otro tipo... -dijo alguien desde la hamburguesería.
Siniest rodeaba con su brazo libre a Puck y sonreía. Sarcástico se miraba en un espejo de recepción y trataba de ensayar el discurso con el que le conseguiría tomar el pelo a una de las mentes más brillantes de nuestra era. Gruman y Juanmito habían hecho buenas migas, lo cual no deja de ser raro, ya que Juanmito nunca hablaba con nadie. El tiempo se había estirado más que en una oficina de correos, y Sarcástico había empezado a descubrir que, si algo malo tiene esperar a un hombre tan ocupado como Reed Richards, es que el tipo siempre tarda en salir porque tiene que contar los quarks de una molécula de algún exótico compuesto alienígena mientras arregla el balón del niño y le añade un modulador de trayectoria con dibujito de Pikachu incluido. Y eso por no hablar de los ataques de supervillanos a todas horas, los fallos del sistema de seguridad del edificio durante los cuales una aspiradora se tragó a una vieja... Pero, finalmente, Reed Richards apareció en la sala de espera, con aire distraído y fumando en pipa:
-Si, ¿qué desean? He oído algo sobre el Doctor Muerte y no he podido resistirme, ¿quién sabe qué podré plag...? -Richards hizo una pausa y sonrió- Quiero decir, ¿quién sabe en qué estará pensando ese malvado villano?
-Oh, señor Richards -Sarcástico salió corriendo a su encuentro, con el ligero contoneo de caderas que el creía tan sexy- ¡Soy su mayor admirador! ¡He leído todos sus libros! -pero Richards pasaba de largo para, sorprendentemente, fijarse en Siniest:
-Buenas tardes joven, ¿me permite que examine su código genético?
-¿Y qué me darás a cambio? -inquirió Siniest, en un asomo de lucidez.
-Oh, con toda seguridad podremos llegar a un acuerdo, hijo.
-Xoxetes...
-Me lo figuraba, venga conmigo y le proporcionaré algo asequible a sus exigencias; ¿cómo cree si no que un empollón repelente como yo pudo conseguir un "xoxete" como mi querida esposa?
-Ñiej, ñiej, ñiej... Pero que también venga mi amigo -Siniest señaló a Puck, el cual puso cara de horror y gimió:
-¿Por qué a mí?
-¡Eso digo yo! -Sarcástico no podía permitir que se le ignorara de manera tan descarada, uno no se pone mallas rosas, unos taconazos mareantes y pendientes chillones para pasar desapercibido, y eso por no hablar de sus andares o su legendaria voz de gorrino el día de San Martín- ¡Exijo usar la máquina del tiempo! ¡No puedo permitir que esos esbirros papales se me adelanten con el tiempofriki®!
-¿Tiempofriki®? -Richards pareció interesado- Leí algo en un artículo en el Scientific American, sobre un científico llamado Eme que comenzó a investigarlo a raíz de un enamoramiento fugaz con Juana de Arco, pero lo abandonó porque, al conocerla, no le hizo tilín. Aunque tal vez fuera mas por la peste sobaquera... -Richards estiró un brazo para rascarse la espalda- En fin, me parece que eso del tiempofriki® es una solemne tontería sin la mas mínima base científica. Huelga decir que cualquier sistema de viaje en el tiempo que no posea el toque Kirby de un chisme lleno de lucecitas carece de cualquier glamour.
-Pero... -Sarcástico ya se relamía- ¿Pero me enseñará la suya, verdad?
-Eeeeeeh... ¿La mía qué, exactamente?
-Su, eh... -Sarcástico titubeó, intentando apartar de su mente la imagen de Richards estirando "todas" las partes de su cuerpo- Su máquina del tiempo, por supuesto.
-Oh, por supuesto. Pensé que se refería a otra exhibición de estiramiento de pene... Llevo tiempo investigando el viaje en el tiempo, pero con unos métodos mucho más clásicos y kirbyanos, por supuesto. A la vieja usanza, por así decirlo. No hay nada que un físico teórico de primera como yo y un estudio detallado del espaciotiempo en las oficinas de correos no puedan resolver. Pero no le aburriré con los detalles teóricos. Es la típica historia de viajes al espacio, meditaciones apremiantes y agujeros negros, no tiene más complicaciones -Richards vio que la impresionante mole de Juanmito, con media pizza en la boca y cuatro hamburguesas en cada mano, venía corriendo hacia ellos, con la manaza levantada- Ah... ¿si?
-He leído por ahí -preguntó Juanmito, mientras se vaciaba la boca de comida como podía, para formular su acuciante pregunta del modo mas claro- que en los agujeros negros la masa se condensa sobre sí misma, reduciendo el volumen que ocupa. Y... bueno, no es por nada, pero tengo aquí algo de volumen que me gustaría reducir. En el cubo de basura de ADLO! me cabían unos pantalones de la 56.
-Todo a su tiempo, mi buen amigo, todo a su tiempo -se limitó a contestar el Richards, divertido- Bien, creo que con esto hemos terminado. El viaje en el tiempo es por esa puerta, la clínica de adelgazamiento es por aquella y la mesa de disección es por esta otra compuerta, mi querido amigo Siniest...
Nadie prestó atención a los gritos de Puck al verse obligado a quedarse solo con Siniest en una mesa de disección automatizada. Nadie vio a Sarcástico escurrirse el solito hacia la máquina del tiempo. Y nadie decidió que Juanmito no le caía tan mal y que tenía curiosidad por ver qué métodos de adelgazamiento recomendaba Reed Richards...
6.- Compro Cambio Vendo
"You can't start a fire
You can't start a fire without a spark
This gun's for hire
even if we're just dancing in the dark"
Nadie (pero nadie nadie, no el que se colaba en la sauna con Juanmito) hubiera apostado un duro por aquello. Lo que antes hubiera sido la mítica fragoneta, que corría que-te-cagas de rápido, con pinchos retráctiles en las ruedas (que habían reutilizado para forrar el interior, por si los baches temporales) y lanzallamas hasta en la guantera había sido reducido, gracias a la concienzuda labor de Abazathlonado y el agente Eme, a una masa informe y grasienta con una antena larguísima en lo alto y un póster a tamaño natural de Marujita Díaz en tanga sobre el parabrisas.
-¡He aquí el fruto de nuestro duro trabajo! -dijo orgulloso Eme, contemplando el engendro mecánico que había parido. Su grito resonó por el oscuro almacén que habían usado de taller.
-Sigo sin entender para qué es esa ridícula antena -respondió Abazathlonado, más contenido.
-Te lo dije antes. Quiero comprobar una teoría que tengo sobre las ondas electromagnéticas y una atmósfera no contaminada como la de principios del siglo XVIII será perfecta para hacer unas cuantas pruebas.
-Hum... -dijo pensativo Abazathlonado- me encantaría oír la teoría que implica ese póster de Marujita Díaz.
-Eso es sólo por ver la cara de Juanpa cuando lo vea aparecer de la nada -respondió, lleno de optimismo, Eme.
-Maldito enfermo... Bueno, ¿entonces esto ya está? ¿Tú crees que funcionará?
-Hombre, Nicholas... funcionar, lo que se dice funcionar... tú ve a por estos tres que yo me encargo de ponerlo en marcha.
Mientras su compañero se dirigía a recoger a Serandonga, Lord Alfbates y el antiguo PutoAmo, necesarios conejillos de indias en su empresa, el agente Eme ajustó los mandos por última vez (lo hizo al tuntún, mayormente; llevaba días toqueteando las cosas y rezando en voz baja) y colgó la bolsa con el Giant Size X-Men nº 1 del espejo retrovisor. Si aquel ensayo, como se temía, no funcionaba, iba a echar mucho de menos a sus tres compañeros (no estaba tan loco como para meterse en la máquina del tiempo sin antes comprobar que tenía, por así decirlo, marcha atrás), pero lamentaría hasta la muerte la pérdida de semejante reliquia. Firmado y todo... intentó desechar tan luctuoso pensamiento. La bolsa era de plástico antiácido y esperaba que si los tres pilotos reventaban, el tebeo quedara intacto. Con mucho cuidado, conectó el motor y se retiró a una prudente distancia.
Pronto volvió Abazathlonado con los tres pilotos de pruebas. El PutoAmo se veía lleno de confianza, pues durante las semanas que habían pasado con él mientras preparaban la máquina del tiempo, habían descubierto que la idea de viajar en el tiempo emocionaba profundamente al PutoAmo por alguna oscura razón. Tal vez tuviera algo que ver con contemplar acontecimientos históricos como el nacimiento de ROB, o la realización de la primera obra artística de ROB (con los restos de plastidecor que le quedaban entre los dientes de leche y frotándose la boca contra el retrete de un bar, según cuenta la leyenda). Serandonga ya era otra historia, porque andaba un tanto asustado con la posibilidad de que volviera a localizarle el detector de cojos del Capitán y pudiera ser collejeado profusamente, de nuevo. Así que trataba inútilmente de disimular su cojera. El tercer elegido para la gloria era AlfBates, que ni sabía por donde andaba ni lo que estaba haciendo, pero como era navarro tenía que dar la impresión de estar controlando la situación:
-¡Ostia Eme, acabemos de una vez que me cierran las librerías!
-¡Joer, si hay tiendah y tó en el mí setesiento!
-¡Ahí va la ostia! ¿En el mil setecientos? No conozco ninguna librería con ese numero en Londres...
-¡Chetechiento! ¡Chi, chi! ¡Yo tenía un chetechiento achúl como el ecudo del Capitán América!
-¡Todo listo! -el Agente Eme empujó a los conejillos de indias dentro de la fregoneta antes de que lograran articular un pensamiento coherente, o fueran capaces de preguntar "¿por qué vamos vestidos de teletubbies?"- ¡Daos prisa, que me ha costado mucho calentar el motor!
-¡Jodido bastardo! -gritó sorprendido Abazathlonado, que tampoco se aclaraba mucho con el plan de Eme- ¡Ahora entiendo lo del póster de Marujita Díaz! ¡Menudo calentón debe tener el motor!
-Si, eh... -Eme trató de disimular su propio calentón y ajustó la caja negra que había "adquirido" del CojoLoco en la batalla del expofriki- Bien, ya estamos listos -Eme se colocó junto a Abazathlonado tras la pantalla de protección y se dirigió hacia el catalizador- Sujeta el Giant Size con las dos manos en cuento avise, ¿eh, PutoAmo?
-¡Chi! ¡Chi! ¡Achechinaremo a Craneo Rojo!
-Confío en ti -Eme se dispuso a dar la orden de salida a su primer piloto- Adelante, Serandonga, concéntrate en el Giant Size X-Men nº1, piensa en lo mucho que te gustaría tenerlo para ti solito, en el olor de la tinta, en los pezones de Tormenta...
Necromálaga, 1992. Un investigador de lo Oculto, de regreso de la Exposición Universal de Sevilla, se sienta en un banco de la Palmilla con un escurreverduras en la cabeza y un pasapurés atado a una percha en cada mano. Pretende descubrir así a algún ente biológico extraterrestre, al fantasma de Curro Jiménez o vete tú a saber qué. El caso es que, en semejante situación tan ridícula, fue atropellado por una fregoneta que viajaba por el tiempo.
Sí, la fregoneta había salido disparada en el tiempo. Sí, la fregoneta había vuelto. Pero en vez de tener colgado un póster de Marujita Díaz, había un señor con barbas muy parecido a Alan Moore (o a Jesucristo, vaya usted a saber) que no paraba de gesticular y de decir mamarrachadas en algo parecido al alemán.
-Vale -Abazathlonado inspeccionaba las perdidas de la fregoneta- Están el PutoAmo y AlfBates, pero ni rastro de Serandonga.
-¿CÓMO? -bramó una voz desde las alturas- ¿Quiere eso decir que el Cojo ha osado proseguir con su fútil huída de nuevo? -el Capitán bajó del techo del almacén con su ritmo brioso y atropellado de turba vociferante- Su comedieta sin gracia no durará mucho mas, y lo mismo da que ahora se haga llamar Serandonga. ¡No ha nacido aún Cojo que escape de la ira del Capitán!
-Oh, Capitán -Eme volvió a introducir en la fregoneta la caja negra, pues tenía la marca inequívoca del de Camas- Menos mal que ha aparecido, porque estamos intentando rescatar a Juanpa de su exilio en el siglo XVIII...
-Alto -el Capitán levantó la mano para hacer callar a Eme y pasó de largo, con la vista fija en el señor ese que se parecía a Alan Moore- ¡Usted! ¡Usted!
-Ja?
-¡Usted es el Doctor Gerhalt Von Kienfundenpichi!
-El niombrre quiompleto es Dioctorrrrrrr Garjarvankaflangaganda, main jarrrr.
-Oiga, hágame el favor de hablar en cristiano -el Capitán levantó el DRAE en alto y lo señaló- ¡Nada de lenguas bárbaras en su santa presencia!
-Discúlpeme, caballero.
-Por supuesto, amigo Gerhalt.
-¿Me conoce?
-Conozco sus ensayos, y he de admitir que no han hecho otra cosa que provocar mis mas entusiastas ditirambos.
-Muy amable, ¿ha leído "Discusiones intempestivas sobre la amenaza que supone el ciber acoso para el desarrollo intelectual de los prepúberes: Prejuicios y críticas razonadas sobre la geometría social aplicada a las sociedades secretas"?
Mientras el Doctor y el Capitán conversaban tan laudatóriamente que parecia que iban felarse mutuamente de un momento a otro, Abazathlonado y Eme preparaban el siguiente viaje.
-Según la caja negra que le robamos a LEGION en la batalla del Expofriki, hay que apuntar más al pasado, unos 300 años más.
-De acuerdo -Abazathlonado lo apuntó en un postit que puso en el parabrisas- ¿Qué hacemos con el Capitán y con el Doctor? ¿Les digo que se aparten?
-Mejor no, a ver si así se pierden en la corriente temporal y nos los quitamos de encima -Eme se colocó junto a Abazathlonado tras el escudo de seguridad y se dirigió al segundo piloto temporal, obviando decirle nada al PutoAmo- Adelante AlfBates, concéntrate en el Giant Size X-Men nº1, piensa en lo mucho que te gustaría tenerlo para ti solo y...
El segundo viaje salió peor todavía. No sólo porque esta vez eran los dos pilotos los que habían desaparecido, si no porque el Capitán y el Doctor ni se habían inmutado mientras la fregoneta del tiempo les había traspasado. Si acaso el capitán enarcó una ceja en gesto reprobatorio por el ruido que estaban armando, pero siguió charlando animadamente con su contertulio y no parecía desintegrarse entre las corrientes temporales ni nada parecido.
-Eme -gruñó Abazathlonado- creo que AlfBates y el PutoAmo se han perdido también.
