INTRODUCCIÓN
Desde siempre he amado el dialecto con que se expresan nuestros mayores.
Cuando era pequeño leía y releía las poesías de Gabriel y Galán, porque las sentía como algo propio, porque sabía que era algo nuestro.
En la mayoría de los hogares de Calzadilla, en nuestros tiempos, se leían las Extremeñas del poeta salmantino. También en las escuelas se leían, en aquel entonces, los versos extremeños de Galán. Es lamentable que después se perdiera esa costumbre para hacer exclusiva la prosa y el verso castellanos.
"El extremeño que debería hacer sido, en nuestra tierra, motivo de estudio a todos los niveles de enseñanza, no tuvo ningún apoyo, sino, al contrario, el profesor y el maestro anatematizaban con el 'así no se dice' al muchacho que soltaba una 'asina', un 'truhu', o un 'conozu'. La escuela ha sido uno de los principales enemigos de nuestro dialecto
Otros han sido:
- La clase dominante, que lo puso como su meta de perfección, para poderse distinguir del pueblo llano que hablaba de otro modo.
- El deseo de imitación de las clases humildes que veían en el lenguaje de los pudientes el lenguaje perfecto, considerando lo suyo como palabrotas.
- La falta de publicaciones y de escritores del extremeño.
- El desconocimiento cada vez más agudizado del dialecto.
- La falta de normas ortográficas para poder escribirlo
- La falta de normativa que aunara las diferentes hablas locales
- La presión oficialista de la cultura castellana.
- La influencia de los distintos medios de comunicación
- La desaparición del aislamiento, debido al aumento de carreteras y de los distintos medios de transporte
- La propia conciencia de inferioridad e incultura que el pueblo ha tenido de sí mismo.
- La emigración a otras zonas de España donde casi toda nuestra juventud ha olvidado el habla que aprendiera de sus mayores.
Sin embargo y, a pesar de todo, nuestra gente tiene conciencia de que lo nuestro es distinto y estudiosos y universitarios, con diversos y, a veces, opuestos fines, se afanan en la investigación de lo que casi ha llegado a ser un fósil.
Sintiendo profundamente que el tiempo se llevara para siempre el habla de nuestros padres, desde hace años, estos últimos con más intensidad, he venido recogiendo formas y frases de los distintos pueblos que más he visitado hasta recoger cierto número que quizás vean algún día la luz pública.
En este habla, he compuesto unos versos que aquí te ofrezco.
Pablo Gonzálvez González - Calzadilla © 2.003