SEPARACIÓN
Ayer, en los cristales de tus ojos,
Vi asomar un lucero.
Era el amor soñando una ventura,
La primera aventura de un encuentro.
Ayer, bajo los brazos olorosos
De un casto limonero,
Con fiebre, deseaba
Entrar en tus secretos.
Ninguno de los dos movió los labios;
Ninguno de los dos rompió el silencio;
Y el silencio se fue con cada uno,
Lleno de enojo y de remordimiento.