-¿Cómo lo sabes? La caja negra ya no está, ha debido de soltarse en las corrientes frikitemporales.
-Mira este bate -Abazathlonado levantó un bate en el que alguien había clavado una hoja de periódico- Este periódico dice que Butragueño ha ganado el trofeo pichichi.
-No sabía que ahora te interesara el fútbol.
-Ni ahora ni antes, ¿pero qué ostias es un pichichi?
-Un pichichi, amigo Abazathlonado, es el máximo goleador de una temporada de la liga de fútbol española -respondió el Capitán, que había dejado al Doctor husmeando en la fregoneta- Usted, que con desinterés trata de ocultar lo que en realidad es incultura, desconoce que Butragueño fue el ganador de ese trofeo durante la temporada 90-91, la misma temporada en la que, si no me engaño, su compañero Míchel realizó libidinosos tocamientos al defensa del Valladolid Valderrama, el cual militó en el mismo durante... Oiga, ¿ese periódico que tiene ahí no será de Granada? Huele a caballerosidad española, a guiris gordas y a noches de la más exquisita bohemia.
-¿Dice usted que este periódico es de Granada?
-Sin duda, amigo Eme, el periódico es de Granada, del año 1991.
Eme ya sabía donde se habían perdido AlfBates y el PutoAmo, pero de poco les valía saberlo, ya que se habían quedado sin piloto que tripulara la fregoneta a través del Tiemprofriki® y sin un catalizador que la propulsara. Así que tendrían que encargarse ellos mismos de tan peliagudo asunto, y encanecer juntos en un desesperado intento por salvarle el cuello al Papa de la Cristiandad que tan poco había hecho por ellos. Porque, ¿podía saberse qué había hecho el Papa por la humanidad, o tan siquiera por el medio ambiente? Nada; para desdicha de Eme, Juanpa siempre había impedido su Sueño Especial de que Todos se Lleven Bien.
-Dígame Eme, ¿desde cuándo tiene ese sueño?
-¿Mandelocualopascualo? -Eme miró al Doctor Kenloquesea, que lo miraba fijamente con sus ojos de loco de Northampton- ¿Qué sueño? ¿Estaba hablando en voz alta?
-Mucho me temo que sí -el Doctor se alejó un par de pasos, se dio la vuelta bruscamente y señaló a Eme con violentos espasmos- ¡Lo estaré vigilando, Eme! ¡No le quitaré el ojo de encima!
-¿Te molesta ese jodido bastardo? -se interesó Abazathlonado, que se había calzado su mono color butano y cargaba con su lanzallamas palmillero.
-No, Nick. Sólo hay algo inquietante en él.
-Chorradas -Abazathlonado se ajustó sus gafas de soldador y se subió a la fregoneta- El Capitán dice que usará su TiempoDRAE® para ayudarnos ahora que no hay catalizador.
-¿TiempoDRAE®?
-Si, ¿o te creías que un friki podía inventar algo que no estuviera ya inventado?
Eme se subió a la cabina de la fregoneta, y se encontró la estampa del Capitán orando ante el DRAE y el Doctor... El Doctor estaba leyendo con cara de asco un tebeo, y refunfuñaba cosas en alemán:
-¡Mein Gott! Este personaje es inverosímil, ¿desde cuándo van los campesinos bávaros vestidos así? ¿Y esta isla? ¡Todo el mundo sabe que la única isla viviente es la Isla de San Borondón! -el Doctor tiró el tebeo al suelo, asqueado- ¡Y encima lo ha garabateado un niño!
-¿PERO QUÉ HACES, JODIDO BASTARDO? -Eme recogió el Giant Size X-Men firmado por Len Wein del suelo, justo a tiempo de evitar que perdiera un 75% de su valor- ¡Este tebeo es un clásico! ¡Es un...!
-¡Una mierda es lo que es! ¡Aburridísimo!
-Perdónalo, Len -oró Eme, guardando el Giant Size en su bolsita Free Acid- Perdónalo, Dave...
-¡Oigan, dejen de hacer ese ruido infernal que perturba mi comunión ditirámbica con el TiempoDRAE®!
Eme asintió, y junto a Abazathlonado empezó a concentrarse en el Giant Size X-men nº1, activando el Tiempofriki®. A su vez, el Capitán activaba por su lado el TiempoDRAE®, y el Doctor se dedicaba a la importantísima labor de mirar al agente Eme y murmurar cosas en alemán que podrían traducirse como "me he quedao con tu cara" y "eres un maldito Oculto, que lo sé yo".
7. - Cosas que hacer en Necromálaga cuando estás muerto.
"Ya quiero salir de esta bicicleta
Salir a rumbear sin pensar en la cuenta"
Hay que saber sacar el mayor bien posible de las peores catástrofes. Ante problemas sin remedio, lo único que impide seguir lloriqueando en un rincón es el pensamiento en positivo. Juan Pablo II lo intentaba, y a veces le salía bien. Cualquiera habría pensado que verse atrapado en el Siglo XVIII era una putada de campeonato, pero él lo veía en positivo. O lo había conseguido ver en positivo, en todo caso, tras recobrarse del desafortunado incidente en el que descubrió que el tabaco antiguo solía ser, literalmente, mierda de caballo.
Pero se había repuesto. Atrás, se dijo, quedaban por fin todas las luchas por la decencia y el buen gusto, el peligro constante y la frustración de saber que por cada imbécil justamente muerto hay docenas preparando oposiciones. El pasado no era divertido, de acuerdo, pero tenía cierto aire bucólico. Al principio todo había sido un tremendo engorro, con el castellano antiguo y todo eso, pero en un par de semanas le había cogido el tranquillo. Pudo comprobar, como siempre había pensado, que la naturaleza humana es una constante y que, una vez que has conseguido que te hagan papa del universo (si bien en el exilio), cualquier otra cosa es sólo ponerse a ello. De acuerdo, de acuerdo... al principio se presentó ante los lugareños como un enviado de Diso, intentando utilizar sus conocimientos científicos de hombre del siglo XX, pero resultó que los muy mamones ya habían inventado la pólvora (lo cual, por otra parte, le ahorró el tener que dar explicaciones de por qué no sabía exactamente cómo se fabricaba) y no parecían encontrarle la utilidad a la pasteurización. Ante la tibia acogida de su ciencia, ni siquiera intentó venderle a nadie el gran invento del álgebra matricial (y fue, en verdad, una pena, porque no se le daba mal). Entonces fue cuando se decidió por lo seguro: preparó un altar artesanal y empezó a dar sermones contra el pecado por las afueras de Necromálaga. Eso siempre se le había dado bien, pensó, y pronto se acostumbró a los modismos locales. De ahí a que el obispo le diera trabajo para que se callara de una vez sólo hubo un paso (un paso dado en la oscuridad y, casualmente, sobre el cuello del malogrado sacerdote al que habría de suceder, pero ésa es otra historia y, oye, cada uno tiene que buscarse las habichuelas por donde pueda).
Se dejó crecer la barba y se dejó crecer el pelo. Sus antiguos amigos no lo hubieran reconocido ni aunque lo hubieran tenido a dos palmos. Le habrían preguntado qué demonios intentaba demostrar. Quizás intentaba demostrarse a sí mismo que podía sustituir el vodka por el vino dulce y la sodomización gratuita por la burocracia pagada, que podía vivir en paz con el mundo, sin meterse en el primer problema poco prometedor que se le pusiera a tiro.
Intentó, sin embargo, conciliar su nueva filosofía positiva con sus viejos anhelos de hacer algo por la humanidad. Concluyó que el frikicidio iba, como siempre había sospechado, en contra del buen rollo. Por no hablar de lo cuesta arriba que se le iba a hacer el tener que exterminar a la escoria con la barra de hierro de dos metros que había requisado, sólo por si acaso y con la firme intención de devolverla, de las obras de la catedral. No es que estuviera mal; probablemente podía partir cráneos como su vieja y fiel BADM®, perdida ya para siempre, es sólo que le faltaba prestancia. Tampoco tenía mucho glamour. Y, a qué negarlo, lanzarse a una batalla campal sin un par de fieles aliados que pongan la cara mientras él golpeaba desde atrás tampoco era su idea de diversión. Un montón de inconvenientes parecían interponerse en su lucha por el bien de la humanidad pero, al final, tras muchos días de reflexión en su despacho del obispado llegó a un arreglo. No podía, ni tampoco deseaba, volverse a meter en el tipo de fregado que al final acaba llevándote a viajar en el tiempo, pero aún podía dar ejemplo. Armas y amigos perdidos, aún le quedaban sus recuerdos, sus historias. A lo mejor, si las contaba, conseguía que prendiera en su pequeño rincón del mundo la llama de la decencia y las buenas costumbres.
Comoquiera que su trabajo no era lo que se dice absorbente, tenía tiempo para dedicarse a este nuevo objetivo. Primero, borradores inconexos, esquemas ilegibles (y un par de planos de sus batallas, aunque quizás el croquis que incluía diez divisiones acorazadas y un consolador de 10 metros de ancho fue fruto del entusiasmo). Poco a poco fue acumulando fragmentos de sus antiguas historias. En apenas un montón de folios escribió todos los combates que, en el futuro, había librado contra las tenebrosas fuerzas de la estulticia, la idiocia y sus prolíficas madres. Sus enseñanzas para cambiar el mundo, para que el tiempo que le vio nacer se transformara en algo menos imbécil, y en la primera página, escrito con la mejor caligrafía de la que era capaz (lo cual incluía varios manchurrones y simpáticas florecillas encima de las íes), el título, "Crónicas de Historias Aún por Ocurrir".
Había dado todo lo que tenía dentro de sí, que no era poco. Su formación había sido de todo menos formal, y sus vastos conocimientos se basaban en apresuradas lecturas de los clásicos mientras tenía su BADM® en el taller. Sin embargo, en aquellos febriles meses se descubrió como un tremendo escritor. Incluso, en su afán de perfección, consiguió hacerse con una primera edición del primer volumen del "Diccionario de Autoridades", de la recién fundada Real Academia de la Lengua Española. No incluía todas las palabras, apenas llegaba hasta la G, pero le fue de tremenda utilidad para dar a su opúsculo un toque decididamente literario. Quizás llamaba un poco la atención que casi todas las palabras enrevesadas empezaran por la A o por la E, pero esperaba que nadie se diera cuenta.
Todo iba bien. Se las estaba empezando a arreglar para mantener a la tentación a raya. Ya no hablaba mucho con Diso, pero suponía que el viejo cabrón estaría arriba, mirándolo benévolamente. O con menos mala hostia que tras el incidente del bar, cuando se olvidó de salvar el mundo, en todo caso. Sin embargo, sus buenas intenciones y su filantropía sólo iban a encontrar inquina e incomprensión. O quizás fue, simplemente, que su proverbial mal talante se disparaba por algún mecanismo biológico sólo temporalmente controlable por el cerebro. Más tarde se sintió tentado a culpar de todo a alguna hormona que se le acumulaba en el pulmón izquierdo (se negó rotundamente a que la hormona se le acumulara en ningún otro sitio, y cualquier sugerencia menos disparatada solía acabar en agrias acusaciones personales) causándole accesos de rabia a la que había de dar rienda suelta para conseguir disiparla. O quizás fue, simplemente, que la cabra tira al monte.
Pero no nos adelantemos. Un día, Su Santidad fue presto y dispuesto a una editorial dispuesto a forrarse con sus "Crónicas de Historias Aún por Ocurrir", pero más bien lo que consiguió fue intentar cien mil veces lo absurdo sin conseguir lo imposible, pese a arrastrar el ridículo. Porque en la primera editorial se rieron de él, en la segunda se rieron de él, en la tercera se rieron de él y así hasta la trigésimo novena, en la que le acusaron de obsceno y le trataron de acusar de blasfemia y fornicación lujuriosa ante la Santísima Inquisición (lo cual era un tanto comprensible, teniendo en cuenta que sólo leyeron el capítulo de Kita Prenda con Juanmito y Siniest). Juan Pablo II arregló la situación con su característico uso de la barra de dos metros, dejando el episodio como un pequeño incidente sin importancia. Pero para Juanpa, aquello había reactivado su viejo yo. Ya no podía ocultarse mas, el sodomizador de frikis volvía por sus fueros, y, aunque en aquellos tiempos el frikismo sólo fuera una extrema devoción por diso y los Santos, algo había despertado dentro de él. Y no había vuelta atrás.
El regreso de las viejas costumbres empezó a lo grande. Entre prueba y prueba para reinventar el vodka, el papa de la cristiandad pergeñó un escrito anónimo dirigido a la Inquisición. En ella no es que les acusara de censores, de coartar la libertad de expresión y de follarse a sus caballos, si no que se dedico a esparcir rumores maledicentes sobre como la Inquisición hacia quemar por brujas a todas las putas de la ciudad para poder quedárselas en exclusiva. Este anónimo, impreso con la maquinaria que se incautó de la trigésimo novena editorial que rechazó sus "Crónicas de Historias Aún por Ocurrir", recorrió toda Necromalaga como un reguero de pólvora. Los hombres se reían con los anónimos, las mujeres se enamoraban del misterioso desconocido que los escribía, los seres racionales se limitaban a envolverse el bocata con ellos... Pero el Papa de la Cristiandad Investido como tal un Día en que Alan Moore Estaba Borracho no tardó en provocar las iras de todos, porque aquí el único que debía reírse y disfrutar de sus anónimos era él, y no una estúpida caterva de fans.
Y no se conformó con la Inquisición, o con el clero. No se conformó con extender sus anónimos hasta las autoridades locales, hasta el papado, hasta Carlos III o hasta Louis XV. Le daba igual reírse de su colega Benedicto XIII o matar de un susto a Sir Isaac Newton, para el Papa de la Cristiandad ya no había vuelta atrás. Sus intentos de reinventar el vodka a base de fermentar todo lo que le pasara por delante (avena, cebada, uvas pasadas...) hacían furor entre los parroquianos de la tasca de la esquina, aunque empezaran a morir de extrañas enfermedades. Se estaba haciendo rico, se reía de todos y para colmo estaba seguro de estar a un paso de reinventar el vodka.
Sirvan estas líneas para demostrar que Juan Pablo II se había adaptado a su nuevo entorno. Lo empezaba a encontrar divertido, se decía. Y tras conseguir la dirección postal del rey, Carlos III, se había estado riendo semanas preparando el primer borrador sobre "por qué los gabachos y sus niños son unas mariconas, so mamón, ven a buscarme. Firmado Álvaro de Méndez, Obispo de Málaga", que no es que fuera demasiado innovador, pero tenía su gracia. Sin embargo, había vuelto a subestimar a sus víctimas.
