A principios
del siglo XX llegó a la villa de El Coronil D. Francisco de Paula
Tarín Arnáu (Padre Tarín), jesuita misionero que dedicó su vida a
los más pobres y enfermos de las zonas míseras de Sevilla.
En el curso de
sus misiones y en esta misma villa, al parecer sufrió una caída de
importancia siendo atendido por el Doctor Escassi, el cual le
recomendó que debido a la gravedad de la misma, se marchara a
Sevilla para su curación. Dicha recomendación no fue tenida en
cuenta por el Padre Tarín, el cual no quería interrumpir el trabajo
de sus misiones en El Coronil.
Debido a esta
lesión contrajo una cangrena y falleció en Sevilla en 1910.
Existe en
Sevilla una calle rotulada con su nombre y una imagen en una iglesia
de la C/. Jesús del Gran Poder.
Resulta
paradójico que no exista en esta villa una calle con su nombre o al
menos una placa como reconocimiento.