Reseña Histórica de la Escuela de Comunicación Social
Universidad de Los Andes Táchira


La Escuela de Comunicación Social de La Universidad de Los Andes es reconocida a nivel Latinoamericano como una de las mejores en  la formación profesional de periodistas integrales, adaptados en la medida de lo posible a los cambios del acontecer mundial que influyen en los programas académicos. Ubicada en San Cristóbal, estado Táchira, la Escuela de Comunicación Social forma parte de la extensión para esta región de la Universidad de Los Andes, prestigiosa casa de estudios fundada en Mérida el 29 de marzo de 1785.

El origen de la Escuela de Comunicación Social de la ULA se remonta hacia el año 1983, cuando el profesor Ramón González Escorihuela, actual Decano Vicerrector, junto al profesor Raúl Segnini Laya y el profesor Sergio Muñoz ponen en marcha un proyecto sobre el cual estaban trabajando dos años antes. Su nacimiento fue el resultado de la preocupación en el sector periodístico de la región occidental de Venezuela por garantizar la generación de nuevos y legítimos profesionales en el área, a propósito de la reciente aprobación de la Ley del Ejercicio del Periodismo, que estableció la obligatoriedad de la licenciatura para ejercer la profesión.

Había entonces que reemplazar a los empíricos que hasta el momento se encargaban del oficio informativo en la región. El Colegio de Periodistas del Táchira apoyó la iniciativa de crear una Escuela de Comunicación Social en la región y el profesor Ramón González no dudó en solicitar la aprobación de este proyecto dentro de la Universidad de Los Andes, para la cual trabajaba como docente en la carrera de Educación.

El Vicerrector del núcleo era para ese momento el Licenciado Pausolino Martínez, quien no tuvo ninguna objeción al respecto. El programa académico arrancó en mayo de 1983, con ochenta alumnos quienes compartían la peculiaridad de haber trabajado previamente en medios de comunicación, incluso con amplia trayectoria algunos, mientras otros venían de estudiar en distintas universidades. Constituía un grupo de gente -adulta en su mayoría-  dispuestos a repasar la teoría en función de obtener un título universitario.

Considerada como la primera Escuela del país que introdujo las especializaciones temáticas, la Escuela de Comunicación Social de la ULA-Táchira egresa profesionales en las áreas de "Comunicación para el Desarrollo Científico", "Desarrollo humanístico" y "Desarrollo económico", con lo cual trata de adaptarse a las necesidades emergentes de la audiencia que cada día demanda más personalización en la información y más segmentación en los contenidos. Aunque a duras penas y con mucha paciencia de por medio, la Escuela ha logrado dotarse de las herramientas y equipos básicos para la formación, tanto teórica como práctica, de los estudiantes. 

Inicialmente se luchó por conseguir salas de redacción provistas con máquinas de escribir
rudimentarias. Hoy, esa misma lucha ha logrado poner a la disposición del alumnado salas de redacción computarizadas, acondicionadas en óptimo estado, estudios de radio (digitalizado) y televisión experimentales, salas de diagramación (computarizada) y laboratorio de fotografía. 

En el contexto de las escuelas de Comunicación Social en Latinoamérica, señala el profesor Ramón González Escorihuela, "fue una de las primeras escuelas en propender la especialización por temas del comunicador, además una de las primeras escuelas en tener una buena dotación y gran interés en el campo de la informática. Se ha  mejorado en el área audiovisual y la capacidad de nuestros egresados demostrada en el mercado de trabajo dice que se está bien ubicados".


Medios de comunicación de la Escuela

Basados en el criterio del ejercicio práctico como factor fundamental en la generación de periodistas completamente preparados para ejercer sus funciones dentro del mercado laboral, la primera promoción de estudiantes de periodismo de la ULA-Táchira sentó las bases de lo que constituye la trayectoria mediática perteneciente a la institución.

La mayoría de estas iniciativas no pasaron de un par de ejemplares distribuidos, en parte por tratarse de proyectos carentes de piso teórico, resultado de las ideas precoces de un grupo de entusiastas con ganas de expresarse de cualquier manera y a través de cualquier vehículo informativo. Sin embargo, esas iniciativas permitieron demostrar que existe una verdadera motivación en el estudiante por experimentar rutinas de trabajo práctico que le inculquen responsabilidad y despierten la creatividad.

Una de las primeras publicaciones lideradas por los estudiantes fue Virajes, en 1984. Cuenta uno de sus participantes, Douglas Guerrero, que al surgir la escuela se sentía una especie de vacío debido a la falta de un canal de expresión donde los estudiantes empezaran las labores redaccionales de la rutina periodística.