Un día en que el Papa de la Cristiandad había terminado sus existencias de vino de misa y andaba consagrando mozas a cachetazos en el trasero, se acercó a un par de jovencitas con lúbricas intenciones (con las dos a la vez, aunque el veía cuatro) Las mozas, lejos de amilanarse, lo engatusaron con sus malas artes y acabaron dejándolo en algún lugar de las afueras de necromálaga atado y con un pene de madera en la boca. Juan Pablo II, lleno de santa y legítima ira, envió varias cartas de su puño y letra a las mozas, tildándolas con sus mas desagradables y mejores epítetos que provocarían el sonrojo del más curtido marinero o pirata de la época. Nuestras atribuladas mozas, al recibir los anónimos y tratando de velar por su dudosa honra, consultaron con el párroco de su barrio el contenido de las cartas injuriantes que el papa les había mandado. Fue la mala fortuna la que hizo que el párroco identificara los joviales epítetos de la misma y la caótica caligrafía como la de aquél extraño fraile.
De ahí a que la Inquisición, Su Majestad y casi todas las coronas europeas se interesaran por el deslenguado en cuestión, mediaron dos semanas. Pero para que se formara la comitiva local para linchar al desprevenido Pontífice pasaron apenas un par de días. No ayudó, desde luego, el que el tabernero descubriera al monje loco hurgando en su bodega y acabara de atar cabos. Ajeno a todo esto, Juan Pablo II había conseguido un par de litros de ginebra bastante aceptable (eh, al menos era transparente como el vodka) y se había dedicado a probarlos. Sin fanta de limón el ciego que se pilló fue tremendo. Cuando se despertó con los golpes de la muchedumbre en su puerta pensó que... en realidad no pensó. Intentó hacer frente al populacho, pero su nueva barra, de hierro, se demostró insuficiente, así que tuvo que emplear también su primera edición del DRAE. Pero ni eso detuvo al populacho, así que Su Santidad tuvo que rezar para que al menos sus piernas recordaran cómo correr...
8.- La batalla del culo partío.
"Con un canalla como yo
y un corazón en paro bastaría?
por que estoy loco y es mas
estoy loco y me aguanto"
El buen Capitán se alzó de entre los restos de la fregoneta y miró con su ceño circunspecto a su alrededor. El viaje había sido accidentado, pero el aterrizaje mucho más. Justo al salir de la corriente frikitemporal, la fregoneta había chocado contra un árbol, una cosa rosa horrorosa y luego contra el suelo, con lo que la fregoneta había acabado hecha pedazos. Entre el aturdimiento general, al Capitán le había parecido ver como algo escapaba de entre los restos de la fregoneta y corría hacia el poblacho que se veía en la distancia. El Capitán, al levantarse, vio las huellas que dejaba el ser extraño y, sin pensárselo dos veces, abandonó los restos del accidente y corrió tras el fugitivo.
Mientras tanto, el Agente Eme reposaba sobre algo grande, algo rosa y con un olor nauseabundo que lo terminó de desperezar. Aunque es legendaria la afición de Eme a achuchar todo lo que le pasara por delante, esta vez consiguió reprimir su naturaleza gracias a una especie de sexto sentido especial, y se puso en pie. Ah, ahora todo cobraba sentido. La cosa rosa horrorosa contra la que había chocado la fregoneta era el culo de Sarcástico, que había intentado llenar su carga interior justo en el momento de llegada de la fregoneta:
-Sarcástico, ¡cuánto tiempo! -Eme seguía intentando que todos se llevaran bien, aunque seres como Sarcástico se lo pusieran muy difícil- ¿Cómo tú por aquí?
-¡Ah, maldito Oculto! -el Doctor, conmocionado aún por el accidente, se acercaba raudo y veloz hacía la alegre pareja- ¿Creías que tu y tu aliado culón ibais a escapar?
-¿Me ha llamado culón?
-Culón y un rato feo, si me lo permite añadir.
-¿Habéis visto donde esta el Capitán? -interrumpió Abazathlonado- La última vez que lo vi estaba cerca del parabrisas, cuando aquel enorme culo se tragó media fregoneta.
-¡Ah! ¡Ah! ¿Pues no ha conspirado el maldito Oculto con el culón para asesinar al buen Capitán? ¡Oh, Capitán mi Capitán! ¡Engullido por un culo, que muerte mas indigna!
-¿Que Capitán ni que hostias? ¡El jodido bastardo se ha tragado el Giant Size X-Men nº1 en bolsita free acid y firmado!
-¿Qué se ha tragado qué? -sólo un suceso como ese podría hacer olvidar a Eme su quijotesco Sueño Especial de que Todos se Lleven Bien- ¡Ya lo estas cagando, culogordo!
Sarcástico sentía que tras succionar media fragoneta había llenado parte de su vacío interior. Sí, ahora se sentía mejor, más lleno de confianza. No era nada comparado con lo que la BADM® podía hacerle sentir, pero algo era algo. Por eso, cuando aquellos tres seres inferiores trataron de obligarle a soltar su preciada carga interior, Sarcástico reaccionó de la siguiente manera:
-¡Apartaos de mi culo!
Vale, tal vez no era una reacción muy lujosa, ni muy ingeniosa. Pero sí que sirvió para desencadenar la que se consideraría como la batalla del culo partío. Sarcástico, lejos de liberar su carga, succionó al Agente Eme con su monstruoso trasero. Abazathlonado, furioso, roció a Sarcástico con gasolina y le prendió fuego, pero eso solo sirvió para que aquel monstruoso trasero fuera usado como lanzallamas. El Doctor, mientras tanto, callaba como puta subido a un árbol, y trataba de pasar desapercibido mientras los intestinos de Sarcástico engullían a Abazathlonado. Tras soltar un gemido de placer, Sarcástico puso sus miras en el buen Doctor y, al no encontrarlo, comenzó a succionar todos los árboles de los alrededores, con lo que el succionar el árbol en el que se hallaba Kienflungengranden solo fue cuestión de tiempo:
-¡Ah! ¡Ah! ¡Culón dañoso!
-¡Oh, sí, sí, llena mi vacío, puto loco!
-¿Es este el fin del Doctor Garjarvankaflangaganda? ¿Acaso debo morir de form...?
Hay que reconocer que a Sarcástico le costó tragar con el Doctor, pero el que el vienés fuera tan escuálido compensaba la dificultad de tragar su monstruosamente largo nombre. Sarcástico se levantó y se golpeó el trasero satisfecho. Había salido victorioso de la batalla del culo partío, y su fantástico poder de succión era totalmente invencible. Nada ni nadie podría con su trasero, su fantástico orto se lo tragaría todo, por grande que fuera...
-Se cree victorioso el necio, cuando aún no se ha enfrentado a su mayor miedo -por el horizonte, desde Necromálaga, una silueta singular avanzaba con paso firme. En una mano llevaba el DRAE, y en la otra, la oreja de una escurridiza jovencita a la que arrastraba con desgana.
-Capitán.
-Sarcástico -el Capitán soltó la oreja de la niña y le ordenó- Bolloverde, haga usted el favor de esperar a que dé buena cuenta de este degenerado, y entonces seguiré con su reprimenda.
-Sí, Capitán.
-Bien, Sarcástico -el Capitán dio un par de palmaditas sobre la cabeza de la joven y alzo el DRAE ante el anglobaboso- Aquí van a haber hondonadas de hostias.
¿Qué se puede decir de la batalla que se desencadeno a partir de aquellas palabras? Debemos reconocer en favor del Capitán que resistió bien el primer embate de Sarcástico, que no tuvo mas remedio que liberar parte de su carga para aturdir al Capitán y así succionarlo al pillarlo desprevenido. Pero el Capitán, encomendándose a todos sus ditirambos, arreó un soberano tortazo con el DRAE a aquel monstruoso culo, que pareció frenar el impulso succionador de su enemigo.
-Bien es sabido que ni aunque su empeño en imitar la capacidad succionadora de Don Camilo José Cela sea grande, nunca podrán posaderas de urbanita superar a un buen DRAE.
-¡Por Shakes que no me daré por vencido! -y así, traicioneramente, Sarcástico succionó de un culazo el DRAE, dejando a un perplejo Capitán tirado en el suelo- Reza tus oraciones, plaga sureña...
Que el Capitán es hombre de recursos, es sabido por todos. Que es incapaz de sentir temor, también. Que el ver un culo gigantesco abrirse como una planta carnívora acojona a cualquiera, es una ley universal. Pues el Capitán sacó un DVD de su bolsillo y lo lanzó dentro de aquel monstruoso recto, a través del cual le pareció vislumbrar varias civilizaciones y sistemas solares enteros creados en las paredes intestinales. Sarcástico, al introducirse aquel compacto en sus entrañas, lanzo un suave gemido de dolor que se fue acrecentando poco a poco:
-¿Qué... Qué es esto?
-¡JOJOJO, mi confiado urbanita!
-¿Qué es lo que me has hecho? -Sarcástico sentía como su vientre empezaba a hincharse exponencialmente, como una suerte de plaga fractal.
-Ese DVD, mi sodomita amigo, no es otra cosa que el un programa autoejecutable capaz de calcular todos y cada uno de los nicks y personalidades del Loco de Camas.
-¡NO! ¡NO! ¡No es justo! -el trasero de Sarcástico reventó y empezó a expulsar su contenido, con lo que galaxias y nebulosas enteras empezaron a liberarse- ¡Hiciste trampa! ¡No es justooooooooooooooo!
Pero el Capitán ya se alejaba con paso brioso de Sarcástico y se ponía a cubierto junto a la joven Bolloverde:
-Y así ve, joven, como un hombre de bien con la ayuda de la Teología y la Geometría es capaz de superar cualquier escollo, desfacer cualquier entuerto o invertir el flujo de cualquier orto.
-Cuan sabio es usted, Capitán.
-No lo sabe usted bien, mi joven amiga -el Capitán contempló con fingido desinterés los cuerpos celestes expulsados por el trasero de Sarcástico y prosiguió- Y aprovechando que nuestro sodomita de peculiares vísceras prosigue su grotesco espectáculo, ¿podría usted explicarme que hacía de polizón en la fregoneta?
-Como ya le dije a usted, el Imperio de los Repollos deseaba que Su Santidad Juan Pablo II regresara a nuestra época, y por eso usted me vio introducir esa losa con la inscripción de rescate en la catedral de necromálaga.
-Sí, eso ya me lo dijo, pero ahora quiero la verdad. Bien es sabido que la primera ley friki de internet es que siempre que hay una historia sórdida de por medio, alguien manipula a alguien. O por lo menos alguien debe sugerirlo.
-Pues ya lo ha sugerido usted.
-Ciertamente -el Capitán observó como el maltrecho cuerpo del doctor vienés de interminable nombre salía disparado del trasero de Sarcástico y caía ante ellos- ¡Mi buen Kinflundenpichi! ¿Se encuentra bien?
-¡Mejor que bien! -el Doctor se puso en pie y añadió- Estos tres años dentro del microverso intestinal de Sarcástico me han abierto los ojos respecto a muchas cosas, y entre ellas he descubierto la verdadera naturaleza de todo este complot transtemporal.
-¿En estos tres años? ¿Pero qué me dice, amigo Kienflundenpichi? ¡Apenas han pasado tres minutos desde que fue usted engullido por esa mala bestia homoerótica!
-¡Cielos, mi teoría entonces era correcta! ¡El tiempo pasa mucho mas deprisa en CuloSarcasmia!
-¿De verdad lo ha adivinado? -inquirió Bolloverde, con gesto inquisitivo aunque incrédula (o algo así, ya sabemos como miran los niños a los adultos, saben de sobra que los adultos no saben lo que hacen, pero no quieren desilusionarlos y les miran como si confiaran mucho en ellos, aunque no les suela salir muy bien)- ¿De verdad ha adivinado quién está detrás de este complot espaciotemporal?
-Lo que he averiguado, señorita... ¿Quién es usted, señorita?
-Es un agente del Oráculo de Delfos, amigo Doctor.
-¿Del Oráculo de Delfos? -el investigador de lo Oculto frunció el rostro y al conseguirlo se preguntó como había hecho para fruncir toda la cara, con lo que se olvidó de sus dudas sobre Bolloverde y se centró en seguir contando sus conclusiones- Verán, lo que he descubierto es que todo esto no es mas que un complot urdido por los Ocultos.
-¡Válgame Diso, amigo Kienderpichen! ¿Pero eso no era ya obvio de por sí?
-¿La intervención de los Ocultos? Tal vez, pero ahora he demostrado que aquí actúa una mano mucho mas sórdida, y mas artera y vil.
-¿La del mismísimo PICS, quizás?
-¡Ajá, amigo Capitán!
Ajeno a los desvaríos del Doctor, Sarcástico seguía expulsando gentes y galaxias enteras por su recto. No es que fuera algo que le doliera mucho, porque en el fondo, cuando uno está acostumbrado a que le metan cosas, también está acostumbrado a que se las saquen. Lo que le dolía era el haber sido derrotado con un deuvederrón multimedia lanzado en el último momento por el ignaro Capitán, un tipo que ni había leído a Shakespeare en Inglés y que aun así era considerado el equivalente friki de Lázaro Carreter. Pero en el fondo, Sarcástico sabía que pensaba despierto, porque claro está, si hacía todo ese espacio en sus intestinos, pronto podría volver a llenarlos con algo mas sustancioso como la mítica BADM® ¡Ah, la BADM®! No podía dejar de pensar en el placer que sentiría al ser enculado por la misma mano de Juan Pablo II, succionar la Barra de Acero de Dos Metros y en un giro sorprendente, succionar a su vez al desprevenido Papa, que le sodomizaría así hasta el fin de sus días. Pero sus lascivas meditaciones fueron interrumpidas por Abazathlonado que, furioso por haber sido recluido 5 años en el interior de CuloSarcasmia, estampaba su bota de pinchos en el ya de por sí poco agraciado rostro de Sarcástico (nada que ver con el de Siniest, o el de Paul Newman):
-¡Jodido bastardo! ¡Cinco años me he pasado ahí dentro, cinco años soportando tu jodido olor a dependiente de Norma! -Abazathlonado incrustó su bota de pinchos en el estomago de Sarcástico y añadió- ¡Lávate el culo, maricón!
-¡Nick, Nick! -Eme también había escapado del tormento intestinal de CuloSarcasmía, y hasta había hecho amistades con los habitantes del microverso y les había caído bien a todos ellos- ¡no te pierdas, Nick! ¡Sabes que nuestro objetivo es otro!
-¡Es un jodido, jodido bastardo! -Abazathlonado pateó de nuevo el duodeno del ya inconsciente Sarcástico y se dio la vuelta, harto ya de todo. Eme, por el contrario, se quedó junto a Sarcástico, y parecía buscar algo, cosa que provocó la curiosidad de Abazathlonado- ¿Se te cayó una lentilla?
