Eltránsito contra la teletransportación.

 

La teletransportación, ¡ah! Que fantástico anhelo de nuestras almas infantiles, de nuestra placentera vagancia, que ventajoso adelanto para la Humanidad si fuera posible ¿verdad? Sí, desde luego sería una ventaja. Podríamos levantarnos una hora más tarde porque  nos ahorraríamos el trayecto de acudir al lugar de trabajo ,así como luego desde allí aparecer directamente en casa para comer, a ser posible a mesa puesta por claro…Sólo perderíamos breves detalles insignificantes de vida, porciones de tiempo improductivo, desperdiciado, como la conversación de una chica interesante en el autobús. Y por descontado nosotros no estaríamos aquí presentándoos esta gacetilla, porque ese tránsito, precisamente cabecera que nos nombra, representa aquello que nos interesa: la interrelación social. Nosotros seguiremos yendo igual que siempre a trabajar, buscando el contacto con la demás gente, incluso en los días lluviosos, porque nos oponemos a la “teletransportación” de la sociedad actual, esta de la falta de elaboración, de profundidad, de esa superficialidad a cachitos que nos invade, ese “zapping” social.

 

            Efectivamente, es ese tránsito, ese recorrido y su reflexión, la observancia de todo aquello que tiene que ver con el “hecho social”, lo que nos atañe. Nuestro interés se centra en todo lo que tiene que ver con las Ciencias Sociales desde esta perspectiva, o con la Política en su verdadero significado de organización de la comunidad, con la diversidad de los movimientos sociales…

 

            Pero ojo con confundir esta declaración de amor por el tránsito con veleidades reformistas, nada más lejos de nuestro propósito. Nos autodefinimos como radicales, pero ya saben, en el sentido etimológico, literal del término, el de acudir a la “raíz” del problema (sí, ya sabemos que esto no es muy original pero tampoco era nuestra intención).Lo que si nos gustaría es que los que se vayan a abalanzar sobre nosotros con la acusación de ser simpatizantes o quizá apologetas de algún grupo terrorista nacional o internacional(ahora tan de moda), lo hagan al menos de uno en uno.

 

            De esta pretensión de interés por el hecho social se deriva una vocación de afirmar nuestra pequeña empresa sobre los cimientos de la realidad, a riesgo de que paradójicamente nos tilden por ello de “idealistas” o “ilusos”.Frente a su desprecio basta ya de agachar las orejas, les mostraremos, como en la canción,”mi más enérgica repulsa”.

 

            Y si nuestra fantasía inicial pudiese llevarse a un estado muy avanzado de tecnología, quizás en un modelo para los más potentados, pudiendo viajar no solo al puesto laboral sino a grandes distancias y tal vez hasta en el tiempo, muy bien de nuevo, claro que si, pero nuestra intención es no atender como ajenos, como aislados los asuntos de otros tiempos y de otos lugares y “no ver la viga en el ojo propio”(como acostumbran algunos grupos o movimientos sociales con cierto folklorismo).

 

            Nosotros pretendemos atender modestamente todos estos fenómenos y sus conexiones también ¿tampoco íbamos a ser autistas a las modas en estos tiempos de la tan traída y llevada “globalización” no? Gritar que en los países de ámbito Neoliberal y de las Democracias Occidentales también se cometen desmanes, y no sólo en “democracias débiles” como la boliviana(donde se han cuantificado centenares de muertos fruto de la represión estatal), que en España también se maltrata en las comisarías, que existe la censura( y si no que se lo pregunten a los de Línea900), que se prohiben partidos políticos…Y todavía nos permitimos el lujo de ir por ahí dando lecciones.

 

            Todavía nos queda el tiempo de tránsito para reflexionar .¡Que le jodan a la máquina teletransportadora!

Eltránsito.