Esta iniciativa tuvo el apoyo del profesor González Escorihuela, quien fue el primer coordinador de la escuela y era uno de los pocos periodistas que la integraban académicamente. Unas 80 personas, todos de la primera promoción, se abocaron a la producción de Virajes. También el profesor Jesús Romero Anselmi colaboró con la edición de esta publicación. Diario La Nación ofreció sus instalaciones técnicas para imprimir este semanario, que tenía un formato tabloide y se imprimía en legítimo papel periódico.

Otro de los integrantes de esa primera promoción que participó en la elaboración de Virajes es el Licenciado Misael Salazar, quien al respecto recuerda la peculiaridad de ese grupo de estudiantes, donde mucha gente había estado antes en otras universidades y también eran periodistas empíricos con gran trayectoria en la conducción de medios. "Teníamos claro lo que significaba un proyecto de esta naturaleza en función de lo que era la formación. Por supuesto, esos proyectos no tiene resultado si no hay en las escuelas de comunicación profesores que tengan vínculos con los medios directamente", expresó.

Sobre este particular evoca la participación de la profesora Mariela Torrealba al frente de la coordinación del semanario, y también el apoyo de la profesora Sara Robit en la conducción de un programa de radio hecho por los estudiantes paralelamente a la publicación Virajes. Este programa se llamaba Antena y se emitía por la Radiodifusora Cultural del Táchira.

Virajes se atenía mucho a la configuración normal de un periódico. Se publicaron grandes reportajes relacionados con el contexto económico, político y social de la época. Sin muchas pretensiones, era un periódico que intentaba responder a las características básicas de una publicación común, a pesar de sus limitaciones.

Aun cuando ambos participantes de Virajes asumen que la desaparición de la publicación se debió a problemas económicos y limitaciones de tiempo por parte de sus productores, sendos criterios coinciden en la falta de liderazgo como detonante de la apatía estudiantil para canalizar sus necesidades expresivas.

Otra referencia presencial sobre la trayectoria de los medios de la Escuela de Comunicación de la ULA-Táchira, se obtuvo a partir de la opinión al respecto de la Licenciada Adela González, integrante de la III Promoción. Lo que puede recordar de los intentos mediáticos formados por estudiantes no llega hasta Virajes -el cual ya había desaparecido- sino hacia una publicación llamada Graffos. "Este era un periódico en formato ¼ de página estándar, estudiantil y bastante come candela. Circuló una par de veces nada más", apuntó.

Para Adela González aunque las publicaciones parecen grabarse más en la memoria, son los murales la experiencia más rica a nivel de intenciones mediáticas que ha tenido la Escuela. Estos eran anónimos, fugaces, cambiantes, pero representaban el verdadero espíritu estudiantil. Se podían hacer elaboradas decoraciones o trazos simples, sin embargo, la fuerza de comunicación era la misma y se sentía la participación de toda la Escuela de Comunicación, tenían vida propia. "Ahora los recuerdo con nostalgia porque no se volvió a ver ninguno por aquí", dice.

Las generaciones posteriores han intentado -aunque en menor medida- continuar con estas iniciativas. Es así como en 1996, surge una nueva publicación llamada Extra con características humorísticas paralelamente a una publicación un poco más seria, llamada Comunicándonos, de los cuales se tiene referencia gracias a un trabajo publicado por Adela González, donde señala "(...) queremos destacar su perseverancia, al publicar regularmente, cada mes, este boletín humorístico, pues esto es cosa doblemente seria. Uno, porque el humor, como se ha dicho, es un asunto de palabras mayores, y serio es, en segundo término, comprometerse con materias, exámenes y demás líos estudiantiles y producir, además, un impreso mensual con limitaciones de recursos".

Considera Adela González que los proyectos de ese tipo no surgen porque no se institucionalizan, y porque además resultan de la iniciativa de una o dos personas, y cambian con las prioridades de éstos. Aunque se cuente con un buen número de patrocinantes publicitarios, no se logra cubrir todo, pero sí la mayor parte de los gastos de producción.

NOTA:
Para el momento de la entrevista Douglas Guerrero ejercía el cargo de Gerente de Relaciones Públicas de la Lotería del Táchira, Misael Salazar como Director de Diario Los Andes y Adela González como Investigadora del centro de Fronteras e Integración (CEFI) de la ULA-Táchira


Web Masters:  
Carlos Arcila - María Lorena Meléndez
Página construida por: Ericka Lobo y Exis Edgardo Rujano
San Cristóbal, Febrero de 2002

 

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES - TÁCHIRA

Departamento de Comunicación Social

 
1

1

1

1

1