-No, es sólo que entré todo lo que ha expulsado Sarcástico de CuloSarcasmia, no he visto por ningún lado lo mas importante.
-¿El qué? ¿No me digas que se tragó un escrito original de Baal Zhallo?
-¡El Giant Size X-men nº1! ¡No está!
-¿Qué dices? ¡Se lo habrá quedado ahí dentro, el jodido egoísta!
-O tal vez -interrumpió el Doctor que tras explicar sus absurdas teorías al Capitán y su nuevo sidekick Bolloverde, tenía cara de seguir descifrando la fórmula de la Coca Cola- Usted escondió el Giant Size para poder escapar solo a su propia época y dejarnos abandonados en este mundo pasado.
-¡Jodido bastardo! ¡Eme, eres un mal amigo!
-Pero yo... Yo... -Eme empezó a lagrimear, a pesar de saberse totalmente inocente del crimen imputado, eso de que le llamaran mal amigo era una de sus pocas (escasísimas) debilidades.
Ajeno a esta discusión, el Capitán trataba de guiar a su nueva discípula Bolloverde por los caminos de la Teología y la Geometría, o, al menos, pretendía hacer que escribiera como diso manda, y no recurriendo cada dos por tres a emoticonos o a abreviaturas de SMS. La joven, que ya de por sí sabía escribir como diso, buda y todo el panteón grecorromano mandan, se dedicaba a asentir como si le interesara y sonreía, siguiendo a rajatabla las enseñanzas del Oráculo. A pesar de los esfuerzos de la muchacha, el Capitán ya había empezado a intuir dicho desinterés, y ahora se limitaba a pasar el rato releyéndose sus definiciones favoritas del DRAE en voz alta. Parecía que la cosa iba a seguir así durante horas, cuando un monje de aspecto cochambroso se acercó a ellos moviendo los brazos y cojeando de una pierna:
-¡Ah! ¡Aquí está! ¡El Loco de Camas! ¡El Cojo en Persona! -bramó el Capitán, levantando el DRAE y aprestándose para la inminente batalla
-¡El Loco Bellacos! -añadió su discípula Bolloverde, en un gesto vulgarmente pelotero aunque igualmente adorable.
-¡Maese Capitán! ¡Deponed vuestro DRAE, buen amigo! ¡Pues es vuestro papa al que acometéis!
-¡JOJOJO, camero infame! -el Capitán arreó un par de soberanos trastazos al supuesto pero Cojo Pontífice- ¡No engaña usted a nadie, Loco! ¡Bien es sabido que el amigo Juanpa no abusa de la prosa florida! -y el defensor de la Teología y la Geometría se dispuso a destruir el cráneo enfermo de su ancestral enemigo, pero entonces ocurrió lo impensable; el DRAE fue detenido por la diestra mano de un experto sodomizador con barra:
-¡Qué soy yo, copón! ¡Que me persiguen 300 paletos necromalagueños, y tengo miedo a sodomizarlos a todos, no sea que por eso no nazca el tatarabuelo de alguien!
-¡Amigo Juanpa! -el Capitán abrió mucho los ojos, sorprendido- ¿Pero a qué viene este atuendo del Monje Loco? ¿Y ese peinado a lo negro de los Village People? ¿Acaso no sabe usted lo que es el jabón, por diso bendito?
-¡Eso dígaselo a ellos! -y por el horizonte apareció la turba necromalagueña enfervorecida, como hordas de ratas fijas, como chusma palmillera deseosa de hincarle el diente a la cartera de algún desprevenido friki quejica.
Huelga decir que la aparición del pelotón de linchamiento provocó el pánico entre los restos de la comunidad del Giant Size X-men nº1, la cual, dejando sus discusiones y pajas mentales aparte, trataron de huir despavoridos como uno solo mientras el Capitán, en uno de sus característicos actos de "aquí pa cojones yo", la emprendió a golpes de DRAE con el Obispo de Necromálaga, básicamente porque lo consideraba un ejemplo de la opresión milenaria del capitalismo sobre el movimiento obrero, aunque eso en 1726 no se viera ni en una novela de Jonathan Swift.
-¡Huid, amigos míos! -gritaba, mientras esquivaba el crucifijo de hierro macizo del obispo- ¡Pues es gracias al sacrificio de este Capitán de la Vírgula, que el Papa de la Cristiandad volverá a su propia época, guiando a la humanidad a un nuevo y glorioso destino!
-¡Hacedle caso al Capitán aunque solo diga chorradas, copón! ¡Vámonos ya!
-Pero, Juanpa, no podemos dejar que se sacrifique por nosotros...
-¡A callar, Eme! Habéis venido a buscarme y me habéis encontrado, ¿no? ¡Pues deja que se sacrifique el Capitán, que tiene ganas de ser heroico y esas gilipolleces!
Podríamos haber dicho que, con lágrimas en los ojos, la Comunidad del Giant Size X-Men formó un círculo ordenado alrededor de la máquina del tiempo y desaparecieron. Podríamos haberlo dicho, pero para eso podríamos haber dicho que Fakemon tiene sentido del humor o que Grant Morrison no se ríe de sus propios lectores a la cara. Lo que ocurrió en realidad fue que nuestros intrépidos viajeros temporales se echaron todos encima de Sarcástico con la esperanza de que el Giant Size siguiera albergado en su interior y, con suerte, que le frikismo de Sarcástico actuara como catalizador para activar el Tiempofriki®.
Y para colmo, los muy desconsiderados tuvieron suerte.
9.- Tercer Interludio.
Los pantalones de Hulk eran de plastilina, pero molaban. Molaban porque como todo el mundo sabe, Él quería que molasen, así que mediante sus oscuros designios todo iba a molar, y cientos de millones de personas iban a ver al Hulk de plastilina en el cine y les iba a molar. Aunque los pantalones fueran de plastilina. Retorcido entre cables y correo sin leer, el mayor tirano que la historia ha conocido desde el inventor de la religión sonrió satisfecho. Siendo como era tan rico y poderoso podía ahorrarse tanto cableado y tanta chorripollez, pero esa incomodidad le daba un toque tekno gótico siniestro Marylin Manson que le resultaba bastante COOL. O UNCOOL, todavía no sabía a que movimiento apuntarse. De lo que estaba seguro era de que sus planes iban según lo previsto, y que la película de Hulk molaba.
Aunque los pantalones de la Masa fueran de plastilina.
10.- Homenaje al Capitán
"I've paid my dues
Time after time
I've done my sentence
But committed no crime"
Llegados a este punto, sería bonito que los protagonistas de esta historia, aquellos que conocieron al buen Capitán, dieran un discurso hermoso o simplemente muy tostón en su memoria, alabando sus bondades y virtudes. Pero desengañémonos de una vez, el que quiera algo de eso, debería estar leyendo los gritos de Lady Edith o el Últimas lecturas de Alfred.
La triste realidad es que nuestro hatajo de crononautas cruzó el espaciotiempo y no tuvieron ni un solo momento de gratitud para con el Capitán que se había sacrificado por ellos (a excepción del agente Eme, que siempre tuvo buena memoria). Cuando salieron del viaje temporal y llegaron a algo parecido al mundo real, se limitaron a vomitar sobre el inconsciente Sarcástico y a empezar a quejarse del calor que hacía, mientras un crío de unos 12 años los cosía a balonazos al grito de "hijoputah, mariconeh, que oh je vihto ohtia y hoi unoh brujoh, joé".
-¡Tu, jodido niño bastardo! -inquirió Abazathlonado- ¿Dónde estamos?
-¡En Graná, hohtiah!
-Juanpa -Eme observó detenidamente su Gameboy modificada con GPS incorporado- Algo me dice que hemos aterrizado en la época equivocada.
-¿...Eeeeh? -el Papa de la Cristiandad se levantó del suelo, mareado aun por la carrera y el tiempofriki®- Copón, ¿no es este Sarcástico?
-Sí, es Sarcástico, el amigo que te traicionó en la Batalla de Expofriki pero en el último momento estuvo junto a ti en la lucha final y por ello tú le estarás agradecido para...
-¡Hijo de Puta! ¡Culogordo enculado! -Juan Pablo II abofeteaba el deformado rostro de Sarcástico, tratando de despertar a aquel amasijo de carne humana- ¡Por tu puta culpa me he pasado sin vodka tres años!
-Pero Juanpa -interrumpió Eme, que ansiaba seguir con su plan de Que Todos Se Lleven Bien- ¿No habías escrito en tus Crónicas que le perdonabas su traición? ¿Qué no guardabas rencor hacia él?
-Una cosa es lo que pusiera en las Crónicas, y otra lo que pasara en realidad -Su Santidad clavó su Barra de Acero de Dos Metros en la rodilla de Sarcástico, pero el antaño jovial porculero no despertaba- ¡Y lo que paso en realidad fue que este gilipollas quería quedarse con la BADM® como consolador personal y por eso hizo el muerto en Expofriki para esperar a que me mataran y robármela!
-Juanpa, ¡eso son acusaciones muy serias!
-Calle, maldito Oculto -intervino el buen Doctor vienés de impronunciable apellido- ¡Pues bien supe yo que esto era un ardid de los Ocultos, que pretendían eliminar a Su Santidad y así permitir que sus hordas de frikis buenrollistas tomaran el control del planeta entero!
-¡Doctor Kindfernerk...! -gritó sorprendido el Sumo Pontífice, al ver a su antiguo colega en la investigación de lo buenrollista y alelante- ¡Copón, Gerhalt! ¿No estabas muerto?
-Eso me dijeron, amigo Juan Pablo, pero la verdad es que no recuerdo quien diablos es usted ni que hago aquí. El buen Capitán me contó que ante mi se halla un glorioso futuro en el que salvaré al planeta de su destrucción por parte de las hordas frikis buenrollistas, pero que lamentablemente moriré tras la gran batalla final. Lamentable, si quiere que le dé mi opinión.
-¡Que te calleh ya vieho a tomah poh culo ya, ohtiah! -interrumpió el niño granadino, que seguía cosiéndolos a balonazos- ¡Que ehte campo fúnbol eh mío, coño!
-¡Cállate niño o te meto el DRAE por el culo!
-¡Pueh quitaoh diai y quitah ah putogohdo, ohtiah!
-Quítalo tú si puedes, -habló comprensivo Su Santidad- que con ese culo no hay quien lo mueva.
-¡De una patá lo quito, ohtia!
-Como no lo consigas te meto esta barra por el culo.
-¿Y si lo consigo?
-Te daré... Algo edificante.
El niño no tenía ni la mas remota idea de lo que era edificante, pero como todos los niños a esa edad le daba un significado sexual a todo lo que le resultara desconocido. Llevarlo de putas, o algo así. Así que, ni corto ni perezoso, arreó un patadón al "puto gordo", enviándolo a varios metros de distancia y haciendo mucho mas remotas las probabilidades de que la cirugía cerebral arreglara el problema del nivel intelectual de Sarcástico, aunque le curaran sus diversas neurosis y le extirparán el lápiz de plastidecor que tenía incrustado en el lóbulo frontal. Lo verdaderamente preocupante es que Sarcástico, con el golpe, empezó a chisporrotear y a activar el tiempofriki®, con lo que el antaño ídolo homoerótico fue trasladado a una pedanía de las afueras de Sevilla en la que trataron sus múltiples dolencias como buenamente pudieron, aunque aún le quedara una ligera cojera y el pobre muchacho jamás volviera a recordar su nombre, a pesar de los muchos nombres que le sugería su intestino al acostarse cada noche...
-Ohtiah, ¿me va a dah algo o qué? -ajeno a los lamentos de la Comunidad del Giant Size X-Men, el niño futbolista seguía reclamando su premio.
-Jodido bastardo -masculló Abazathlonado- Sarcástico se ha quedado el Giant Size X-Men para él solo.
-Ahora que nos vemos abocados a permanecer en esta época, me preguntó cuáles serán las consecuencias de encontrarme a mí mismo en el pasado -elucubró el investigador de lo Oculto- tal vez haya una disrupción espaciotemporal que...
PAM!
-¿Pero coño me vaih a dá ahgo ificante u oh meto una ohtiah?
PAM!
-¡Calla niño ya, leche!
PAM!
-Por lo menos en esta época Zinco vendía Sandman a 140 pesetas...
PAM!
Sobre ellos apareció un calvo gigante. Un calvo superlativo, de esos que vigilan el universo y, para colmo, sin que le paguen. Se limitó a descender de las alturas, cagarse en Bill Jemas y Joe Quesada por su poco afortunado aterrizaje y levantar la mano a lo Kirby:
-¡Soy... EL CONTINUITY COP! ¡Soy el Vigilante del Scope! ¡Soy el que le dice a Carlos Pacheco que la Cosa es judío y no puede comer donuts de chocolate! ¡Así habla PAM!
-¡Jodido bastardo! ¡Tú eres el que juró no intervenir!
-PAM hace lo que le sale de los cojones, pero no debe romper su juramento. Pero aun así, hago lo que me da la gana, que para eso tengo un cabezón lleno de neuronas como pelotas de tenis.
-¡Otiah joé coño miehda!
-¡Calla, niño! -PAM volvió a levantar la mano, y la lengua del niño se tornó poesía pura, que empezó a hablar un perfecto castellano aunque sin perder su pasión por los improperios- Aunque he jurado no intervenir, no puedo permitir que este niño siga el camino de la vulgaridad, acabando sus días esnifando pegamento en algún arroyuelo. ¡Así habla PAM!
-¡Eh, PAM! -Juanpa tenía cierto conocimiento de la forma en que uno debe dirigirse a una divinidad, o lo que quiera que fuese el Vigilante del Scope- ¿A qué debemos tu inesperada visita?
-Aunque para mí solo seas una hormiga que pisotearía sin darme cuenta, debo advertiros de que vuestros viajes espaciotemporales constituyen una desmedida agresión al tejido interdimensional, tal y como Claremont (cuyo cerebro en paz descanse) especificó en los primeros números de Excalibur y Marv Wolfman relató en la siempre soberbia Crisis en Tierras Infinitas, aunque mucho antes de esto ya aparecieran referencias detalladas en la etapa...
-Oiga, -interrumpió un aburrido investigador de lo Oculto- ¿es usted un Oculto?
-¿Cómo?
-Sí, le preguntaba si era usted un Oculto.
-Nada está Oculto al...
-¿Pero es usted un Oculto o no?
-Yo, eh... -PAM se percató de que iban a descubrir que no sabía que era eso de ser un Oculto, así que optó por la salida mas franca y directa: ¡Qué no, coño!
-Ah, vale... Es que lo parecía, ¿sabe usted?
