El drama de los refugiados Refugiado es quien se encuentra forzadamente fuera de su nación de origen y por ello solicita asilo, ya que es objeto de persecuciones en su tierra natal por causas raciales, religiosas, ideológicas, de nacionalidad o pertenencia a determinado grupo social. La inseguridad que lo asedia está fundada en hechos de violencia de índole bélica o persecutoria que le impiden estar o regresar a su país. Así lo ha definido la Convención que estableció el Estatuto del Refugiado en 1951, y esta caracterización posee aspectos comunes con el denominado "desplazado interno", en cuanto ambos son migrantes forzosos; ahora bien, el segundo se distingue por el hecho de que su desarraigo no lo ha llevado a cruzar una frontera internacionalmente reconocida y su desplazamiento puede deberse a catástrofes naturales. Las guerras del siglo XX y las que continúan en nuestra centuria, la presión de gobiernos dictatoriales o el desconocimiento de los derechos humanos, han originado y continúan provocando el éxodo de millones de personas en demanda de asilo. En Sudán, país castigado por prolongadas guerras civiles de raíces religiosas y raciales, entre el norte musulmán y el sur cristiano, se desarrolla una campaña "de limpieza étnica", tolerada por el gobierno de Khartum, que determina constantes olas de desplazados y fugitivos que piden asilo. También crecen los refugiados que escapan de la República Popular del Congo hacia países carentes de infraestructura y medios para albergarlos. En cambio, ha mejorado la situación en países que fueron teatros de guerras, como Afganistán. Otros, como Irak, han ido reduciendo el número de sus refugiados, pues 55.000 iraquíes han retornado desde que cayó el régimen impuesto por Saddam Hussein, lo que constituye una información llamativa. Los datos positivos mencionados en el informe del Acnur no contabilizan los cuatro millones de palestinos que viven en campos de refugiados y que dependen para su subsistencia de la Oficina de Socorro y Trabajo de la UN. En
lo que concierne a América del Sur, la guerrilla que asuela a Colombia
ha multiplicado los asilados de ese origen. Debe subrayarse que los países
del Cono Sur han avanzado en la protección de refugiados a través
de la aceptación del Estatuto que los protege y se han tomado decisiones
favorables al recibir solicitudes de asilo de personas que vivían
en regiones tan diversas como la ex Yugoslavia, India o Azerbaiján.
Asimismo, en una reunión de representantes de las naciones del
Cono Sur se ha enfatizado la necesidad de combatir los males de la xenofobia,
la intolerancia o la discriminación, además de considerar
con el mayor interés los problemas de carácter económico
y de inserción social que encuentran quienes vienen de otras latitudes,
sin conocer el idioma ni las costumbres del país que los recibe.
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