-¡Es mi juicio el que vais a oír, miserables mortales! ¡Vuestro desdichado periplo termina ahora, pues estos viajes temporales no tienen ni la seriedad ni la épica de un guión de Stan Lee! ¡Vuestro viaje en el tiempo desvirtúa años de serio desarrollo historietístico! ¡Además, corresponden a un universo irreal de aberrantes crossovers con versiones apócrifas de personajes ya consolidados! ¿Cómo os atrevéis, como un Quesada cualquiera, a afirmar que Reed Richards creo una muñeca hinchable de carne humana para que fuera su esposa? ¿Cómo, malditos marranos, osáis usar un método de viaje espaciotemporal no aprobado por el Comics Code? ¿En qué cabeza cabe matar a Siniest y Juanmito en la última crónica y tenerlos resucitados sin mediar explicación en la siguiente? ¿Es que no respetáis ni vuestro propio scope? Y, por las greñas de Michael Golden, ¿cómo osáis tener microversos en el recto? ¿No os da vergüenza, por Mantlo y por Gruenwald?
-Eh... -si algo jode de ser el Papa de la Cristiandad, es que en momentos de furia divina, siempre te toca hablar a ti- PAM, tío... Es que sólo queríamos volver a casa...
-¡Sin olvidar que también queremos rescatar a nuestros amigos perdidos en el tiempo!
-¡No, Eme! ¡No olvido el scope de vuestra búsqueda! ¡PAM es consciente de que tuya es la culpa de que os halléis en esta época, pues a diferencia de tus desentendidos camaradas pretendías rescatar a tus compañeros perdidos! -la Comunidad del Giant Size miró con ansias asesinas a Eme, que puso cara de Mortadelo en un salón de manga- Loables sentimientos que para un ser cósmico como PAM no son nada pues ha jurado no intervenir, aunque aquí tengas a tu compañero perdido -PAM se sacó algo de cerumen de los oídos y lo tiro al suelo. En mitad de la inmensa pelotilla yacía el cuerpo hibernado de AlfBates, con bate incluido.
-Este... -Eme sentía algo de aprensión con el cerumen cósmico, por mucho aprecio que tuviera por sus compañeros- ¿No podrías mandarlo directamente a su propia época, mientras nosotros buscamos al otro?
-No hace falta, pues yo mismo puedo buscar a vuestro otro compañero perdido y así...
-¡Nononono! Nosotros lo buscaremos, ya se ha molestado bastante.
-Pero si no es molestia...
-No, que seguro que Quesada ha vuelto a hacer una de las suyas y ha puesto a Bill Jemas guionizando los Vengadores.
-¡NO SE ATREVERÁ! ¡TENGO TRABAJO! ¡Adiós, PATETICOS MORTALES! -y PAM desapareció ascendiendo a los cielos en glorioso esplendor dorado.
-Genial, Eme. Nos iba a devolver a nuestra época, y vas tu y lo... -Abazathlonado no pudo terminar la frase, y se vio expulsado hacia el futuro. Si algo sabía Eme de los Continuity Cop Corps, es que nunca dejan cabos sueltos.
El único testimonio que quedó en Granada de la visita de los peculiares crononautas fue una edición de 1726 del DRAE y un joven futbolista que por la gracia de Pedro Angosto había descubierto el verbo florido, el ditirambo y el sistema teológico-geométrico.
11.- San Antoñito Mártir de la Estop'ha
"Lo que más lastima es tanta confusión
en cada resquicio de mi corazón
como hacerte a un lado de mis pensamientos"
Antoñito era un niño muy bueno, el niño más bueno del barrio y de toda Necromálaga. En su parroquia era conocido como el mejor amigo del Niño Jesús, porque rezaba mucho todos los días y ayudaba a los desheredados. Todo el mundo conocía la historia de como Antoñito rescató a un niño gitano que era apaleado por unos niños muy malos que querían robarle el dinero de la merienda, y como Antoñito vendió su bicicleta para que el niño gitano y los niños malos, todos ellos, pudieran comer.
Por eso Antoñito iba a tener la mejor comunión de todas, porque sus papás estaban muy agradecidos al niño por la ayuda que les daba todos los días en el negocio familiar, y hasta su mamá iba a cantarle al final de la misa. Caminaba Antoñito hacia la iglesia luciendo su traje de marinerito y su rosario nuevo, muy orgulloso y de la mano de sus padres, cuando cayó ante ellos un moro muy mal vestido, sucio y que olía fatal. Antoñito, que es un niño bueno, preguntó a sus papás por qué aquel morito vivía tan mal. Sus padres, muy comprensivos, le explicaron que el pobre morito debía haber llegado de la morería y que no tenía a donde ir. Antoñito les pidió a sus padres que, ya que en la comida día de su comunión les iban a sobrar viandas, invitarán al morito a su día especial. Sus padres, emocionados por el corazón de oro del niño, no pudieron negarse, y se llevaron al pobre salvaje que no conocía la palabra de diso a la iglesia para que presenciara la comunión del muchacho.
Una vez llegaron allí, Antoñito se sorprendió de ver que el párroco de Necromálaga no iba a ser el que oficiara la misa, si no un señor nuevo que afirmaba ser el mismísimo Juan Pablo II, el Papa de Roma, su líder espiritual y el mayor ídolo de Antoñito después del niño Jesús...
Su Santidad miró al joven Antoñito con su falsa sonrisa beatífica, pero mas bien pareció un viejo borracho con parkinson; cosas que pasan cuando aceptas ser transportado en el tiempo por un ser cósmico que jamás ha sufrido un mareo. El Vigilante podía decir lo que quisiera del tiempofriki®, pero sus viajes por el tiempo al estilo PAMCósmico® eran mucho más desagradables e incómodos que el tiempofriki® o el tiempoDRAE® (aunque este último fuera un sistema monoplaza en el que uno se tiene que pasar todo el viaje repitiendo palabras como opúsculo o ditirambo). El estilo PAMCósmico® era más relajado, no había que pensar en palabros extraños ni en los pezones de tormenta, uno se limitaba a dejarse llevar mas allá de la velocidad de la luz mientras daba varios millones de veces la vuelta al mundo y se chocaba con todo tipo de cosas; por poner un ejemplo, cuando nuestros crononautas pasaron en un visto y no visto por la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, chocaron con un pobre paralítico en silla de ruedas al que tiraron al suelo sin querer evitarlo. El pobre paralítico cayó al suelo en mitad de violentos espasmos, los cuales fueron identificados por los transeúntes como "revolcarse por el suelo cual marrano" o lo que en el ambiente COOL es conocido como "breakdance", y empezaron a jalearlo y a solicitarle que bailara una "muñeira-break", que el paralítico estuvo gustoso de bailar con la propia silla. Con esto, de la manera mas tonta, se inició la leyenda del paralítico breaker de Santiago de Compostela que bailaba en silla de ruedas, leyenda de la cual todos hemos oído hablar alguna vez.
Tonterías aparte, cuando la expedición papal llegó al fin a su destino y localizaron a Serandonga, lo encontraron medio carbonizado y con un traumatismo craneoencefálico notable que lo había convertido en una especie de idiota babeante que sólo era capaz de decir "bababu uh". Pero no debía estar tan idiota cuando, al ver acercarse a Eme, salió corriendo no fuera que le volvieran a meter en otro experimento con el tiempofriki® del demonio. Resultó que en plena persecución Serandonga se topó con una familia de imbéciles que lo mismo eran del Opus Dei o algo peor, y que lo tomaron por un moro medio lelo o algo así. Serandonga, viendo comida y cama gratis, decidió que lo mejor era hacerse pasar por el morito Mohammed Estop'ha y así escapar de sus antiguos camaradas.
Claro que no contaba con la tenacidad del Sumo Pontífice, que sabía que hasta que no "rescatara" a Serandonga no podría volver a su propia época:
-Estamos aquí reunidos -Su Santidad intentó recordar como se daba una misa, pero sólo le venían a la mente viejos diálogos de películas porno, así que tuvo que improvisar- para darle la santa comunión a Antoñito, nuestro Antoñito, un niño muy bueno que hasta adopta moritos de mierda.
-Mami -Antoñito miró a su madre, sorprendido- ¡El Papa ha dicho un pecado!
-No, Antoñito, has oído mal -le tranquilizó Abazathlonado- El Papa ha dicho "que hasta adopta jodidos bastardos"
-¡Mami, el monaguillo también dice pecados!
-¿Eh? -la madre, que parecía mas preocupada en cotillear con el monaguillo Eme, miro fastidiada a su churumbel- Niño, déjame en paz que estoy hablando cosas importantes.
-¡Pues yo creo que ha dicho un pecado!
-... y nuestro amigo de Viena, el Doctor Quetefolleunpezgrande...
-¡Papi! -Antoñito estalló en lágrimas- ¡Qué dicen pecados en mi comunión y no me gusta!
-¡Cari, yo no miraba nada! -el padre de Antoñito se dio la vuelta algo nervioso, no en vano el morito Mohammed le estaba enseñando su colección de recortes de revistas pornográficas- Ah, eres tú, niño. ¡En misa no se habla!
-Papi, ¿esas señoras están desnudas?
-¡No! ¡Son cuadros muy importantes para la historia del arte!
Antoñito no podía disimular su llanto. Estaban arruinando el día mas feliz de su vida, y todo había empezado a ir mal en el momento en el que se habían cruzado con aquel morito de mierda. Lo que es peor, su mamá empezaba a tener pinta de fulana y su padre de sátiro lujurioso. Entre sus lágrimas, Su Santidad el Papa Juan Pablo II seguía dando misa de forma absurda en el altar, diciendo tacos y echándole sorbitos al vino de misa, mientras el señor que se llamaba un taco muy grande hablaba sobre la necesidad de derrumbar todas las iglesias para construir centros de detección de los malditos Ocultos, fueran lo que fueran los Ocultos esos. Al fin, los monaguillos subieron al altar y se pusieron a los lados de Su Santidad, que miró con cara de jodido viejo saliorro a Antoñito:
-Antoñito, ven que te doy una hostia.
-Sí Santidad -Antoñito no se sorprendía por recibir una hostia, hostia no era un taco cuando te refieres a la hostia sagrada.
-Antoñito, como has sido muy bueno muy bueno muy bueno, te voy a dar tu primera hostia para que así espabiles.
Abazathlonado miró distraído a Antoñito, preguntándose cuando acabaría todo eso. Tenía gracia esto de corromper a los Flanders, pero había algo que no le cuadraba. Le parecía como si estuviera cerca de algo importante, pero no sabía qué:
-Antoñito, ¿vas a ser bueno?
-Sí, Santidad.
-¿Vas a tragarte la hostia y luego te irás tranquilamente a tu banco?
-Sí, Santidad.
-Ay Antoñito, me temo que te vas a llevar muchas hostias... ¿Todavía quieres la hostia?
-Sí, Santidad.
-¡Pues toma ostia!
Y dicho esto, Su Santidad arreó a Antoñito un soberano guantazo en plena cara, que dejó al pobre niño beato congelado por el impacto. Cuando volvió la cabeza, Antoñito ya no era el niño que era antes, se había producido un cambio. Su sonrisa Sánchez Dragó había desaparecido, y sus ojos brillaban llenos de lágrimas. Pero lo mas importante es que su peinado a lo Pablito Calvo había desaparecido, y ahora lucía una suerte de tupé a lo Travolta desquiciado. Antoñito, presa de un ataque de pánico, corrió hacia su nuevo amigo Mohammed Estop´ha, gritando algo sobre que la culpa era suya, jodido bastardo. Que le devolviera su día especial. Mientras tanto, Abazathlonado había descubierto al fin la verdadera identidad del niño, y se dispuso a completar la metamorfosis del niño beato de Málaga en el ídolo de masas que todos conocemos:
-¡Antoñito, no te acerques al morito!
-¡Cállate, jodido gilipollas!
-Yo te lo advertí -Abazathlonado bajó los pantalones de Serandonga y se lo tiró encima- ¡El morito te quiere violar! ¡El morito te quiere violar!
-¡AAAAAAAAAAAH! -Antoñito se dio la vuelta, en mitad de su pesadilla y tratando de olvidar lo que acababa de ver, cuando se encontró con el Doctor Tengounpenebiengranden.
-Hmmm... Fíjense, en esta iglesia hay ratas. Las ratas también son agentes de los Ocultos, porque...
-¡Antoñito! -su madre le arreó un bolsazo- ¡Deja de gritar así, que voy a cantar para ti! -Antoñito se relajó, porque su madre cantaría para él. Mamá no le fallaría, no. Mamá se acercó al órgano que tocaba uno de los monaguillos y empezó a leer la pantalla del karaoke parroquial, cantando con su voz celestial:
"No me hace caso
y yo me muero por su amooooor
sentir su cuerpooooooooo
Para calmar mi corazooooooooooooon"
Pronto Abazathlonado se unió al cántico mesmerizante de la madre, orgulloso de que su cambiazo del tema tuviera tanto éxito:
"Si pudiera ser quisiera también,
traerle la luna para él
le demostraré, que yo lucharé
y se que algún día le conseguiréee"
Y toda la iglesia comenzó a corear, para horror del joven Antoñito:
"ESCÚCHAME, COMPRÉNDELO
ES IMPOSIBLE NUESTRO AAAMOR
POR QUE ENTREGUÉ MI CORAZÓN
A LA MUJER QUE QUIEEROOOOOOOOO YO"
Antoñito ya no podía más. Un moro le intentaba violar, las ratas fijas le espiaban, su padre se pajeaba con revistas porno, el Papa era un borracho de mierda y su comunión acababa con toda la iglesia cantando canciones de Camela con música de órgano. Ya sólo faltaba que le atracara un gitano, pero eso no podía permitirlo. Así que Antoñito salió corriendo de la iglesia, intentando recuperar la cordura a pesar de que la había perdido ya para siempre, pero se tropezó con una señorita que empezaba a entrar por la puerta:
-HoLa niÑo, ¿a DóNdE vAs, NiñO? -Antoñito miró a la desconocida, que iba vestida muy raro, como una gitana- ¿eS aQuí La iGLeSia DoNDe eSTá eL PaPa? eS Que VeRáS, Me eQuiVoQué aL LLeGaR Y VeNGo DeSDe De La PaLMiLLa BuSCáNDoLo... uY, Que RoSaRio MáS BoNiTo LLeVaS, ¿Me Lo PueDo QueDaR? Sí Que Me Lo PueDo QueDaR, QuÉ PReGuNTaS. a Mí Me GuSTaN LoS RoSaRioS, PoRQue LoS DeSHaCeS Y Te DaN MuCHaS BoLiTaS PaRa TiRáRSeLaS a LoS DeMáS CoN uNa CeRBaTaNa Y aSí TaMBiéN PueDeS HaCeR CoSaS Que... ¿SaBeS eL CHiSTe DeL PeRRo Que Se LLaMaBa MiS TeTaS?
Pero Antoñito ya estaba lejos de allí. Su vida se había convertido en un infierno gracias a los gitanos, los moros, las ratas fijas y las warrakallos. Pero a Antoñito ya le daba igual, porque en su mente ya había descubierto su verdadero objetivo en la vida. Ya no sería misionero en África, ¡qué se jodan los putos negros! Ahora su objetivo en la vida sería exterminarlos a todos, destruir Necromálaga entera y denunciar el peligro moro por todo el mundo.
12.- Vietnam Oculto
"I'll tell you what I want, what I really really want,
So tell me what you want, what you really really want,
I wanna, I wanna, I wanna, I wanna, I wanna really
Really really wanna zigazig ha"
-oS He TRaíDo aQuí PaRa eH...uH... eSTo... No Se Si eRa PaRa MoNTaR uNa oRGía, PeRo eS Que eSTo DeL SeXo Ya No Me iNTeReSa... CReo Que eRa PaRa SaLVaR eL MuNDo, PeRo eS Que eN La PaLMiLLa Vi uNa GRúa De CoLoR RoJo Que Me LLaMo MuCHo La aTeNCióN. QuieRo DeCiR, ¿DeSDe CuáNDo HaY GRuaS De CoLoR RoJo? SieMPRe SoN aMaRiLLaS...
La Comunidad del Giant Size X-men no hacía ni puñetero caso al Oráculo de Delfos, a pesar de que era el segundo ser cósmico (tercero, si contamos la experiencia religiosa de Necromálaga) que se encontraban desde que comenzó su viaje por el tiempo. Abazathlonado estaba enfadado por haber sido alejado de su querido Antoñito, el Papa seguía con la resaca de los dos litros de ginebra mezclados con tiempoPAM®, Serandonga intentaba no ahogarse con su propia lengua y Eme intentaba calcular a dónde los había mandado el Oráculo para no tener cobertura del móvil, ni de GPS, ni luz ni teléfono ni agua ni una triste librería donde comprar Love Hina. Kientengaunnombregranden, por su lado, se limitaba a elaborar un complicado razonamiento por el cual se pudiera demostrar que el Oráculo era un animatrónico controlado por un camionero de Cuenca (el cual era un maldito Oculto, por supuesto).
-...PeRo eL GaTo Ya No Me HaBLa PoRQue DiCe Que SiN SuS BiGoTeS Ha PeRDiDo La ViRiLiDaD, Y eS Que La RazóN De SeR De Su ViDa eS Que... oH, He TRoPezaDo CoN uNa CoSa ¿Qué CoSa eS eSTa? eSPeRo Que Sea iNTeReSaNTe PoRQue Me eSTáiS aBuRRieNDo uN MoNTóN FRiKiS... ¡eS LiBRo DeL aPoCaFReaK! Se Me HaBía oLViDaDo, Qué iNTeReSaNTe eL aPoCaFReaK, CueNTa CoSaS Que No HaN PaSaDo PeRo Que Yo Ya He ViSTo PoRQue...
-¡Ah! ¡Deténgase, maldito Oculto! -el Investigador de lo Oculto saltó sobre la dispersa joven y le arrancó el grueso volumen de sus manos- Con seguridad sólo yo podré entender... ¿Pero esto qué es? ¿Es un tebeo? ¡Hombres con tetas! ¡Millones de dientes! ¿Acaso me están mirando? ¡Ah! ¡AH!
-TeN CuiDaDo, DoCToR KeNTeLaPoNGoGRaNDeN, PoRQue Lo eSCRiBió Y DiBuJo eL MoNJe JaViRRiVVeN eN 1236 BaSáNDoSe eN DiBuJoS DeL DeMoNio RoBLieFeNz... ¿o Lo eSCRiBió RoBLieFeNz Y Lo eNTiNTó eSTRaSMuS De ToTTeNHaM? aY, Que DiFíCiL eS La HiSToRia, SieMPRe Me Da DoLoR De CaBeza Y eNCiMa eSToY TaaaaaaaN aBuRRiDa...
-¡Santo cielo! ¡Todo nuestro viaje esta relatado en este libro! ¡Y afirma que a nuestro regreso los Ocultos tratarán de dominar el mundo, y que sólo seis intrépidas almas, los Callao Warriors, lucharán por la decencia y el buen gusto!
-aH, Sí, aHoRa ReCueRDo PoR Qué eNVié a BoLLoVeRDe PaRa Que ReSCaTaRaiS aL PaPa Y eNToNCeS VoLVieRaiS PaRa eViTaR aL aPoCaFReaK, PeRo aNTeS DeBía aViSaRoS De Que HaBía uN TRaiDoR eNTRe VoSoTRoS Que eS uN BueNRoLLiSTa Y ¿DóNDe eSTá BoLLoVeRDe?
-¡Ah, sí! ¡Se me había olvidado! -Eme sacó una especie de pistola chufletera y puso cara de circunstancias- Siento ser el traidor, pero es que PICS me prometió ser el diso del buen rollito del universo dreamers y yo no pude negarme.
-¡AAAAAAAAAAAAAAH! ¡Es un Oculto! -el temerario investigador de lo Oculto que no se asusta ante nada se escondió detrás del Oráculo- ¡Ya lo decía yo, un maldito Oculto buenrollista!
-Ser un Oculto no esta tan mal, PICS es muy simpático y me trata muy bien. Además, también quiere que nos llevemos todos bien, pero algunos -Eme miró a Juanpa, que dormía la mona ajeno a todo ese ajetreo- se empeñan en liquidar a algunos de nuestros agentes más importantes como Juanmito o Siniest y el tener que resucitarlos era un mal rollo...
-¡Jodido bastardo! -Abazathlonado se echó encima de Eme y empezó a repartir puñetazos inútilmente contra la barriga de Eme- ¡Así que nos utilizaste para matar al Papa!
-Bueno, en internet alguien siempre manipula a alguien, ¿no? Además, yo manipulo de buen rollo... -Eme disparó a Abazathlonado, que quedó transformado en un friki baboso y alelado. Eme se dispuso a disparar a Serandonga con su rayo buenrollista, pero le dio lástima al ver al pobre morito contándose los dientes- Y ahora, el Pope...
Eme se dirigió, no sin dudarlo, hacia el Papa de la Cristiandad. En su fuero interno comenzó el debate de si era buen rollo eso de traicionar a la gente, aunque esa gente fuera de mal rollo y esa traición les hiciera ir de buen rollo. Eme sopesó la opción de no traicionar al malrollista, pero eso le haría traicionar a su nuevo amo buenrollista y además, sería pensárselo demasiado, cosa que no podía hacer con mucha claridad ya que el Oráculo se había puesto a cantar una canción en portugués. Dispuesto a acabar su trabajo, Eme apuntó a Juanpa, que hablaba en sueños:
-Kita Prenda, tú ya sabes que los travelos como tú no me interesan, aunque me comas tan bien la polla -Juanpa se dio la vuelta bruscamente, con lo que hizo tropezar al dubitativo Eme, que cayó de morros contra el suelo y rompió su super arma de agente Oculto.
-¡JA! -Kiencomosellamen se acercó corriendo al agente desarmado y empezó a patearle el estómago- Ya no es usted tan duro sin su arma, ¿eh, maldito Oculto? ¡Ahora voy a enseñarle yo a esclavizar a la humanidad con...! -Kienflungengranden cayó de espaldas al suelo, como consecuencia del soberano puñetazo en las narices que le asestó Eme. Porque uno puede ser buenrollista, pero tampoco es gilipollas.
-eMe... ¿Me VaS a PeGaR a Mí TaMBiéN?
-No, que va, a ti no, que mal rollo.
-GRaCias... -el Oráculo hizo un gesto con la mano muy extraño, que cualquier interpretaría como un gesto obsceno pero que un friki avezado interpretaría como un pase mágico- Le DiRé a éL Que No Te HaGa MuCHo DaÑo...
La tierra se revolvió. Los cielos se abrieron. Ante ellos, otra entidad cósmica o algo así descendía. Pero esta era traslúcida, de porte gallardo, sereno y capaz de pensar despierto. Un caballero español, sin duda alguna. Iba vestido con una túnica, laureles en la cabeza y portaba en las manos un DRAE atado a un gigantesco crucifijo de hierro macizo. Tras él, un joven ángel bajaba con un arpa en la mano y aporreando sus cuerdas como si fuera una guitarra eléctrica:
-¡JOJOJO! ¡Ignaro alevoso! ¿Acaso esperaba que el Capitán permaneciera en el séptimo cielo (o mas arriba) mientras sus camaradas son exterminados mientras duermen?
-¡Capitán!
-No soy el Capitán, ¡soy el Espíritu del Capitán! ¡300 años he pasado vagando por la Real Academia, inspirando a los académicos, luchando por el buen hablar de la lengua española! Pero no ha sido hasta la llegada de Don Fernando Lázaro Carreter que he visto posible el abandonar tales menesteres, y justo cuando decido a viajar al paraíso, y descansar recreándome en mi propio parnaso, mi fiel discípula Bolloverde me avisa de esta traición. Imagínese mi sorpresa, felón, al descubrir que mi sacrificio 300 años atrás no sólo fue una excusa para tomarme unas vacaciones que buena falta me hacían, si no que usted las aprovechaba para llevar a cabo su insidia... -el Capitán levantó su Martillo de Herejes (pues así llamaba a su DRAE atado al crucifijo del Obispo de Necromálaga) y los estampó sobre la cabeza de Eme, incrustándosela en el estómago- ¡Pídele al bellaco de tu amo que te resucite, si es que es tan buenrollista!
El Capitán empezó a limpiar su Martillo de Herejes, que se había manchado con los sesos del desdichado Oculto. Una vez hubo completado su tarea, miró a su alrededor. Serandonga, que ya no parecía Cojo si no mas bien churruscadito moro infiel, se dedicaba a la bárbara tarea de comerse los mocos. A su lado, Abazathlonado lo despiojaba con gesto igualmente idiotizado. Un poco mas allá, Su Santidad y el Doctor Kinflundenpichi estaban tirados por el suelo, durmiendo la mona. Y por fin llegamos al Oráculo, que conversaba animadamente con su agente Bolloverde:
-¿De verdad que nadie se dio cuenta de que faltaba del relato desde que falleció el Capitán?
-Yo iGuaL Sí, No Sé, PeRo No Me aCueRDo... eS Que Ya SaBeS CoMo eS SeR eL oRáCuLo De DeLFoS, CuaNDo SeaS oRáCuLo Ya VeRáS, SieMPRe TeNeMoS Que eSTaR ToDo eL RaTo PeNSaNDo CoSaS Y No PueDeS PeNSaR SieMPRe eN TaNTaS CoSaS SiN Que Te DeSPiSTeS uN PoCo... ¿De VeRDaD Te MoRiSTe CoN eL CaPiTáN? a Mí Me PaReCe Que eSo De MoRiRSe eN MuY iNTeReSaNTe, Se Lo DiGo a ToDo eL MuNDo PaRa Que Lo PRueBe PaRo No Me HaCeN CaSo...
-¡Por todos mis ditirambos! ¡Que me aspen si esto no es una edición del Apocafriq! -el Capitán hojeaba el tomo sentado sobre el cuerpo inconsciente de Kinderpichi- Vaya, vaya, ¡así que el PutoAmo de ADLO! en su exilio temporal predijo en este inspirado por el espíritu de ROB que PICS iba a conquistar el mundo para la temporada estival del año 2003. ¡Que dislate! ¡Entrará en nuestro universo por Callao a las Siete! -el Capitán se levantó y miró al Oráculo- ¿Ya ha juntado a los Callao Warriors, jovencita?
-PueS... CReo Que Me FaLTa uNo, PeRo SeGuRo Que eSTaRá PoR aLLí...
-¿Dónde?
-MiRa eN CaLLao. ToDo eL MuNDo eSTá eN CaLLao a LaS SieTe.
13.- Callao a las Siete.
"If its the last thing we ever do
We gotta get out of this place
‘Cause girl, there’s a better life
For me and you"
Si hay una verdad universal en el mundillo friki (entre otras) es que todo el mundo está en Callao a las Siete. Todos, sin excepción. Si, tú, ya sé que te crees que nunca has estado en Callao, ni siquiera sabes qué es Callao, pero te aseguro que estabas en Callao a las 7. Los que siempre llegáis tarde a todos lados, vosotros también, que estabáis en Callao a las 7. Callao, para el que no lo sepa, es... Copón, es difícil de explicar. Si le preguntas a un urbanita, te dirá que Callao es una plaza de Madrid, pero ese urbanita no tendrá ni puta idea de lo que está hablando. Eso sí, hasta ese urbanita ignorante sabrá que Callao es el sitio donde todo Madrid se concentra en un punto sin reventar y convertirse en un agujero negro, o algo parecido. Porque esa es otra, Callao en realidad es un agujero negro que acumula todo lo friki-gótico-siniestro y cualquier cosa a este lado de lo COOL y lo UNCOOL.
Tampoco debemos olvidar a los que se les conoce como los Callao a las Siete, que son los que siempre están en Callao a las Siete. Para ellos, Callao a las Siete es todos los días, con lo que sus vidas son mucho más aburridas que las del resto de los mortales. En cualquier caso y dejándonos de datos que no le interesan a nadie en particular, lo que nos interesa entender antes de empezar a leer el apocafreak es que todos estabais ahí, aunque no os acordéis. Estaban todos los que ya han aparecido en esta crónica o sólo han sido nombrados, estaban los personajes de las demás Crónicas o Historias Aún Por Ocurrir y en todas sus múltiples encarnaciones, estaban los lectores de las Crónicas que siempre se buscan en ellas pero nunca se encuentran, estaban todos los que nunca las han leído o nunca les han interesado (aunque este grupo sea inexistente, porque todo el mundo las lee y le interesan) y también estaban los malmasones de toda la vida, esos que se meten en listas de correo para conspirar y dominar el mundo y las transforman en la casa de Tinky Winky. Por no hablar de todos los hijoputas que hacen perder a la gente el verano obligándolos a irse a países subdesarrollados para los que el sol es una bombilla en el cielo que jamás de los jamases dará calor.
El Papa de la Cristiandad estaba subido al cartel de Schweppes (ese que todos han visto alguna vez, aunque todos lo recuerden por El día de la Bestia, lo que nos viene que ni pintado) y miraba el panorama que había bajo él. Montones y montones de gente que en realidad eran todos los frikis y no frikis que han sido y serán estaban allí abajo. Todos. Y todos eran muchos para la vista de un Sumo Pontífice con resaca, por mucho que el Oráculo insistiera en que sus polvos mágicos se la habían quitado. Así que Su Santidad volvió la vista hacia sus legiones. Los Callao Warriors eran el mayor grupo de perdedores al que el Papa se había unido jamás. Lo componían el mismo Juan Pablo II, sin su BADM®, Nicholas Abazathlonado, con su mono color butano y lanzallamas a juego, Serandonga, recuperado de todas sus dolencias y con cara de querer estar en cualquier parte menos ahí, ese doctor vienés loco que se parece a Alan Moore y cuyo nombre es ilegible y, por último, el Espíritu del Capitán, flotando en el aire, Martillo de Herejes en mano y observando con desprecio a los efebos que allí se congregaban:
.¡JOJOJO! ¡Puedo ver a mis pupilos del CiaG y del LaG! ¡Hasta puedo ver a los torpones del CaG! ¿Y no son esos de ahí los efebos murcianos?
-¿Y todos esos son Ocultos?
-Otiah, juanpah... Creo que mejóh me voy pohaí, que tengo dealgo quiacé...
-Jodidos Bastardos -Abazathlonado se puso las gafas de soldador y encendió su lanzallamas- Podéis llamarme Palmillator.
-Vale, antes de que saltéis directos a una muerte segura, montón de subnormales -Juanpa obvió así al Capitán, que ya estaba muerto- Me gustaría recordaros que tenemos un plan. Que eso que tenemos ahí abajo esta concentrando tanta energía friki que va a conseguir abrir una brecha... Copón, Gerhalt, sigue tú.
-Gracias, Santidad -el Doctor Kienderpuñeten se aclaró la garganta- el malvado PICS, aprovechando la alta concentración de energías que se arrejuntan en la conjunción dimensional llamada Callao a las Siete, planea juntar todas las energías buenrollistas del mundo, y así abrir una brecha interdimensional a través de la cual los Ocultos penetrarán en nuestro universo, creando un flujo de energías buenrollistas constantes que colapsarán los sentidos de toda la humanidad y los esclavizará para siempre.
-Afú -jadeó Serandonga- ¡No sé como lo ha hesho pero ya me ha puehto cashondo el barbah ehte!
-Y para evitar tamaña añagaza, ¡vamos a ostiar profusamente a esos iletrados, con lo que no les quedará buenrollismo alguno! -y dicho esto, el Capitán se lanzó a la batalla.
-¡Dependiente de Norma el último! -se lanzó Abazathlonado/Palmillator.
(...)
Juan Pablo II, Papa de la Cristiandad, miró al resto de los Callao Warriors. Acojonaos, mirando hacia el suelo, mientras sus camaradas repartían estopa (lo cual era en ambos sentidos en el caso de Palmillator, porque el jodido bastardo estaba friendo frikis a ritmo de "por la raja de tu falda...")
-Pero vamos a ver, ¿no vais a saltar ahí abajo? ¡Vuestros amigos están combatiendo por vosotros!
-Santidad, yo tengo que pensar un plan. Además, no me he acabado de leer el Apocafreak...
-Juanpa, ehque... Coño, ¿y tu poh qué no bajah?
-No bajo porque... Estoo... Espero una señal, copón. De diso.
-¡No cuela, ohtia!
-He estado pensando sobre la vida. Estos años en el siglo XVIII me han ayudado mucho, porque yo creía que era otra persona y al final he descubierto que no soy como pensaba. Pero antes de todo esto yo estaba cansado de esta vida, de insultar y de sodomizar sin pensar en las consecuencias. Eso ya se había vuelto ridículo, sin sentido. Por no hablar de que se ha perdido mucho el sentido del humor. Antes trollear te hacía conocer gente, pero ahora salirse del rebaño friki es casi un pecado capital. He visto como los más grandes del negocio se retiraban poco a poco, como algunos de ellos partían derrotados. He visto como patanes que se abazathlonan al discutir se giran hacia mí y me preguntan si lo hacen bien, cuando se les han abierto tres úlceras y el corazón se les esta saliendo por la boca. Somos la vieja escuela, y las nuevas generaciones dan pena; ¿es qué me he vuelto mayor? ¿Es hora de jubilarse? -Juan Pablo II levantó la vista bajo la lluvia que se llevaba sus palabras y frunció el rostro- Pero estoy pensando despierto. Tres años en el siglo XVIII me sirvieron para poner patas arriba a toda la civilización occidental, así que sigo siendo el mismo de antes, sólo que mas viejo. ¿Qué las nuevas generaciones son una mierda? Sí, lo son. Pero justo por eso mismo necesitan ser sodomizados por una buena BADM®
-Afú... Que güena ehtá la friki esa -Serandonga bajó al tumulto friki de Callao a las Siete, huyendo subrepticiamente.
-Pero, ¿por qué los voy a sodomizar yo? ¿Por qué quiero un mundo mejor? ¿Para protegernos a nosotros mismos? Seguramente. En realidad, lo hacemos porque se nos sale de los cojones, y eso es lo que nos diferencia de esos frikis de las nuevas generaciones a los que el Capitán y Palmillator están devolviendo al buen camino -el Papa de la Cristiandad como Tal lo Invistió Alan Moore un día Porque Andaba Borracho miró al investigador vienés de asombroso parecido con Alan Moore- No te largarás, ¿verdad?
-¿Perdón?
-¡Que si vas a bajar ya a repartir hostias, copón ya!
-¿Acaso debería? Estaba planeando algo...
-¿El qué?
-Bien, según el Apocafreak, usted se sentará en el Panesycompañia de Callao a esperar la llegada de los Ocultos. Se pasaría el resto de su existencia racional comiendo un bocata de calamares acompañado de una vulgar Coca Cola y lloriqueando por una botella de Absolut, mientras hace memoria de toda su vida y se lamenta por el tiempo desperdiciado.
-Coño, ¡eso jamás! ¡Con lo bueno que estoy, y lo que he hecho por la humanidad! ¡Nunca desperdicié el tiempo!
-Pues según el Apocafreak eso era lo que pasará cuando el sexto Callao Warrior aparecerá para entregarle la BADM® y usted la rechace.
-Pero... ¿Pero por qué?
-Usted sabrá. Pero creo que por ahí viene, así que le espero en el Panesycompañia.
Ni tres botellas de vodka a palo seco habrían preparado a Juan Pablo II para el sexto guerrero de Callao. Caminando sobre el luminoso, saludando educadamente al Doctor, apoyándose sobre la BADM® y acercándose muy educadamente a Su Santidad, Poniente empezó a hablar:
-A pesar de los cuestionables usos que le das a la BADM®, he de admitir que la BADM® es de su propiedad, así que es mi deber el devolvértela, eso sí, debo recordarte una vez más mi repulsa por el uso violento y obsceno que das a la misma -Poniente le tendió la Barra de Acero de Dos Metros, la Excalibur del Frikismo, un arma simple pero con pedigrí. Juan Pablo II miró a la BADM® y luego miró a Poniente.
-Antes de que la coja... ¿Te sentirás responsable por el mal uso que haga de ella?
-No lo he pensado, pero muy probablemente lamentaría haberlo hecho y te transmitiría ese malestar durante unas cuantas horas, días o años.
-Copón, entonces prefiero no salvar el mundo -el Papa de la Cristiandad empezó a bajar hacia el Panes & Compañia.
-Vaya, confieso que no me esperaba algo así -Poniente se acercó a la escalera de mano por la que bajaba Su Santidad- Nunca pensé que fueras capaz de renunciar a tu BADM® antes que... Oh.
Como diría Nicholas Abazathlonado, Juan Pablo II es un jodido bastardo, pero es nuestro jodido bastardo. Estando Poniente a punto de soltar su discurso sobre la redención, Su Santidad se dio cuenta de que, pasara lo que pasara, Poniente no se iba a callar. Así que tomó la decisión de arrebatarle la BADM® por la fuerza y aplastarle un poco el cráneo, para que le dejara en paz. Pasara lo que pasara, el fin del mundo lo vería aplastando cráneos. Y con estilo:
-¡Eh, Juangordo! -la inmensa mole de Juanmito era el friki mas visible, y la BADM® estaba demasiado ansiosa por volver a la acción tras reconocer a su verdadero amo- ¿Has resucitado o te echaron del cementerio por robarles los gusanitos?
-¡BLUAAAAAAAARGH! -Juanmito embistió echando espuma y pizza mordisqueada por la boca.
-Sé que no das para mas, ¡pero por lo menos dime algo para que me ría!
-¡Ya no me puedes provocar por mi gordura! ¡He adelgazado gracias al método Richards!
-¿Tú adelgazar? ¡JO, JO, JO! ¡Tienen razón, los rellenitos sois los mas divertidos!
-¡JOJOJO! ¿Es acaso el Sumo Pontífice de antaño al que oigo? -el Capitán estampó el rostro de Endemor contra el pavimento y se acercó para contemplar como la BADM® daba buena cuenta del trasero de Juangordo- Ah, ¡no hay nada como la satisfacción del deber cumplido!
-¡Y usted que lo diga, buen Capitán! -Su Santidad hizo palanca con la monstruosa montaña de carne de Juanmito y la echó sobre un travelo que pasaba por allí, conocido como Kita Prenda- Pero dime, ¿dónde esta Nick?
-La última vez que lo vi estaba departiendo animadamente con Bender sobre los límites de la sodomía con lanzallamas.
-Pues vamos a buscarlo, copón -Su Santidad limpió la BADM® con la camiseta de Son Goku que le había arrancado a un cadáver y añadió- Creo que ya tengo una idea para salvar el mundo, o por lo menos para echarnos unas risas.
Mientras ocurría esto, el Doctor Comosellamen hacía un interesante descubrimiento en el Panesycompañia. Estaba el hombre esperando la llegada de Su Santidad y preparando un discurso sobre lo de siempre ("Oh Fatalidad, Oh Cruel Destino" y todo eso) cuando tres frikis que se comían unas generosas raciones de ensalada con chocolate bajo en calorías en una mesa cercana le pidieron un autógrafo. Nuestro querido Doctor, notablemente sonrojado, estaba sorprendido por la notoriedad que había obtenido diez años en el futuro, y firmó tres autógrafos:
-Muchas gracias, he leído todas sus obras -el friki miró mejor su autógrafo y añadió- ¡Eh, aquí no pone Alan Moore!
-Cielos -el vienés empezó a comprenderlo todo- Me temo que me han confundido con otro...
-¡Se ha hecho pasar por Alan Moore! ¡Matadlo! -el friki encendió sus ojos con la ira descomunal del que descubre el cambio del color del chaleco de Rising Stars, cuando otro de los frikis lo detuvo:
-Espera... ¡Este es el Doctor Gerhalt Von Kienflungengranden!
.¿Eh?
-¡Si, tío, es el Doctor Kienflungengranden! ¡Joder, espera que lo cuente en el pueblo!
-¿Pero acaso...?
-Doctor, por favor, queremos ayudarle a luchas contra los Ocultos.
-Bueno, yo...
-¿Es verdad que conoce al Capitán? ¡Yo tengo todos los cromos del Capitán!
-Si, bueno, conozco al Capitán, es un gran tipo al que...
-¡Tío, tío, tío! ¡Si hasta conoce al Papa!
-¡Ostras, es verdad!
-¡Conoce al Papa! -tras lo cual, los tres frikis se pudieron de rodillas y le rogaron que les presentara a Su Santidad.
En otra parte, Poniente se encontraba con Serandonga y entablaban una animada discusión sobre la posibilidad de que el uno le estuviera chafando el ligoteo al otro o es que simplemente las oportunidades de ligoteo de ese uno eran inexistentes:
-¡Hohtia ya, Poniente! ¿Quiereh largahrte ya?
-Pero quiero que entiendas que yo comprendo tu situación, es algo normal. No debes frustrarte, de verdad.
-¡Oigan! ¿Han visto a Abazathlonado?
-¡Afú, meno ma que habéi venío, que no aguantaba mah a Poniente ehte!
-¿Cómo? ¿Acaso esta diciendo que proseguirán con sus estúpidas rencillas mientras el mundo esta al borde de la destrucción?
-Serandonga -Juanpa iba al grano- ¿Has visto a Nick?
-Ni puta idea, tío.
-Maldición, hemos de reunirnos todos antes del apocalipsis final, antes de...
Pero ya era tarde. Las energías frikis empezaron a elevarse hacia un solo punto, y el vórtice interdimensional empezó a abrirse. Serandonga, Poniente, el Capitán y Juan Pablo II corrieron a agarrarse a lo que fuera, mientras las energías de los frikis les abandonaban y los dejaban con los ojos en blanco, hipnotizados. En otra parte, Abazathlonado llamaba elfa gay a una tipa muy Fea, pero ni él ni su hermano travelo Deedlit reaccionaban, con lo que Palmillator se tuvo que conformar con asarlos apresuradamente. Más arriba, a través del vórtice, una inmensa mano empezaba a introducir sus dedos en nuestro universo, y todos los luminosos de Callao empezaban a transformarse en el símbolo de los Ocultos, el símbolo de PICS...
=)
-¡Nick! -el Papa de la Cristiandad gritaba desesperado sobre una montaña de frikis zoombies que había amontonado a golpes de BADM®- ¡Copón ya, hay que hacer algo! ¡El Kienfeleches dice que los buenrollistas no beben vodka ni fuman!
-ESCUCHADME, HUMANOS -la voz de PICS, el líder de los Ocultos, parecía la voz de un teletubbie necromalagueño que expulsa minidreamys al hablar- A PARTIR DE AHORA VAMOS A HACER TODOS LO QUE MÁS NOS MOLA, A MONTAR MOVIDAS GUAYS Y LA VAMOS A ARMAR, ¡YA VERÉIS! =)
-Agh... ¡Nick!
-Aquí, Juanpa -Abazathlonado arrancó la cabeza a un tal zadiko de un golpe de lanzallamas y siguió acercándose- ¿Cuál es el plan?
-¡Subirse aquí arriba y darle con todo lo que podamos!
-¿Ese era tu plan?
-Bueno, si cabreamos a todos los frikis a la vez diciendo cosas como que Lady Edith es mas fea que el culo de una mona, si decimos que la página de Manuel Barrero es mejor que todo Dreamers, si gritamos que Pedro Angosto es mejor guionista que Moore y Gaiman juntos, acabaremos cabreándolos y consiguiendo algo...
-Ah, entonces es el plan de siempre -Abazathlonado sacó su megáfono y empezó a corear- ¡EA EA, EA, Fakemon con la Edith se la menea!
-¡Venga, copón! -Juanpa hizo gestos con la BADM® al resto de los Callao Warriors- ¡Empezad a insultar como verduleras!
-¡Los mangas fueron creados para que subnormales como vosotros pudieran pajearse, porque de lo reprimidos que estáis no compráis la penthouse ni miráis una web porno no vaya a ser que os ataque!
-Afú... ¡El yaoi es para enfermah!
-¡JOJOJO! ¡Watchmen es la cosa más aburrida que he tirado al fuego en mi vida! -el Capitán notó que uno de los Callao Warriors no abazathlonaba a las masas- ¡Vamos, amigo Poniente! ¡Únase a nosotros!
-Eh... No, no debo, está mal porque...
-¡Que los cabrees o te tragas la BADM®, copón!
-Eh... ¡Sois unos hijos de perra devoradora de niños en celo!
-Bueno, podría estar peor... -Juan Pablo II se giró desesperado hacia el vórtice interdimensional y echó de menos un buen lingotazo de vodka- Coño... ¡Rei Ayanami es una zorra lesbiana cabezona y mongoloide! ¡Me corrí del gusto cuando mataron a Aeris!
-¿Y esa es buena?
-¿Ahora vas a quejarte tu, Nick?
-Yo no me quejo de nada, Juanpa, sólo que esto no está sirviendo de nada...
Lo peor de todo es que era verdad. PICS ya entraba en nuestro Universo, y empezaba a dar discursos sobre minidreamys, los derechos y deberes de los ciudadanos dreamers, el nuevo dinero dreamers, lo mucho que molará trabajar todos juntos y de buen rollo... Nada parecía detener a los Ocultos, nada hasta que...
-¡Y aquí los tienen, son los Callao Warriors! -el Doctor Kineperfichi iba seguido por un auténtico ejército de frikis que portaba todo tipo de pinturas de guerra- ¡Y al frente de todos... Juan Pablo II, Papa de la Cristiandad! -la multitud enloqueció, muchos de ellos levantaron sus Barras de Acero de Dos Metros y empezaron a corear grandes éxitos como "pilla un cáncer, subnormal" o "a pelarla, que es gratis y sale premio".
-¿Qué coño es esto? -preguntó un cabreado Juan Pablo II- ¿Pero qué cojones me traes, Kinderlechen ?
-Santidad, ya he hallado la solución a todo este problema -el Doctor se subió a la montaña de cadáveres hasta alcanzar la posición del resto de Callao Warriors- ¡Podemos contraatacar a los Ocultos con sus mismas armas! ¡Son nuestros fans!
-¿Fans? ¿Míos? ¿De mí, quiero decir que de yo?
-Sí, sus fans.
-¡Una mierda! ¡Me niego a tener una legión de fans! -el Papa de la Cristiandad saltó sobre su club de fans, y empezó a golpearlos con su BADM®- ¡Buscaos una vida, subnormales!
-¡Oh! ¡Me ha golpeado! ¡La Sagrada BADM® me ha golpeado a mí!
-¡Aaaaah! ¡Me está sodomizando! ¡Buscaos una vida, subnormales! ¡La BADM® me está enculando a mí!
-Pero... Pero... ¿Esto de qué coño va? -la perplejidad del Sumo Pontífice iba en aumento, al ver como las hordas frikis no sólo se echaban sobre él con el culo en pompa si no que lo admiraban y jaleaban- ¡Copón ya, acojonaos, cabrearos, largaros! ¡Qué temáis, hostia!
-¡Copón ya!
-¡Copón ya!
Llegados a este punto del relato, deberíamos hacer un alto en el camino para tomar aire y seguir avanzando. Callao a las Siete era en estos momentos una carnicería, una matanza. La mayoría de los frikis que había en la plaza tenían los ojos en blanco y miraban babeantes el portal interdimensional a través del cual PICS entraba en nuestro universo para proclamar el nuevo estatus de los ciudadanos dreamers, aunque ni él supiera para qué puñetas iba a servir eso, si no era para que cuatro frikis descerebrados pudieran lucir su estrella de plata de "pringado al que le hemos engañado para trabajar más que nadie". Por otro lado, y en menor cantidad, tenemos a los fans de Juan Pablo II y familia, que paradójicamente iban en aumento a medida que Su Santidad los escupía y sodomizaba. Estos "frikitrolls" de las nuevas generaciones se consideraban una casta superior o algo parecido, y mientras esperaban su turno para ser tocados por la BADM®, intentaban imitar a su ídolo insultando y golpeando a otros frikis a los que consideraban inferiores. Y, finalmente, teníamos a los Callao Warriors, que ahora se limitaban a observar mientras el Doctor Kinfundemor miraba el contador de energías frikiparasubnormales y farfullaba cosas en alemán, además de:
-¡Juan Pablo, la energía de tus frikis se está acumulando!
-¿Y a mí qué me importa, copón?
-Pues que si levantas la BADM® y te dejas adorar una milésima de segundo, la Barra actuaría como pararrayos de todas energías y tú...
-¡No pienso ser un ídolo friki! ¡Antes la muerte, coño!
-¡Pero es la única forma de salvar el universo!
-¡Qué no!
-¡JOJOJO! Pues he de reconocer que, aunque mío es el poder del DRAE, no le vendría mal un poco de poder divino a este Capitán de la vírgula.
-Hohtia, pueh no me quejaría yo nada si...
-Jodidos bastardos, ¡Bazathlon es el único diso verdadero!
-Pues yo... -dijo tímidamente Poniente- Yo tengo ciertas reservas sobre la corrupción del poder absoluto...
Y claro, los belicosos Callao Warriors empezaron a descabezarse mutuamente, cual malmasones que se pelean por un log sobre la última experiencia sexual de la Paca. El Capitán, Serandonga y Poniente se esforzaron (a su estilo) en arrebatarle la BADM® a Su Santidad, mientras Abazathlonado defendía a sangre y fuego el trono divino de Baal Zhallo. Mientras tanto, sobre la montaña de cadáveres, el Doctor Quecoñoimportacomosellamen miraba desesperado la escena y suspiraba, preguntándose si esta disputa sin sentido significaba el triunfo de los Ocultos. PICS ya había metido una pierna y un brazo en nuestro universo, pero al gigantesco Oculto le empezaba a costar entrar por la fluctuación de energías frikis, cosa que le daba esperanzas al Doctor. Aburrido por la batalla, el investigador de lo Oculto se fijó en el segundo piso del Panesycompañía. Allí, observando la escena, estaba PAM, vigilando la continuidad, y un poco más cerca, Bolloverde y el Oráculo. Cosa curiosa, el Continuity Cop tenía que vigilar, ¿pero qué hacía allí el Oráculo? ¿Por qué no les ayudaba? Lentamente, el Doctor Kinechocosuicen se acercó al Panesycompañía, pero entonces el Oráculo salió volando en dirección a Su Santidad y los Callao Warriors:
-BWaHaHHaHaHaHaHaaaaa -reía el Oráculo- PeRo Qué MaLa SoY. ¡BWaHaHaHaaaaaa!
-¡Cuidado, Santidad! -Kienflungengranden descubrió el ardid del Oráculo- ¡El Oráculo planea arrebatarle la BADM®!
-¡Tú CaLLa La BoCa, So MaMóN! -y el Oráculo lanzó un rayo de energía lisérgica sobre el pobre Doctor vienés, que cayó al suelo idiotizado- ¡Yo SoY La VeRDaDeRa LíDeR De LoS oCuLToS! ¡Yo SeRé La diosa De ToDo eL uNiVeRSo! -la Oculta líder Oculta le arrebató la BADM® de las manos de Su Santidad, pero no contaba con la intrépida intervención de Serandonga, que la observaba atentamente:
-¡Afú! ¡No lleva bragah!
-¿PeRo Queee? -la líder de los Ocultos se tapó las vergüenzas como pudo, soltando la BADM®- ¿oTRa VeZ Me Lo HaS HeCHo, BoLLoVeRDe?
La BADM® empezó a caer a tierra. La llave de la omnipotencia caía lentamente hacia tierra. Aquel momento, que coronaba la lucha de más de 30 páginas de relato, pasó en cámara lenta para todos los presentes. Su Santidad, el Capitán, Bolloverde, Serandonga, incluso PAM y algún friki aguililla, trataron de recoger el preciado báculo. Todos se abalanzaron sobre él, con los ojos desorbitados, con ansias de poder o de evitar que el poder cayera en malas manos, sus bocas desencajadas, las lenguas al viento, las bragas en el aire... Pero sólo cayó en las manos de uno.
Epílogo- Un diso Poniente
"Tú eres un fiera porque entras partiendo la pana
Invitando a la peña, invitando a cañas
A la hija de la dueña la tienes loca loquita loca."
Juan Pablo II bajó los pies del taburete de al lado, apuró su vaso de vodka y se dispuso a levantarse. El MaG ya no se parecía en nada a lo que él había conocido, y Su Santidad sentía que sin su presencia el bar había perdido todo su encanto de antaño. Los subnormales eran más subnormales, y su estupidez crecía exponencialmente. Además, tras la Batalla de Callao (a las Siete) había decidido empezar a escribir un weblog. No sería un weblog tan interesante como el MaG o sus Crónicas, pero por lo menos sería propiedad suya y allí podría ser adorado como él se merecía. Lamentaba no haber asumido el manto de la divinidad.
Abazathlonado, como siempre, llegó una hora tarde. Colgó del tablón de anuncios del bar un fotomontaje en el que Garrison y Baza se abrazaban en la cima de la inconmensurable frente de eLe titulado "Al filo de lo Imposible: La Conquista del Elerest" y saludó al Sumo Pontifice:
-Juanpa, siento llegar tarde, pero...
-Ya, ya. El Capitán nos espera y todavía tenemos que recoger a Serandonga.
Recorrieron en silencio las calles de Necromálaga. Después de hacerse omnipotente, Poniente había dejado las calles limpias, había dado de comer a los hambrientos y había dado techo a los desheredados. Era gratificante ver como diso, para variar, hacía algo que no fuera estar subido en una nube y reírse de como se mataba la humanidad. Pero no todo dura...
-Eh, Serandonga.
-Juanpa, ¿otra veh tarde?
-Échale la culpa a Nick.
-Es que mi reloj...
-Ya, ya.
El Capitán bebía Jack Daniels a sorbos muy largos y pausados. Observaba como dos guiris gordas lesbianas se entregaban a su pasión amorosa en la playa, y mentalmente escribía un manifiesto por el cual el lesbianismo debería ser una exclusiva de las mujeres feas y contrahechas, ya que, si uno está enfermo mentalmente, también debería tener el gusto deformado.
-Capitán, ¿ya ha dejado de ser un espíritu?
-Se me hacía un tanto tedioso -recogió el DRAE y añadió- Además, los espíritus no pueden beber Jack Daniels, amigo Nicolás.
-Donde esté el buen vodka, y no esa bebida capitalista...
-Habló el bolchevique del Vaticano -el Capitán caminaba pesadamente y apoyándose en su báculo, el Martillo de Herejes- Por cierto, ¿viene con nosotros el Doctor Kinflundenpichi?
-No, ha vuelto a Viena para reclamar la cátedra que dejó vacante por defunción. El muy bastardo dijo que no le apetecía volver a su época solo para morirse hará un par de años.
Llegaron a un centro cultural de la calle Ollerías, y Abazathlonado se frotó las manos ansioso. Serandonga le dirigió una sonrisa cómplice, y le dio un codazo de camaradería a Juan Pablo II, que también sonreía. Cuanto más cambian las cosas, más siguen igual. Los Ocultos podían haber intentando invadir el mundo, pero todo seguía igual. Ya nadie se acordaba de ellos y, aunque Eme hubiera sido un traidor, había vuelto a su antiguo trabajo en la guardia vaticana. Sin rencores, sin más represalia que un par de golpes de BADM® en los genitales. Ahora mismo estaría trabajando en rescatar con el tiempofriki® al PutoAmo, pero Juanpa lo había prohibido terminantemente. Con ciertas cosas no se juega, y nadie estaba dispuesto con volver a soportar un discursito de PAM. Del Oráculo y su agente Bolloverde ya nadie sabía nada. Las dos habían desaparecido después de la Batalla de Callao (a las Siete), y sólo posteriores investigaciones habían revelado que el Oráculo era un agente de los Ocultos que, harto de tanto buenrollismo, había decidido dar un golpe de estado y elaborar un oscuro plan para arrebatarle el poder a PICS a costa de Su Santidad:
-Ya salen, ¿lo tiene?
-Por supuesto -Abazathlonado sacó un rosario de una cajita dorada- Anda que no nos costó sacárselo a la Oráculo.
-Y porque nos separó Poniente, que si no esa se iba a enterar de quien es el Papa de la Cristiandad.
-Ah, ¿pero que habrá sido de Poniente? Parecía un diso tan profesional, tan eficaz...
-Tan eficaz que a mí me dejó sin vodka para que no me destrozara mas el hígado en vez de hacerme un hígado indestructible -Su Santidad se encendió un cigarrillo- Menos mal que me devolvió la BADM®, que si no...
-Al que sí que le veo es a nuestro amigo Antoñito.
Y ahí salía, el director de "I hate here", "Superthunder" y otras muchas obras maestras. Acababa de presentar su último corto, y estaba pletórico de felicidad. De momento se conformaba con pequeños cortos de "acción", pero con el tiempo conseguiría contratos con alguna gran productora para realizar largometrajes como "Cazadores de Pateras" o "Arde Palmilla, Arde". Antoñito ya no se parecía en nada al niño que quería ser misionero con los negritos, pero aquel niño estaba mucho más vivo en su interior de lo que el podía imaginarse:
-¿Podrías darme un autógrafo?
-Claro, joder. ¿Para quién lo pongo?
-Para mi amigo Nick Abazathlonado.
-Perdona, ¿nos conocemos de algo?
-Claro que sí, Antoñito -Abazathlonado le entregó el rosario- Nos conocimos en tu Primera Comunión...
El grito de Antoñito podría haberse oído hasta en Kinshasha si te esforzabas mucho en escuchar y le ponías un poco de imaginación, pero el misionero melenudo que leía poemas de Lorca a unos pobres negritos ni lo notó. Lo malo de ser un diso, es que a la gente no le gusta que te metas en su vida y siempre acaba quejándose. Además, cuando uno es omnisciente se entera de lo hijoputa que es todo hijo de vecino, y las implicaciones morales de un nuevo diluvio universal eran demasiado abrumadoras para Poniente. La inactividad era algo peor todavía, la omnisciencia le removía la conciencia más que un canal con anuncios de anesvad las 24 horas. Así que Poniente decidió que lo mejor era retirarse. Eso sí, retirarse sin decir nada y así evitar las molestas reclamaciones de esos que le rezaban todo el día sin recibir lo que querían, o que le echaban la culpa de tener un desastre de vida.
Poniente empezó a leer el "Prendimiento de Antoñito el Camborio en el Camino de Sevilla", y borró de su mente el pensamiento de que hubo un tiempo en el que él había sido el buen Diso...
Extraído de "Crónicas de Historias aun por Ocurrir, o de cómo Intentar Cien Mil Veces lo Absurdo sin
Conseguir lo Imposible, pese a arrastrar el ridículo"
© ed. Vaticana, 2004.